Desde hace algunos años parece claro que las cámaras más potentes del mercado están optando por usa las tarjetas de memoria CFexpress como sistema principal de almacenamiento. En ocasiones acompañadas por tarjetas SD Card, pero también como único soporte disponible.
Y es que la alta resolución de modelos como la Canon R5, la Sony A1 o la Nikon Z7 combinada con la posibilidad de disparar un montón de fotos por segundo, hace indispensable el uso de tarjetas con altas velocidades de lectura y escritura. Algo esencial también para las continuas mejoras en la grabación de vídeo.
Está tendencia no ha llegado aun a los ordenadores, que siguen apostando por incorporar ranuras para tarjetas SD Card en el mejor de los casos, ya que la anterior generación de MacBook de Apple ni siquiera cuenta con lector de tarjetas. Por lo que el que se lance a por una cámara de altos vuelos se verá probablemente obligado a invertir en un lector de tarjetas CFexpress. Y los de calidad no son precisamente baratos.
Por eso nos han encantado las tarjetas X-Driver, un invento de Uniport Solutions que consiste en una CFexpress estándar que cuenta con su propia conexión USB-C integrada, por lo que es posible sacarla de la cámara y conectarla directamente a cualquier ordenador, tablet o teléfono que cuente con este tipo de conector, sin necesidad de usar un lector externo.
El fundador de Uniport Solutions asegura que han sido necesarios tres años de trabajo para llegar al diseño de la X-Driver, ya que suponía un desafío incorporar la conexión USB-C sin sobrepasar las dimensiones de una CFexpress tipo B estándar.
Además la tarjeta está optimizada para obtener la máxima potencia del soporte, con velocidades de transferencia de hasta 1700 Mb/s.
Uniport Solutions está actualmente buscando financiación a través de la plataforma IndieGoGo. Si consiguen llegar al objetivo de 20.000 dólares empezarán a producir las tarjetas X-Driver con capacidades de 128, 256 y 512 GB que costarán 180, 300 y 480 euros respectivamente.