Escapada exprés a Londres para poder tener entre las manos las nuevas Sony RX100 V y A6500 presentadas hace unos días. Habrá que esperar todavía unas semanas para verlas en los escaparates, así que nada mejor –o peor- contra la impaciencia que verlas en acción y comprobar si la lista de promesas de Sony con esta renovación por partida doble se cumple.
Como suele ocurrir, la teoría suena mejor que la práctica. Porque cuando decimos Londres no hablamos de un tranquilo paseo por la ciudad para ver cómo se comporta la nueva compacta estrella de las RX, sino de una presentación en las oficinas de la compañía en la capital británica.
¿Suficiente para probar la cámara? En absoluto. Tan sólo un aperitivo porque, por ejemplo, nos volvemos sin poder apenas catar la A6500 –se trataba de un modelo de preproducción con el que no se podía hacer fotos- y con la RX100 V tampoco ha habido oportunidad de ir más allá de ver cómo funciona el enfoque y la ráfaga.

En realidad, estos son los dos puntos estrella de esta quinta generación y la razón para plantearse invertir los 1.200 euros que costará cuando llegue al mercado el próximo mes de noviembre.
La clave –nos explican desde la compañía- es el sensor CMOS con tecnología stacked que básicamente consiste en incluir un memoria DRAM que mejora el buffer de la cámara. Unido a un segundo procesador que acompaña al clásico Bionx de Sony, el resultado es algo así como la potencia de la reciente A99 II pero en versión de bolsillo.
¿La A99 II? Sí, esa cámara SLT con montura Alpha que fue la novedad más destacada de Sony para Photokina y que veremos si más allá de sus interesantes prestaciones consigue convencer a algún comprador. Para muchos Sony es ya sinónimo de sin espejo y compactas de gama alta, y no hay sitios para esta prima de las réflex.
150 fotos en ráfaga
Pero volviendo a la RX100 V, este aumento de potencia se traduce en unas cifras bastante espectaculares: ráfagas de 24 disparos por segundo a máxima resolución y formato RAW que se pueden prolongar durante 6 segundos hasta completar las 150 imágenes que soporta el buffer.
El segundo ingrediente de esta receta es el sistema de enfoque que llega con 315 puntos por diferencia de fase, cubriendo un área del 65% de la escena. ¿Pantalla táctil para hacer un poco más fácil la selección del enfoque, una de nuestras quejas recurrentes de las RX100? De momento esa función queda reservada para la A6500.
Sobre el terreno, la verdad es que los dos sistemas combinados ofrecen un excelente rendimiento que marca una clara diferencia respecto a la generación anterior y la mayoría de compactas. Quienes tengan curiosidad pueden echar un vistazo al vídeo que hemos grabado con la RX100 V en acción siguiendo el movimiento de dos bailarines.
Bastante espectacular, la verdad, teniendo en cuenta que hablamos de una compacta de bolsillo. Y que cuesta más de 1000 euros, apuntarán algunos con toda la razón. Hay que tener en cuenta, eso sí, que al apurar el buffer de la cámara disparando en ráfaga, la grabación en tarjeta y la recuperación no es tan rápida como nos gustaría.
Podemos seguir disparando, aunque no es posible acceder a los menús de la cámara ni disponer de la máxima velocidad de ráfaga hasta que termina la grabación que, por cierto, cuenta con un bonito y dinámico indicador en pantalla. Si por error sacamos la tarjeta en mitar de la grabación, la cámara se apiada de nuestro despiste y continúa la operación al volverla a introducir.
Procesador más potente
Hemos llegado hasta aquí sin mencionar las dos piezas clave de esta quinta generación de las RX100 porque no hay cambios respecto al modelos anterior. Hablamos del sensor de 1 pulgada y 20 megapíxeles y del objetivo equivalente a 24-70 mm con una luminosidad de f1.8-2.8.
No obstante, el mencionado nuevo procesador –front end LSI, según la denominación de Sony- sí repercute en aspectos como la velocidad, hasta el punto de que este modelo promete ser 5 veces más rápido que su predecesora.
¿En qué se nota eso? En la eliminación del llamado blackout entre disparos –la pantalla o visor en negro entre dos imágenes cuando disparamos una ráfaga- y sobre todo en ofrecer un obturador electrónico que minimiza la clásica distorsión que se produce cuando hay movimiento. La promesa es poder trabajar hasta 1/32000 de segundo sin efecto gelatina.
El visor electrónico, por cierto, se aprovecha también de esas mejoras en el disparo en ráfaga, pero sigue sin adoptar el sistema de la RX1R II en su despliegue, por lo que es necesario accionar el interruptor para activarlo y luego mover el ocular antes de trabajar. Sin duda un detalle que habría que corregir en una cámara de este precio.
Cinco generaciones
¿Seguirá manteniendo Sony toda su gama RX100 con la llegada de esta quinta generación? Efectivamente, nos confirman. Una estrategia que posiblemente sea un quebradero de cabeza para quienes tengan que venderlas y que sin duda complica un poco la elección, pero que sin duda abre un abanico de precios para que cualquier interesado en una compacta de calidad pueda encontrar una RX100 sea cual sea su presupuesto.
Nos quedamos con ganas de ver si, como asegura Sony, las mejoras de la RX100 V no son sólo una cuestión de velocidad y enfoque, sino también de calidad de imagen al compararla con la generación anterior.
