Probando la Canon EOS-1D X Mark III en la dehesa extremeña

A la espera de probar la inminente Nikon D6, creo que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la Canon EOS-1D X Mark III es la cámara réflex más potente que ha pasado por nuestras manos. Y han pasado muchas.

El nuevo buque insignia de Canon tiene todo lo que la marca es capaz de ofrecer fotográficamente, y cuenta además con algunas prestaciones en el apartado de vídeo que pueden crear un serio precedente para los futuros lanzamientos de la competencia.

Y nada mejor para probar la potencia de la cámara que pasar una jornada jugando a ser fotógrafos de National Geographic o intentando emular a los operadores de cámara de los documentales de naturaleza de la BBC. Para ello Canon nos propuso pasar un par de días en la finca El Millarón, en plena dehesa extremeña, fotografiando la fauna autóctona.

Armados con una EOS-1D X Mark III y con algunos de los mejores teleobjetivos de la marca tuvimos la oportunidad de capturar, tanto en vídeo con en imágenes fijas, manadas de ciervos a la carrera, un águila real y varios tipos de aves más pequeñas, tanto desde un todo terreno como escondidos en hides.

Una experiencia que nos deja dos conclusiones importantes: fotografiar y grabar a animales es muy complicado, pero lo es mucho menos si cuentas con un buen equipo. Porque a pesar de nuestra poca habilidad hemos conseguido algunas fotos y secuencias realmente aparentes, gracias sobretodo a la increíble fiabilidad de esta tercera generación de la saga 1D X.

Hemos podido comprobar, tanto en foto como en vídeo, que el sistema de enfoque Dual Pixel AF con el espejo levantado es una auténtica maravilla. Sumamente preciso, rápido y predictivo. Y eso sin explorar a fondo todas las opciones de configuración que ofrece.

También hemos puesto a prueba la grabación de vídeo con resolución 5.5K y en formato RAW, otra de las prestaciones estrella de la cámara. Lamentablemente a día de hoy no hemos podido encontrar un software capaz de procesar esas secuencias de vídeo, que por cierto son bastante poco manejables.

En RAW a 50 y 60 fotogramas por segundo 20 GB por minuto de vídeo, así que la podéis hacer el cálculo de la cantidad de metraje que cabe en una tarjeta CFast de 64 GB. Una auténtica bestialidad.

Sí hemos podido trabajar con normalidad con secuencias en 4K con compresión 4:2:2 y 10 Bits que, combinadas con la curva C-Log, ofrecen una calidad, un rango dinámico y una fllexibilidad en post producción que convierten a esta EOS-1D X en una herramienta para vídeo muy seria.

No os perdáis el vídeo donde detallamos con el pelos y señales cuales han sido nuestras sensaciones con la cámara y os enseñamos varias muestras de foto y vídeo. El modelo utilizado durante esta prueba es de pre-producción, por lo que no está permitido publicar los archivos RAW ni muestras en alta resolución.