Una cámara tan lista que ya no necesita ni alguien al otro lado para encuadrar, hacer zoom o apretar el disparador. Un temor recurrente de muchos fotógrafos que aunque ya se había materializado en diferentes automatismo de las cámaras ahora el la base de la nueva compacta de Canon.
Bautizada como PowerShot PICK y financiada a través de crowdfunding como los últimos modelos experimentales de la compañía la campaña ha sido un gran éxito. Las primeras unidades llegarán este mismo verano para estos compradores, con un precio de 42,900 yen, unos 340 euros al cambio.
Más allá de sus prestaciones puramente fotográficas (12 megapíxeles, sensor de tamaño de móvil y zoom 19-57 milímetros) aquí lo interesante es la capacidad de la cámara para moverse en horizontal y vertical de forma automática.
Todo ello para detectar y seguir sujetos y, gracias a la inteligencia artificial según las explicaciones dadas por Canon, componer fotos de grupo o esperar al mejor gesto de los protagonistas para tener la foto perfecta.
Por cierto, la idea, el diseño y las funciones de esta cámara nos recuerdan mucho a la curiosa Obsbot Tail que probamos hace más de un año y que se presentaba como la primera cámara AI del mundo.
Hace muchos más años (allá por 2009) Sony ya presentó una curiosa base (Party-shot) en la que se podían colocar algunas de sus compactas de la época para que, gracias a la detección de caras y a esta especie de base robotizada, realizar fotos de forma automática en fiestas y reuniones.