Foto: Ximo Berenguer / Joan Fontcuberta

Para algunos ha sido una genialidad. Para otros, una tomadura de pelo o un nuevo capítulo en esa obsesión de Joan Fontcuberta por demostrar lo fácil que es usar la fotografía para engañar a todo el mundo. Y esta vez su estrategia ha funcionado a la perfección, porque tras convertir a un tal Ximo Berenguer en un autor aclamado por crítica y medios, resulta que ese fotógrafo nunca existió: las fotos eran del propio Fontcuberta, realizadas en su juventud.

Así lo ha explicado recientemente en la presentación del libro «A chupar del bote», que reunía la obra de este desconocido e inexistente autor que saltó a los titulares en 2016 y protagonizó exposiciones en el IVAM y PHotoEspaña. De origen valenciano y supuestamente fallecido en 1978, su trabajo se centraba sobre todo en la Barcelona de la década de los 60 y 70, y en lugares como el mítico El Molino.

Foto: Ximo Berenguer / Joan Fontcuberta

Una historia épica llena de anécdotas y grandes amistades que lo unían a autores como Leopoldo Pomes. Incluso muchos daban por hecho que los textos del citado libro estaban redactados por Vázquez Montalbán. Pero al final Berenguer era una mentira. O un fake, como ha preferido decir Fontcuberta durante la presentación del que en realidad era su libro y sus fotos.

Unas imágenes, por cierto, de una notable calidad documental y sin discursos postfotográficos por medio, más allá de la curiosa historia a su alrededor. O de la ingeniosa manera de rescatar y promocionar un trabajo de hace algunas décadas, como señalan algunos.

No es, ni mucho menos, la primera vez que Fontcuberta juega con la realidad. Ya en 1968 la delirante historia de Sputnik -el astronauta que tampoco existió- el truco era similar. «En este caso lo curioso es que lo que él acaba formando parte de lo que denuncia. Crea un fake (que pasa bastante desapercibido) y luego lo desvela. Pero como él está detrás el caso acaba teniendo un eco que de otra manera no tendría», explica Roberto Villalón de ClavoArdiendo Magazine.

La moda de los hallazgos sorprendentes -apunta- ha permitido a Fontuberta hacerse un Vivian Maier con sus propias fotografías y denunciar que muchas veces se da publicidad a trabajos mediocres sin que nadie cuestione ni el valor de las fotos ni la veracidad de la historia que hay detrás.

«¿Es ahora mejor «Chupando del bote» si cambia la historia de su autor? ¿Sabemos si lo que contamos los medios es fiable? ¿Tenemos un pensamiento crítico con lo que nos dicen que debemos apreciar o no?», se pregunta Villalón.

15 COMENTARIOS

  1. O como colocar en el mercado unas fotografías guardadas desde hace años y que no tienen nada que ver con su discurso artístico. Con la excusa de poner en evidencia la facilidad con que se puede engañar a críticos y público, coloca unas fotos que nada tienen que ver con su obra y las eleva a su nivel.
    ¿Genialidad?, no. Están los genios y están los ‘listos’, os podéis imaginar cuál es mi opinión sobre este fotógrafo.

    Un saludo.

  2. Este señor es un genio, porque logró hacer lo que muchos no han podido y es triunfar y ser reconocido aunque sea engañando con el uso de un seudónimo, es notable pensar que autores literarios como Stephen King, intentó publicar con otro nombre una novela y fracaso de hecho parte de la explicación que le daban los editores que no sabían que era Stephen es que el material no era bueno, pero Fontcuberta triunfó dos veces con su imagen aunque se hiciera llamar Ximo Berenguer…

    • Pero hay un detalle con el que no contaba Stephen King y es que en los últimos años en el mundo de la fotografía se han descubierto trabajos de fotógrafos desconocidos, olvidados en casas, baúles, maletas. El caso mas impactante es el de Vivian Maier. Con ese clima y euforia colectiva en la que cualquier descubrimiento de fotógrafos desconocidos es noticia, entra el trabajo de este Ximo Belenguer, ¿quien no va a aprovechar este descubrimiento y presentarlo al mundo?.
      King lo tuvo más complicado, seguro. Incluso dudo mucho que esa obra bajo seudónimo no fuera buena, pero aunque desconozco el mundo editorial, me imagino que no va a llegar cualquiera con un manuscrito y va a poder sacar a la venta un libro, cuando el editor seguro que tiene una lista muy larga.

