La reciente A9 y la nueva A7R III ha confirmado lo que ya era evidente desde hace unos meses: Sony lo está haciendo muy bien en el escaparate de cámaras de formato completo y, de hecho, ya lidera las ventas de este segmento en concreto en algunos países. Pero también es cierto que la gama de ópticas sigue siendo algo escasa para quienes buscan alternativas de tamaño y precio moderado.
Y es ahí donde la gama Samyang AF está dando mucho que hablar en los últimos tiempos. Y es que la firma coreana dispone ya de 4 objetivos para la montura FE con enfoque automático, focales fijas, luminosidades muy interesantes y en líneas genérale un precio muy competitivo en comparación con lo que ofrece la competencia.
Fotografías realizadas con una Sony A7R II y un Samyang 35 mm f2.8 FE AF. Pulsando en la imagen se accede a la versión en alta resolución y por aquí hay algunos RAW.
El caso del 35 mm f2.8 nos parece especialmente interesantes porque estamos hablando de una óptica que cuesta unos 300 euros y que es realmente pequeña y ligera. La opción más asequible por tanto para los usuarios de una A7 que se hayan quedado sin presupuesto tras invertir en el cuerpo.
¿Pero enfoca realmente bien y ofrece suficiente calidad de imagen, o no tiene sentido gastar mucho en una cámara y luego ir a por el objetivo más barato del mercado? Porque es verdad que, adaptador mediante o de enfoque manual, hay muchas opciones para las A7, pero las «oficiales» de la compañía triplican el precio de este Samyang.
Pequeño y ligero, apenas pesa 100 gramos y montado en la A7R II que hemos usado para la prueba -la tercera generación de esta sin espejo todavía no nos ha llegado- forma un conjunto realmente interesante. ¿De qué sirven cámaras sin espejo pequeñas si luego los objetivos son enormes?
La construcción es correcta y los acabados no están mal, aunque lógicamente con ese peso resulta complicado transmitir entre las manos esa sensación de «seriedad» de la que tanto nos gusta hablar.
Además de una funda muy práctica, incluye un parasol integrado con rosca para filtros de 40,5 milímetros o de 45 milímetros sin este accesorio. La rosca para el enfoque manual (no activo para correcciones mientras se trabaja con AF) también tiene un buen acabado y resulta bastante cómoda de usar y accionar.
Pero no es la construcción lo que nos preocupaba de esta pequeña óptica, sino la eficacia de su sistema de enfoque. Y la verdad es que nos ha sorprendido gratamente porque cumple con creces. Al menos en una cámara como la A7R II donde la velocidad de enfoque tampoco es nada del otro mundo y tampoco está pensada para moverse en el terreno de la acción.
Hay algo de duda a la hora de fijar el foco en las situaciones más complicadas, pero por lo demás el Samyang 35 mm f2.8 se defiende muy bien y muestras un funcionamiento bastante silencioso.
Sobre el terreno, la calidad que ofrece también supera el examen y el nivel de exigencia para una óptica de este precio. No hay que olvidar que estamos hablando de uno de los sensores más exigentes del mercado y lo que vemos al revisar las muestras tomadas durante nuestra prueba nos gusta.
A máxima apertura el viñeteado es evidente, pero a partir de f4 el rendimiento es muy estable tanto en el centro como en las esquinas de la imagen. Inclusando cerrando a f22 el objetivo aguanta de forma muy correcta.
Aunque el bokeh que produce su diafragma de 7 palas no pasará a la historia como el más bonito y suave de la historia, de nuevo se impone el criterio de precio y calidad general frene a estos detalles. Respecto a las aberraciones cromáticas, no nos hemos encontrado con ningún problema durante los días de uso.
En definitiva una óptica perfecta para los presupuestos ajustados o para los viajeros y fotógrafos de calle que quieran ir ligeros con su A7 o pasar medianamente desapercibidos.
Además del 28 mm f2 que ya ofrece, seguramente Sony tenga entre sus planes una gama de ópticas más asequible. O debería tenerlo, porque no todo el mundo puede permitirse los excelentes GM. Mientras tanto este Samyang 35 mm f2.8 es una excelente opción.
Me ha gustado la prueba, refleja muy bien las sensaciones que da esta cosa realmente tan enana. Si la montas corres el riesgo de que quede soldada y no por mal ajuste precisamente a pesar de que incluso la zapata de la montura es de plástico.
Respecto a …»la rosca para el enfoque manual (no activo para correcciones mientras se trabaja con AF)»… sólo apuntar que si en los ajustes de cámara pones el modo de enfoque en DMF y activas en configuración asistencia manual focus puedes usar AF y afinar el foco manualmente, sin soltar el disparador, con sólo rozar el aro de enfoque.
Saludos.
¿Merece la pena comprárselo si ya se tiene el 28 mm f2?
Fotones de Álvaro…!!
a ver si hacéis algún reportaje de objetivos samyan f12 2.0 y resto de objetivos para APSC. Saludos y felicidades.
Yo he comprado el Sony, poco antes de que saliera esté por 500 € a través de una página de Internet, no respondiste a la pregunta que planteas merece la pena,gastarse 2000 € en una Sony A7II para ponerle un objetivo de 300 € que diferencia de calidad hay entre el Sony y el Samsung, deberíais hacer una comparativa. Siempre se suele decir que es muy importante la calidad del objetivo, que calidad tiene esté respecto al Sony? Merece la pena comprarlo creo que todo ésto le interesará a los lectores.
Por lo que he leído en un comentario de otra web, al ser un objetivo de otro fabricante no disfruta de la estabilización de 5 ejes. Si se introduce la información correspondiente, se llega a poder usar la estabilización de 3 ejes. Algo que no es clave, pero sí que se debería tener en cuenta antes de comprar, según el uso que se le vaya a dar.
Excelente politica de Sony sacando renovaciones de sus cámaras cada año para que asi me haya podido pillar una RX100 markII por 300 euracos. En lo profesional tal como decis, faltan lentes. Espero que Nikon y Canon saque de una vez una mirrorless, a ver….