Se podían hacer fotos de muestra sí, pero confesamos que cada vez nos da más pereza y veremos menos utilidad a repetir las fotos que todo el mundo hace –hacemos- como borregos en los sets preparados a medida por las firmas en este tipo de presentaciones.
Pronto saldremos de dudas, aunque está claro que con este nuevo modelo Sony aspira a liderar esta categoría -¿seguir liderando? ¿volver a liderar- en la que la competencia está cada vez mejor posicionada y dispone de una gama muy amplia. Sony fue la primera en ver que las compactas con sensor de 1 pulgada eran el futuro, pero está claro que ya no es la única.
Las RX100 son unas cámaras muy atractivas e interesantes, al menos desde que aumentó su luminosidad y le colocaron visor. El problema es que su precio es prohibitivo.
Son ideales como complemento a un equipo mayor.
Un saludo.
El visor, que lo he probado, no me gustó nada, pero NADA. Y su tamaño tan reducido hace que «no sientas» la cámara. Y el pretexto de «bolsillera» no lo comparto: jamás me guardaré, por pequeña que sea, una cámara en el bolsillo del pantalón, es arriesgado y muy incómodo. Prefiero una m 4/3 con el 12/32mm «soldado a ella»… que en el bolsillo de una chaqueta entra de sobra.
Puede resultar paradójico, pero las primeras dos primeras versiones son a mi juicio las que más calidad ofrecen.
Puede resultar paradójico, pero las primeras dos versiones son a mi juicio las que más calidad ofrecen.
[…] digitales. Incuídos algunos de los últimos lanzamientos como la Olympus E-M1 Mark II o las Sony RX100 V, A6500 y A99 […]
¡¡¡Coño¡¡¡, ¿Porqué a esta cámara no le meten un zoom de x30 con los modelos HX o los Wx?. Sería la leche.
Porque técnicamente es imposible. O montas un sensor más pequeño (con lo que al final tienes mucho zoom pero poca calidad), o tienes que hace la cámara más grande (FZ1000, RX10, etc). Lo más que se aproxima a tu deseo, siempre en un tamaño compacto, es la Panasonic TZ100: sensor de 1″ y zoom de 10x (25-250mm)… no es un zoom tan potente pero es más que suficiente (a mí me sobra con un 24-70mm).
Se me olvidó:
Los modelos HX y WX montan sensores extremadamente pequeños (de smartphone, poco más o menos), esta cámara por el contrario monta un sensor de 1″. Es lo que te he explicado antes.
la probe y al igual que mi Sony WX-500 la resolución en pixeles y manejo de ruido no es la mejor, de baja calidad. compre un RX-100 y la tuve que devolver.
Ando buscando una compacta de buena calidad como la Olympus SP-310 que tengo, y hasta graba en RAW lo único malo es que usa 2 pilas AA que no duran ni 10 disparos, las probe casi todas.
He comprado en una página de Internet esta cámara. Tenía pensado comprar una compacta Canon de alta gama, para complementar mi equipo réflex Canon, pero viendo los reviews de esta cámara Sony me decidí por ella. Afortunadamente la página admitía devoluciones, porque sino me pego un tiro. Como que todos los reviews destacan las cosas positivas de esta cámara, no sé por qué motivo, yo diré por qué la he devuelto a los 2 días:
1. Para empezar la nitidez es de pena. A máxima resolución, incluso con la reducción de ruido activada, si quieres aumentar un poco la fotografía, con ISOs bajísimos y velocidades rápidas el ruido es inaceptable. Parece una pintura puntillista. La comparé con una antigua Canon HS220 de 30€ de segunda mano y no la supera de ninguna manera. En las imágenes, se nota que hay un procesado electrónico excesivo. Parece como si fueran fotos de otra foto.
2. Para entender el extensísimo menú que tiene te puedes pegar un año.
3. Cómo tengas los dedos un poco gruesos olvídate de manipular los controles de la cámara.
4. Para hacer vídeo tuve que comprar una tarjeta SD profesional que me costó 50 €. Lo podéis añadir al precio de la cámara.
5. La cámara no trae cargador, y para cargar la batería la tienes que cargar a través de la cámara.
6. La duración de la batería es ridícula. Se agota en un santiamén. Podéis añadir 40€ más para comprar tres baterías y un cargador. Y naturalmente el tamaño de la cámara ya no es tan pequeño al tener que acompañarte siempre del viaje de baterías de recambio.
7. Intenté hacer un slow motion de mi perro saltando, e incluso configurando una velocidad alta, no pille ni una fotografía que no estuviéra movida.
8. En vídeo puede que tenga mucha calidad, pero como se os ocurra mover el botón de zoom graba el ruido escandaloso del motor, y como no acepta un micro externo, os lo coméis con patatas.
9. No sé si es mi ordenador, pero el Camera raw que tengo no abre los archivos ARW de esta cámara, y sin embargo abre los ARW de otras cámaras Sony. Tuve que hacerme con otro programa para poder editar los ARW de este modelo de Sony.
10. Cuando la mayoría de cámaras ya tienen pantalla abatible en todas las direcciones, esta solo se despliega en un sentido. Ya es algo…
Conclusión: no voy a volver a hacer caso caso a los reviews, y voy a apostar por las marcas que ya conozco. Saludos.