Un año más los Sony World Photography Awards calientan motores para anunciar el próximo 12 de abril al ganador o ganadora del que es uno de los concursos fotográficos más prestigiosos de la actualidad. Este año, en su 15ª edición, sólo un fotógrafo español ha conseguido estar entre los finalistas que optan al codiciado galardón. 

Se trata de  Javier Arcenillas, que ha sido seleccionado en esta ocasión como finalista en la categoría “Arquitectura y diseño” por su trabajo sobre la ciudad de Nur-Sultan en Kazajistán.

Nur-Sultan
© Javier Arcenillas
Astana
© Javier Arcenillas

340.000 imágenes (156.000 en las categorías profesionales) de 211 regiones diferentes del mundo han concursado este año en el certamen, batiendo una vez más su propio récord de participación.

Esta es una pequeña selección de las fotos finalistas en las diferentes categorías, pero la verdad es que merece la pena echarle un vistazo a la galería completa que puede verse aquí.

INSURRECTION
© Win McNamee – Finalista categoría Proyecto documental
Living in the Transition
© Shunta Kimura – Finalista categoría Medio ambiente
Kuarup
© Ricardo Teles – Finalista categoría Deporte
New Waves
© Raphal Neal – Finalista categoría creatividad
The Fox’s Tale
© Milan Radisics – Finalista naturaleza y vida salvaje
Life On Earth
© Lorenzo Poli – Finalista categoría Paisaje
The Children of the Financial Collapse in Venezuela
© Jan Grarup – Finalista categoría Proyecto documental
Portfolio
© Hugh Fox – Finalista categoría Portfolio
Constellation
© Haruna Ogata – Jean Etienne Portail – Finalista categoría Bodegón
Portraits in Ashes
© Gideon Mendel – Finalista categoría Medio ambiente.
Caryatis 2021
© George Tatakis – Finalista categoría Retrato
Bushmeat Hunters
© Brent Stirton – Finalista categoría Retrato
The Beauty of Humanity
© Anna Neubauer – Finalista categoría Portfolio
Solar Graphic
© Andrius Repys – Finalista categoría Paisaje
Mellow Apocalypse
© Alnis Stakle – Finalista caetegoría Creatividad

11 COMENTARIOS

  1. Cuando la revolución tecnológica estableció un antes y un después en la historia de la fotografía hace dos décadas los vendedores de los nuevos cacharritos tenían un marketing común en el que todos venían a coincidir con ligeras modificaciones: «Expande tu capacidad creativa más allá de todo límite»

    20 años después se evidencia que lo que estaban vendiendo en realidad era la falacia de que el sólo hecho de comprarte una cámara te convertía automáticamente en artista: «Expande tu capacidad creativa más allá de todo talento del que careces». Y de aquellos polvos estos lodos.

    • Premiar la mediocridad no deja de ser una estrategia comercial muy inteligente. Efectivamente cualquiera que contemple este sombrío panorama se puede decir: «si han premiado eso yo también voy a participar a ver si suena la flauta por casualidad y obtengo mis cinco minutos de gloria». Y así los convocantes ya tiene excusa para certificar el «éxito» del concurso basado en el hecho de que el número de participantes aumenta cada año, pues efectivamente el criterio de éxito está basado en la cantidad, no en la calidad, categoría etérea de la que ya se ha perdido toda referencia.

    • Las imágenes que nos propone este tal Arcenillas en clave altísima con la deliberada intención de incinerar nuestras retinas tiene un mensaje oculto que es preciso interpretar. Estas fotos, en efecto, están más allá de la línea, de la geometría y de la composición arquitectónica que le sirve de base y que la visión privilegiada del autor pretende trascender, no con los ojos físicos sino con los del espíritu. Esta intención de representar lo más sublime del todo a través de unas imágenes en las que en realidad no se ve nada es un claro ejemplo de la nueva fotografía del fraude…. perdón, quiero decir: de la nueva fotografia conceptual que muy atinadamente ha sabido valorar el jurado y que nosotros, por supuesto, debemos respetar y aplaudir.

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