Samsung Galaxy S9 y S9+, ¿realmente sirve de algo la nueva «apertura variable» de su cámara?

La cámara de 12 megapíxeles ofrece diafragmas ajustables de f1.5 y f2.4, una función única en un teléfono móvil.

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Seamos claros: el camino para tener mejor calidad en la cámara del móvil es apostar por r un sensor más grande. Pero ese esa es una opción que los fabricantes no parecen dispuestos a seguir y que, cuando se ha intentado (Panasonic, Nokia…) a la mayoría de usuarios les ha dado absolutamente igual. Así que, generación tras generación, hacen faltan nuevos argumentos para poder hablar, cada año, de la mejor cámara móvil del mundo.

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Y el recién presentado Galaxy S9 se ha desmarcado con una prestación que hasta ahora no habíamos visto: la posibilidad de cambiar el diafragma de la cámara. Algo que, por lo visto, suena demasiado antiguo para que las nuevas generaciones lo entiendan, así que se ha traducido como “apertura variable”.

¿Pero cómo funciona? Para comprobarlo, nos hemos acercado a la presentación mundial del S9 y el S9+ en el Mobile World Congress, y hemos podido tener uno entre las manos para jugar con su óptica y esos dos diafragmas de f1.5 y f2.4 en la cámara principal de 12 megapíxeles y 26 milímetros de focal. El en caso del S9+, la segunda cámara (52 milímetros) sólo ofrece una única apertura de f2.4.

Las explicaciones dadas por Samsung durante la presentación y repetidas por casi todos los medios a la hora de hablar de esta función no aclaran demasiado su utilidad. Según la compañía, la cámara adapta -«cómo el ojo humano»- la cámara. ala situación de luz, y decide si es mejor disparar a f1.5 o f2.4.

Vaya, que f1.5 para escenas nocturnas e interiores y f2.4 para escenas con mejor luz. El smartphone lo hace de forma automática, pero en el modo Pro el usuario también puede seleccionarlo. Además, en escenas nocturnas de puede usar un modo de disparo múltiple que une 12 imágenes en una sola para mejorar la calidad final y reducir el nivel de ruido. Nada nuevo en realidad, aunque habrá que ver cómo gestiona este multidisparo las escenas en las que haya movimiento.

¿Y ya está? Efectivamente, lo de la profundidad de campo no tiene mucho sentido. Salvo que hablemos de fotos macro, en un sensor tan pequeño esa diferencia de apertura se va a traducir en una variación apenas perceptible de la profundidad de campo.

Por no hablar de que, en los móviles de última generación, ha quedado claro que el tema del desenfoque y el bokeh no es ya cuestión dela óptica y su apertura, sino de software o de sistemas de doble objetivo.

Pero llegados a este punto la pregunta del millón que pocos han hecho en voz alta, es ¿por qué no disparar siempre a f1.5? Es decir, qué aporta esa segunda apertura de f2.4 respecto a lo que ofrecen el resto de móviles del mercado.

A falta de un discurso oficial suficientemente convincente, se nos ocurren algunas posibles aplicaciones, como por ejemplo forzar velocidades de disparo más lentas para conseguir efectos estela incluso cuando haya mucha luz.

O tal vez ofrecer una mayor calidad de imagen si a f1.5 el objetivo tiene limitaciones ópticas en las esquinas, aunque igual estamos aplicando demasiado al pie de la letra la teoría para un sensor tan pequeño.

Claro que, pensándolo bien, ¿significa eso que todos los móviles -incluidos los de Samsung- que hasta ahora presumían de aperturas de f1.7 y f1.8 en realidad estaban ofreciendo una calidad de imagen muy por debajo de las capacidades del sensor?

Es cierto en que la calidad de imagen de este S9 promete -ya lo hacía en el S8 y en el Note 8 con su doble cámara-, pero habrá que esperar a tener una unidad final y probarlo en condiciones y desde una perspectiva fotográfica que vaya más allá de repetir lo que pone la nota de prensa.

Pero de momento vamos a mantener nuestro mejor gesto escéptico ante algo que suena bien pero a lo que cuesta verle una aplicación práctica que realmente marque diferencias. Ojalá nos equivoquemos y esos 850 euros (S9) y 950 euros (S9+) sean la puerta de acceso a la mejor fotografía móvil del momento.

8 COMENTARIOS

  1. Yo es que aun no le veo el que a gastarse ese pastizal en un móvil… puede que haya gente que si, que lo necesite y exprima todas sus funciones… pero la mayoría de mortales, simplemente lo usara para las redes sociales, hacer fotos y tal vez para realizar alguna que otra llamada de voz. Cosas que se pueden hacer con uno de 200 euros. Se nos está yendo la pinza.

    PD. Esta gracioso lo de los emojis.

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