El iPhone ahora es Pro. Profoto lanza flashes para móviles que cuestan 500 euros. Xiaomi y Samsung se atreven con cámaras de 100 megapíxeles en un Smartphone. Da igual que nadie lo haya pedido.
El caso es que mientras nosotros estamos aquí debatiendo en nuestra cueva sobre réflex y mirrorless ahí fuera el mundo parece haber cambiado y usar cámara se ha convertido en algo de señores mayores.
Da igual que tengas la A7R IV o vayas de millenial con una EOS R: todas van camino de ser el nuevo colodión húmedo en mucho menos tiempo de lo que imaginas. Ahora lo que se lleva es la fotografía móvil. Sí, eso de lo que algunos se reían hace pocos años y que ahora abrazan como nueva religión. Hasta charlas te dan si pasas por caja.
El cambio de paradigma es tan inminente y radical que hace unos días leía en La Vanguardia que este año se venderán menos cámaras que en 1979. Un auténtico apocalipsis fotográfico en el que DJI ha comprado Hasselblad y es sólo cuestión de tiempo que Huawei se haga con Leica. Lo de DJI, por cierto, es verdad. Lo del 79 evidentemente no -25 segundos hemos tardado en comprobarlo- y lo de Leica, veremos.
Sólo en enero de 2019 se exportaron desde Japón más de un millón de cámaras de óptica intercambiable según CIPA. En 1979, según la misma fuente, no llegarón a 200.000 unidades en total. Pero según decía ayer La Vanguardia en 2019 se van a vender menos cámaras que en el 79???????? pic.twitter.com/AKBj48HlFs
— Photolari (@Photolari) September 24, 2019
En noviembre de 2010 en la portada de The New York Times aparecieron publicadas cuatro fotos hechas por el Damon Winter con un iPhone y la aplicación Hisptamatic, en aquel momento muy de moda.
Por supuesto, hubo un gran debate sobre la idoneidad de aquellas fotos y filtros para un tema como el que trataba -la guerra de Afganistan- y muchos se preguntaron en voz alta si, de haber sido hechas con una cámara normal y corriente las fotos habrían llegado a portada.
En noviembre de 2010 en la portada de The New York Times aparecieron publicadas cuatro fotos hechas con un iPhone
El reportero, veterano fotógrafo del periódico, no uso el móvil porque no tuviera nada mejor a mano sino como un aparente ejercicio artístico o reto tecnológico. El móvil, la herramienta, convertida en protagonista de la historia. Justo lo contrario de lo que se espera de un reportaje.
Si el periodista no debería ser noticia, mucho menos su cámara, su libreta o su teléfono. El problema es que, casi 10 años después da la sensación de que las cosas no han cambiado tanto.
La portada hecha con un móvil. La foto de la Vía Láctea hecha con un móvil. El documental o la película grabado como un móvil. Ejercicios muy interesantes que demuestran que con pocos recursos se pueden hacer grandes cosas. O, traducido al día a día de muchos fotógrafos: un móvil te puede salvar de un apuro.
Pero más allá de eso, ¿qué sentido tendría cubrir un evento o un reportaje de boda con un smartphone? Se supone que un profesional usará para su trabajo el mejor material que pueda pagarse y el más adecuado para la especialidad que sea. Y a día de hoy cuesta imaginar que el mejor de los smartphones lo sea, aunque en el universo paralelo de Twitter a veces lo parezca.
Los móviles tienen cámaras increíbles. Pero sus prestaciones está lejos de cámara que cuestan bastante menos. Así de sencillo, por mucho que el tema seguramente daría para horas de discusión ,y alguno verá en esta afirmación el típico argumento de vejestorio camino del cementerio de elefantes.
Que puedas hacer una foto con un móvil no significa que el móvil sea la mejor herramienta para esa foto.
