«La idea surgió en una época de poco trabajo y en la que estaba ya muy harta de esas fotos de modelos de mentira, que están todas retocadísimas y tiene poco que ver con la realidad. Yo soy muy fan de lo natural, la higiene mental y la belleza, y quise hacer un proyecto donde la belleza estuviera precisamente en la gente corriente.» Así explica Alba Lajarín el punto de partida de su proyecto fotográfico dedicado a los culos, una colección de imágenes sin nombre ni un final definido. «Tal y como empezó sigue avanzando. Se acabará cuando me canse o cuando se me ocurra otra cosa», explica esta joven fotógrafa.
«Me gusta el absurdo. Me gusta que haya cosas donde uno no espera encontrarlas. Los culos siempre me han gustado, y me parecía gracioso poner culos donde aparentemente no deberían estar. Además, retratar los desnudos de espaldas es una forma de mantener el anonimato y de que la gente tenga menos complicaciones para posar.»
La mayoría de los modelos que aparecen en las fotografías son conocidos o amigos de la autora, aunque Lajarín asegura que al principio no fue nada fácil reclutar voluntarios: «Yo estaba segura de que quedaría bonito, e intenté varias veces explicárselo a la gente, pero parece ser que no tenía mucho poder de convicción. Así que terminé por hacerme un autorretrato para poder enseñarlo y convencer a más gente. Me encantaría seguir con estas fotos mucho tiempo e intentar salir del círculo de los conocidos.»
Aunque Lajarín asegura que con estas fotografías no pretende reivindicar nada, lo cierto es que algunas de sus sesiones han tenido un cierto efecto terapéutico, tal y como ella misma nos explica: «Los modelos no siempre se llevan bien con esa parte de su cuerpo, y se ponen en mis manos con un poco de vértigo. Es bonito porque a veces este retrato ha servido para que el modelo y su culo hicieran las paces entre ellos. Esto no tiene precio.»
Si los culos son los protagonistas de estas fotos, los escenarios en los que aparecen son los actores de reparto, espacios cotidianos a los que Alba Lajarín consigue sacar provecho con mucha maestría y economía de medios. «Son las casas de los modelos, lugares de trabajo o sitios en los que estábamos por alguna razón. Voy con tiempo al lugar, observamos, oigo si los modelos tienen alguna preferencia y hacemos pruebas.»
Todas las imágenes están realizadas con luz natural, nos cuenta. «En algunas hay algún punto de luz artificial, pero es por mera decoración. No están retocadas. Lo único que he hecho es bajar un poco la saturación porque me molesta en general, pero solo un poco. Y en algún caso he ajustado un puntito el contraste para que se una más al resto de fotos.»
Para este proyecto Alba Lajarín ha utilizado una Nikon D3 con un Sigma 24-70 mm f2.8, aunque siempre usando focales en torno a los 50 milímetros. Preguntada por sus influencias, no duda en destacar el humor de Duane Michals y Elliott Erwitt. «Me gustaría ser su amiga», asegura. También muestra admiración por los trabajos de Garry Winogrand, Francesc Català-Roca y Helmut Newton.
Contenido publicado originalmente en Quesabesde.
tetas y culos ¡por fin este blog empieza a coger cuerpo!
ja ja ja estoy plenamente de acuerdo. Haber si llegamos al cuerpo completo.
Hola, como hay un culo que es un autorretrato de la autora me guataria saber cual es.
quise decir: gustaria
Tendrá que preguntárselo a la autora Francesc, nosotros no hemos querido ser indiscretos! Saludos!
No podía faltar el clásico ‘pornochacho’ con delantal azul, ja ja ja!!!
Podría llamarse esta serie ‘Retratos traseros’.
Un saludo.
Fotografías muy interesantes. En su web hay retratos brutales de artes escénicas. No la conocía, me parece una fotógrafa muy interesante. Gracias.
Pues si, efectivamente este blog empieza a tomar cuerpo, y me encanta !!!!.
Seguid así chicos.
Pep
[…] por aquí somos más de los culos retratados por Alba Lanjarín en su estupendo proyecto dedicado a este tema, si hay que elegir entre esta nueva moda y más selfies palo en mano, lo tenemos […]