Un año más los Sony World Photography Awards calientan motores para anunciar el próximo 12 de abril al ganador o ganadora del que es uno de los concursos fotográficos más prestigiosos de la actualidad. Este año, en su 15ª edición, sólo un fotógrafo español ha conseguido estar entre los finalistas que optan al codiciado galardón.
Se trata de Javier Arcenillas, que ha sido seleccionado en esta ocasión como finalista en la categoría “Arquitectura y diseño” por su trabajo sobre la ciudad de Nur-Sultan en Kazajistán.


340.000 imágenes (156.000 en las categorías profesionales) de 211 regiones diferentes del mundo han concursado este año en el certamen, batiendo una vez más su propio récord de participación.
Esta es una pequeña selección de las fotos finalistas en las diferentes categorías, pero la verdad es que merece la pena echarle un vistazo a la galería completa que puede verse aquí.















Nivel bajísimo, en las profundidades de las fosa de las marianas. Si estas son las finalistas me pregunto cómo serán las que han descartado. Menudo chiste.
Lo de la montaña pegada al careto de un tío recién salido de la ducha es abracadabrante. Sin duda el concepto de creatividad en fotografía está sufriendo una metástasis para la cual no hay quimioterapia posible.
Cuando la revolución tecnológica estableció un antes y un después en la historia de la fotografía hace dos décadas los vendedores de los nuevos cacharritos tenían un marketing común en el que todos venían a coincidir con ligeras modificaciones: «Expande tu capacidad creativa más allá de todo límite»
20 años después se evidencia que lo que estaban vendiendo en realidad era la falacia de que el sólo hecho de comprarte una cámara te convertía automáticamente en artista: «Expande tu capacidad creativa más allá de todo talento del que careces». Y de aquellos polvos estos lodos.
No lo veo… el criterio del jurago, quiero decir… es como una lotería en la que podría ganar cualquiera
Premiar la mediocridad no deja de ser una estrategia comercial muy inteligente. Efectivamente cualquiera que contemple este sombrío panorama se puede decir: «si han premiado eso yo también voy a participar a ver si suena la flauta por casualidad y obtengo mis cinco minutos de gloria». Y así los convocantes ya tiene excusa para certificar el «éxito» del concurso basado en el hecho de que el número de participantes aumenta cada año, pues efectivamente el criterio de éxito está basado en la cantidad, no en la calidad, categoría etérea de la que ya se ha perdido toda referencia.
+10
Deprimente, muy deprimente. Es ver las dos primeras y sentir inmediatamente el impulso irrefrenable de meterme un chute de Prozac.
Las imágenes que nos propone este tal Arcenillas en clave altísima con la deliberada intención de incinerar nuestras retinas tiene un mensaje oculto que es preciso interpretar. Estas fotos, en efecto, están más allá de la línea, de la geometría y de la composición arquitectónica que le sirve de base y que la visión privilegiada del autor pretende trascender, no con los ojos físicos sino con los del espíritu. Esta intención de representar lo más sublime del todo a través de unas imágenes en las que en realidad no se ve nada es un claro ejemplo de la nueva fotografía del fraude…. perdón, quiero decir: de la nueva fotografia conceptual que muy atinadamente ha sabido valorar el jurado y que nosotros, por supuesto, debemos respetar y aplaudir.
Sobreexponer querido Jonny, Sobreexponer.
Hahahaha, las tuyas querido Rodol son las que necesitamos admirar. Oh gran redíos de la justicia trol. Hahahaha
Lo que necesitarías es desconectarte, que vaya intensito que eres calamar.
Seguro que te relees las lineas tres veces para saber que te gustas.