Vejestorio bipolar, en todo caso. Yo soy de esos que siempre lleva un iPhone encima y que muchas veces lo usa antes que la más cara y sofisticada de las cámaras que está probando. ¿Por qué? Comodidad, agilidad y pereza, en el orden que se prefiera. Por calidad no, evidentemente.
Que puedas hacer una foto con un móvil no significa que el móvil sea la mejor herramienta para esa foto. Claro que puedes hacer una boda, una sesión de estudio o un proyecto de foto documental con un teléfono.
Nadie lo notará a nivel técnico o de calidad excepto por un pequeño detalle: las posibilidad de que el autor se encargue de recordarlo y señalarlo como parte del mérito del trabajo son altas.
Y, recuerda, la única cámara profesional es la que te permite pagar autónomos cada mes y, con suerte, la hipoteca. Ni Hacienda ni la inmobiliaria te van a preguntar si es con un móvil o con un respaldo digital.
Vuestro tuit no demuestra nada. Tenéis que aprender a interpretar un gráfico.
Según el gráfico que habéis puesto en 1979 se vendieron aproximadamente unos 15.000.000 de cámaras. Si este año se vende 1.000.000 de cámaras al mes, se quedaría en 12.000.000 (pero como no habéis incluido las cámaras compactas, seguro que son más). En todo caso, una cifra muy parecida a la de 1979.
Creo que si vemos los gráficos con cierta perspectiva, veremos que basicamente hemos sustituido las compactas digitales, que realmente fue el verdadero tiron de la fotografia digital, por los móviles. Sin embargo, la venta de cámaras de objetivos intercambiables mas o menos ha permanecido igual. Hay mucho hype con el tema de los moviles como herramienta fotografica aceptable, pero pasará igual que cuando las compractas digitales iban a sustituir el mercado de cámaras «serias». No nos flipemos todavía.
Excelente artículo, Iker. Has revelado varios nudos gordianos. El postureo vanidoso que se viste de marca, material, proceso, etc, y se olvida de para qué estaba allí. El Pro como marca frente al único criterio para ser profesional, sobrevivir.
Un abrazo.
Buen artículo. Y hablamos de calidad, pero debemos hacerlo también de ergonomía y placer de uso… Y afotar con el móvil es como masturbarse a mano cambiada y con guantes de fregar. Algunos llevan vendiéndonos el final de la cámaras desde ni se sabe… Pues va a ser que no.
Yo creo que algunos hablan bien del móvil porque por falta de tiempo han terminado por dejar la cámara en casa, y la única forma que tienen de mantener la afición es con el móvil.
Yo con el P30 Pro y un amigo con la segunda RX100. Guste o no tengo hay reconocer que la cámara sigue sacando fotos de más calidad, con mejor color. Y es una cámara de 1″ y comparamos JPG.
Yo con el P30 Pro y un amigo con la segunda RX100. Guste o no hay reconocer que la cámara sigue sacando fotos de más calidad, con mejor color. Y es una cámara de 1″ y comparamos JPG.
No hablamos de equipos concretos, como macros o teles, iluminación, etc… Fotografia de personas paisajes y el dia a dia. Con los móviles de hoy en dia ha dejado atras el uso de pesados equipos (yo tengo una mochila de ocho kilos, no con piedras dentro) y es que la comodidad a la hora de hacer una foto da mucho juego y deja libertad a la hora de sacar esa creatividad no estudiada y a eso que se dice de tener bueno ojo para la fotografía. Ya no tener la máxima calidad. Sino una foto que te llega más allá del ojo. Las compactas sencillas tienen los dias contados y las reflexs…. el tiempo dirá como se encamina todo pero puede acabar como equipo profesional de cientificos etc…
Si todo sigue su curso, la gente seguirá tirando a lo cómodo y lo practico y puede que alguien quiera gastar en una camara para sus viajes, pero el dia a dia….
El movil siempre está ahí
¿Las compactas sencillas tienen los dias contados? Jesús, llevo escuchando lo mismo desde hace 10 años, Jajajajaa.