Han pasado nada menos que 11 años desde que visitamos por primera vez la factoría de Nikon en Sendai, Japón. Entonces vimos cómo se fabricaban las D3, su primera réflex digital de formato completo. Ahora es el turno de la Z7, su primera sin espejo con sensor de 24×36 milímetros.
Así que hasta allí nos fuimos con la esperanza, como siempre que visitamos una fábrica, de no sólo ver el proceso de montaje, sino también intentar grabarlo. Alguna vez -en Fujifilm o en Sony hace unos meses- algo conseguimos rascar pero aquí las normas eran claras: nada de cámaras o móviles dentro de la fábrica.
A cambio, eso sí, hemos preparado un vídeo donde os contamos algunos de los detalles de la fabricación de las Nikon Z y, a falta de imágenes propias, compartimos las proporcionadas por la compañía.
En realidad las líneas de montaje de unas fábricas y otras se parecen mucho, aunque en caso de Nikon nos ha sorprendido la apuesta por una mayor automatización y trabajo con robots en el montaje de algunos componentes.
Pese a ello, es verdad que el trabajo manual sigue siendo mayoritario y bastante curioso para quienes imaginan fábricas ultramodernas y totalmente automatizadas. De hecho, la parte de la producción de la nueva montura Z recuerda mucho a un taller con su aceite, mecanizado, virutas metálicas…
Pero, sin duda, lo que no deja de sorprendernos por muchas fábricas que veamos es el proceso de revisión manual de cada cámara una vez montada y lista para empaquetarse. Pantalla, tarjeta -sí, la polémica XQD-, flash, USB, todos los botones y mandos de la cámara…
Ahora mismo casi 400 personas trabajan montando la Z7 y, según informaba hace poco Nikon, la alta demanda hace que no den a basto con los pedidos. ¿El típico farol que se dice con un lanzamiento tan importante como este o es verdad?
Sea como sea, tras esta primera tanda de producción de la Z7 -nos explicaron- será el momento de empezar con la Z6, idéntica en muchos de sus componentes pero que requiere alguna adaptación de la línea de montaje para colocar un sensor y procesador diferentes.
En el vídeo os lo contamos aunque, eso sí, ya os adelantamos que salimos de allí sin saber si el CMOS de estas cámaras viene de la factoría de Sony que el pasado otoño visitamos en el sur de Japón.
Ya-Ya, que no les han dejado filmar dentro, ni si quiera les hemos visto ponerse la ropa especial de aislamiento, solo los patucos. Lo que pasa es que ha debido de haber una filtración de lo que ocurrió en la fábrica de Sony, y a Iker y a Álvaro les han tenido encerrados en el cuarto de las visitas con la bolsa del souvenir para entretenerles, mientras los demás sí visitaban las instalaciones. Todo esto es fácil de comprobar, cuando se constate que no aparecen cámaras Nikon con pelo. 🙂
Eres malo Tolix, ahora no puedo y quitarme de la cabeza la imagen de The spanish calvetes contaminando la cadena de montaje de las Nikon Zombi.
Imagina que eres japonés y trabajas en Nikon, y llegan dos extranjeros calvos, con gafas y barba, que te cuesta distinguir el del otro, porque a ellos les ocurre como a nosotros, que todos nos parecen iguales, y encima grabando con una Panasonic, pues más que sospechosos. Así que les habrán metido en cuarentena hasta que ha terminado la visita guiada de todos los demás. Seguro que “aparecen” fotos de lo que digo. 🙂