Aunque los argumentos éticos deberían ser más que suficientes para disuadir a cualquiera de robar fotografías, también existe otro argumento de peso: la posibilidad de que una demanda acabe vaciando los bolsillos de los que quieren aprovecharse del trabajo de los demás.

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Esto es lo que podría pasarle a la compañía estadounidense Solutions Pest And Law, una empresa especializada en control de plagas que se enfrenta a una demanda de 2,7 millones de dólares por el uso indebido de 18 imágenes del fotógrafo Alex Wild.

Captura de la web de la empresa infractora donde puede verse una de las fotografías de Wild

Participante habitual en concursos de naturaleza de National Geographic o Smithsonian, Alex Wild trabaja como entomólogo en la Universidad de Texas, Austin, y cuenta con una extensa colección de fotografías de insectos que ofrece gratuitamente o a precios muy bajos a escuelas y entidades sin ánimo de lucro.

Eso sí, cuando hay intereses económicos de por medio Wild reivindica de forma estricta su derechos de autor, como no podía ser de otra manera. De hecho el autor facilita el uso legal de sus imágenes en su web, donde detalla de forma clara las diferentes licencias y tarifas que pide por su fotos.

A pesar de ello se encontró hace poco más de un año con que la compañía Solutions Pest And Law estaba usando en su web varias de sus imágenes sin permiso, por lo que les envió una carta exigiendo la retirada de las mismas. Ante la falta de respuesta Wild envía una segunda carta, esta vez a través de su abogado y esta vez con respuesta.

Como suele ser tristemente habitual en estos casos, la compañía no dudó en echar la culpa a la empresa subcontrada encargada del desarrollo de la web, y aseguraron por escrito que investigarían lo ocurrido y retirarían las imágenes. La sorpresa vino meses después, cuando Wild comprobó que no solo no habían retirado las fotos si no que además había nuevas imágenes robadas hasta completar un total de 18.

Visto lo visto el fotógrafo decidió interponer una demanda exigiendo una compensación de 150.000 dólares por cada una de la fotos usadas sin permiso, el máximo que permite la ley federal para las imágenes registradas en la oficina de derechos de autor. En total 2.700.000 dólares.

Según explica el propio Wild en Fstoppers, esta es una más de las muchas demandas que realiza a lo largo del año, aunque eso sí reconoce que hasta ahora las cantidades en juego nunca había sido tan elevadas. Así mismo se sorprende de la desfachatez de algunos infractores, que no solo no responden a las peticiones para retirar las imágenes si no que continúan robándolas sin ningún pudor.

visto los visto podemos aprender dos cosas de esta historia. Una ya la debería saber todo el mundo: robar imágenes está mal. La otra es que es muy importante registrar las fotografías como es debido, hay gente con mucho morro acechando en cualquier esquina. Avisados estáis.

19 COMENTARIOS

  1. solución!!! no subir ni una foto a internet, ni por asomo.
    todas guardadas en uno varios discos propios.
    y quien quiera una foto, imprimida, y porsupuesto que la pague.
    y nada de participar en concursos que uno no cobra
    en parte la culpa es es uno mismo y esa vanidad de colgar nuestras fotos en la red.
    así lo hago yo y fotografos que conozco.

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