Es un clásico de quienes se acercan a las cámaras de formato completo sin espejo esperando encontrar equipos más compactos y ligeros: por mucho que el cuerpo se algo más liviano, las ópticas siguen siendo bastante aparatosas y de precios elevados. Sobre todo si lo que se busca es un zoom luminoso.
Incluso el Sigma 24-70 mm f2.8 DG DN que presume de ser el más pequeño del mercado en esta categoría pesa lo suyo y ronda los 1200 euros. Poco en comparación con las alternativas de Canon y Sony para sus sin espejo, pero todavía una cifra considerable para algunos fotógrafos.
Pensando en quienes buscan algo más ligero y económico, la compañía acaba de lanzar su nuevo 28-70 mm f2.9 DG DN. El truco es ya conocido porque lo usó Tamron hace unos años y con muy buena aceptación: renunciar a algo de angular a cambio de una óptica más pequeña y económica.
En el vídeo os contamos todos sus detalles y nuestra breve experiencia con él durante un par de días. Pero, como siempre, compartimos también aquí algunos datos interesantes y, sobre todo, fotos a máxima resolución para los que quieren sacar la lupa y ver de lo que es capaz este zoom.
Frente al 24-70 mm f2.8
La pregunta del millón es qué ha habido que sacrificar respecto al hermano mayor (el 24-70 milímetros) para conseguir un objetivo más pequeño y notablemente más ligero. Concretamente, 470 gramos del nuevo zoom respecto a los 875 del 24-70 milímetros y con un frontal de 67 milímetros en vez de 82.
¿Pero más allá del recorte en la focal más angular hay diferencia en la calidad de imagen? Desde Sigma aseguran que, pese a pertenecer a la gama Contemporary -la más sencilla- el rendimiento es digno de un Art. Para comprobarlo, improvisamos un bodegón con mucho detalle en las esquinas de la imagen y comparamos este 28-70 con el 24-70 disparando ambos a 28 mm f2.8 y 70 mm f2.8.


Tal y como se puede ver, el nuevo 28-70 mm f2.8 no sólo aguanta muy bien el tipo frente a su hermano mayor, sino que nos da la sensación de que a 28 milímetros y máxima apertura rinde algo mejor.
Así que podemos hablar de unos excelentes resultados, tal y como Sigma prometía. Se sacrifica cobertura, pero no calidad de imagen. Lo único que sí hemos notado es que a f2.8 y pese a ese angular más moderado, el viñeteado es algo más pronunciado.
¿Sellado?
Una primera lectura de la información oficial de Sigma nos dio a entender que a diferencia del 24-70 este nuevo zoom no estaba sellado. Así lo explicamos en el vídeo, mostrando cierta contrariedad por este peaje a pagar.
No obstante, según nos han matizado representantes de la compañía, el 28-70 mm tiene un «sellado sencillo». ¿Qué significa eso? Que está protegido contra agua y polvo en la zona de su bayoneta, igual -eso aseguran- que su competidor más directo, el Tamron 28-75 mm f2.8.
Peleas sobre sellado al margen, lo cierto es que la construcción y acabados son excelentes, muy similares a los de un objetivo de la gama Art. No hay, eso sí, ningún botón configuraba en el barril del objetivo ni bloqueo del zoom, aunque tampoco hace falta dado su peso y tamaño. Cuenta sólo con interruptor de enfoque e incluye un parasol de pétalos.
Una buena alternativa
Más allá de esas ópticas superlativas en luminosidad, precio y tamaño, lo cierto es que la inmensa mayoría de usuarios buscan justo lo contrario: objetivos lo más compactos y económicos posible, sin tener que sacrificar calidad y, a ser posible, luminosidad.
Sigma lo ha entendido muy bien y este 28-70 milímetros es la prueba de ello. Un zoom que será la compañía perfecta de cámaras que ponen el acento en el tamaño (la Sony A7C o la Sigma FP) y que reduce su precio de forma notable.
¿Menos de lo que nos gustaría? La verdad es que sí, pero ocurre casi siempre. Con el 24-70 mm f2.8 GD DN a poco más de 1100 euros, los 850 de este nuevo zoom dejan una diferencia que hará dudar a muchos entre uno y otro modelo.
Comprobado que la calidad de imagen no se resiente en absoluto, la pregunta que toca hacerse es si nos interesa renunciar a esos 4 milímetros de angular y a un mejor sellado a cambio de tener una óptica mucho más ligera y compacta y ahorrarnos unos 250 euros.
Por cierto, somos conscientes que la comparación que muchos esperan no es sólo con el 24-70 mm f2.9 DG DN como hemos hecho, sino con ese Tamron 28-75 mm f2.8 al que este Sigma ataca sin mucho disimulo. Anotado está en la lista de deberes, así que esperemos poder hacerlo pronto.
Si hubieran puesto un precio más adecuado a lo que es hubiera tenido su hueco. Pero con esas características, el Tamron 28-75 f2.8 es mucha mejor opción bajo mi punto de vista: ganas 5mm en el tele (que son casi insignificantes, pero ahí están…), ganas sellado y solo pesa unos pocos gramos más (550g). En mi opinión se han quedado un paso por detrás y no han conseguido ser competitivos contra un objetivo que ya tiene 2 años… una pena.
Si este sigma se comporta ópticamente como el hermano mayor, la calidad óptica en cuanto a nitidez, aberración cromática y deformación esta algo por encima del tamron (el tamron es un excelente objetivo para lo que cuesta).
Pero salvo esos matices la competencia es dura a favor del tamron, quizás en el futuro este sigma baje uno 100 euros y lo vuelva más atractivo.