Lanzada en 2019, la RED Komodo original se concibió con una crash camera de gama alta, es decir una cámara diseñada para acoplarla en vehículos y drones para grabar escenas de acción. Pero su precio asequible y la calidad de su sensor enseguida llamó la atención de los cineastas de todo el mundi, y mucho la adoptaron como cámara principal en sus producciones.
Ahora la compañía ha lanzado la Komodo-X, una nueva versión de la cámara que se sitúa a medio camino entre la Komodo original y la V-Raptor S35, un modelo más avanzado. La Komodo-X viene armada con un renovado sensor Super35 con obturador global y resolución 6K (6144 x 3240 píxeles).
Este nuevo captor cuenta con una velocidad de lectura más alta, concretamente puede capturar el doble de fotogramas que la versión anterior. La cámara puede alcanzar los 80 fotogramas por segundo en resolución 6K, 96 fps en 5K, 120 fps en 4K y hasta 240 fps en 2K, todo ello con una proporción de aspecto de 17:9.
Así mismo desde RED aseguran que el rango dinámico es algo superior al de la Komodo original. Hay que recordar que los sensores con obturado global suelen estar algo más limitados en este aspecto concreto de la imagen.
La Komodo-X vuelve a apostar por el diseño de tipo caja de su predecesora, aunque la nueva cámara es ligeramente más larga en la parte posterior para incluir una placa para montar batería del tipo V-Mount en vertical. Este sistema sustituye a la doble bahía para baterías NP-F de la Komodo original.
Junto a la Komodo-X RED también ha presentado algunos accesorios nuevos como un adaptador de montura RF (la que equipa la cámara) a PL con filtros ND incorporados.
La RED Komodo-X se puede comprar por un precio que parte de los 10.000 euros.