Hay selfies que salen muy caros. Y si no que se lo pregunten a Simon Birch, un artista multimedia cuya última exposición en una galería de Los Angeles acabó en tragedia por culpa de una fotografía.

Como si de un gag se tratara, un mal gesto de una visitante mientras posaba para una foto provocó un efecto dominó en las estanterías donde se exponían algunas de las obras. El resultado, según recoge The New York Times, daños valorados en unos 200.000 dólares.

¿Un montaje para viralizar el vídeo y animar al público a visitar esta exposición y quién sabe si incluso comprar alguna de sus obras antes de que otro selfie acabe con ellas? Las sospechas están más que justificadas, pero el propio Birch ha explicado que, desgraciadamente, el vídeo captado por las cámaras de seguridad es auténtico.

En cualquier caso, este carísimo autorretrato sólo es uno más en la larga lista de accidentes fotográficos que se han llevado por delante diversas obras en museos de todo el mundo. De hecho, en muchos ya se han prohibido los palos de selfies para al menos minimizar el riesgo de accidente.

Más allá de las consecuencias artísticas, los populares selfies -no, no parece una de esas modas pasajeras- también se han cobrado decenas de víctimas en los últimos años. Desde 2014 se calcula que unas 130 personas han fallecido practicando este arte del autorretrato.

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