Renunciar al f2.8 a cambio de ahorrarse peso y dinero. La propuesta tiene ya muchísimos años y todas las marcas han hecho alguna vez esta propuesta a los usuarios de su sistema en ópticas como el clásico 70-200 milímetros.
Sony lo hizo hace ya 9 años para su montura E, así que ya iba tocando poner al día su 70-200 mm f4 G OSS II Macro. Una denominación larga pero que ya nos da muchas pistas.
Gama G, es decir, no estamos ante un GM, la familia de ópticas más exclusivas y cara. Estabilizador óptico OSSS, II de segunda generación y, una de las grandes novedades, Macro porque la distancia mínima de enfoque se ha recortado tanto que podemos contar con un factor de implicación de 0,5. Un half macro en realidad.
Hemos estado estos últimos días centrados en probar la nueva Sony A6700 así que confesamos que no hemos tenido demasiado tiempo para este nuevo zoom. Pero sí hemos querido montarlo en una Sony A1 y salir a dar un paseo con él para recopilar una galería de muestras que sirvan de pista sobre su calidad de imagen.
Aunque Sony presume de la ligereza de su nuevo zoom, en realidad es menos de 50 gramos más ligero que la versión anterior. Respecto a sus dimensiones, el truco está en el sistema retráctil del zoom, que hace que se vaya extendiendo al ampliar la focal.
En cualquier caso, es verdad que es suficientemente pequeño y ligero como para poder trabajar con él de forma muy cómoda. Los acabados también son de primera, disponemos de cuatro interruptores, tres de ellos para ajustar el enfoque y la distancia, y otro para el estabilizador de imagen.
En las fotografías superiores se puede ver el alcance de 70 a 200 milímetros. La compatibilidad con los multiplicadores 1,4x y 2x es otra de las novedades y tampoco habría que olvidar que si estamos usando una cámara con suficiente resolución, siempre está la opción del recorte APS-C que, como en la última foto de esta secuencia, amplia en un 1,5x la focal real.
Por lo que hemos podido ver, la calidad de imagen es excelente y, siguiendo la estela de otras renovaciones de ópticas de Sony, el rendimiento a máxima apertura en las esquinas parece mejorar notablemente respecto al modelo anterior.
Muy bien también el sistema de enfoque automático, capaz de seguir el ritmo a los últimos modelos de Sony y sus rápidos algoritmos de detección y seguimiento. Con la A1, por ejemplo, forma una gran pareja y quienes puedan sobrevivir sin un f2.8 tienen aquí una opción más económica y ligera.
Y teniendo en cuenta que la foto de naturaleza es uno de los ámbitos de trabajo principales para una óptica como esta, las nuevas posibilidades macro (0,5x) de este 70-200 mm f4 son, sin duda, un argumento más a tener en cuenta.