      Un saludo.

  3. Si lo que pretendía demostrar Ivan Istochnikov por enésima vez es que los medios pueden tragarse ciertas historias mínimamente elaboradas, no cabe duda de que lo ha logrado.

    Corto y pego los dos primeros párrafos del artículo publicado en El País (primer link del texto de photolari).

    Lo del coreógrafo cubano y el autor de los textos es de traca.

    «Entre 1973 y 1976 la historia llamaba a la puerta cada día. Lo que estaba a punto de morir y lo que estaba a punto de nacer competían por sacar cabeza. Puede que la noche fuese el lugar que antes se despidió de la dictadura. Y puede que Ximo Berenguer (Picanya, 1946-Barcelona, 1977) fuese el fotógrafo que lo vio en El Molino, el mítico cabaré de Barcelona.

    Con un acceso privilegiado gracias a su noviazgo con el coreógrafo, el cubano Negrito Polly, el fotógrafo retrató la trastienda de aquel local, donde los travestis se mezclaban con burgueses canallas y los franquistas se reían del franquismo. De su inmersión en la cutrez de los camerinos y en el frenesí del público seleccionó material para un libro que ha permanecido inédito durante 40 años y que ahora ha publicado la editorial RM, respetando la idea original del autor y los textos de Manolo de la Mancha.»

  4. La historia es falsa, Fotcuberta dice lo que se lleva diciendo desde hace ya ni se sabe, lo único que diferencia este «invento» es que el ha aprovechado su ingeniería social en el medio para hacer una demostración que es totalmente prescindible…basta ver algunos trabajos y autores de photoespaña para verificarlo, sin necesitar ninguna evidencia más.

    Pero si lo dice y hace Fotcuberta entonces hablamos de «genio»…paradojas de la vida, otra vez se han dejado engañar todos.

  5. La evidencia de la decadencia de los medios. Si la primera tarea, que es contrastar, no la hacen, los primeros que se engañan son ellos. Fontcuberta lo único que ha hecho es dejarlos en evidencia, y aprovechar la atención que el hecho de desvelar la treta le ha prestado para vender un trabajo antíguo.

    ¿Un genio? No. Alguien avispado

    Hace ya bastante tiempo que parte de los informativos televisivos por poner un ejemplo, se nutren de vídeos de Youtube, de opiniones o controversias en Twitter, de perfiles de Instagram y otras imbecilidades varias, con la credibilidad que tienen todas ellas. De ahí que hayan sido también numerosas las veces que les han colado fakes celebérrimos y de la manera más simple y chapucera posible. Están francamente en declive desde el día que tiraron por la borda su credibilidad.

  6. Hola¡¡¡ que divertido¡¡¡ y a quien ha engañado Fontcuberta???? por que termino de leer que resulta que los lugares donde ha expuesto este facke como el IVAM de Valencia y los otros locales resulta que sabían que el trabajo era de Foncuberta y lo habían hecho en colaboración con el… entonces? a quien ha pretendido engañar? por que parece ser que para el publico incluso de estos lugares este Ximo ha pasado completamente inadvertido y nadie sabe nada de el. ¿No será que os ha engañado a todos lo que no habeís dado la noticia completa y os habeís hecho eco de su fantasmada?

    Cancha a Fontucuberta¡¡¡¡¡ el pufo vivo de la fotografía¡¡¡¡

  7. Ya estoy cansado de oir la misma canción sobre… «la fotografía es toda mentira».

    La fotografía casi siempre es real, es decir, se ha realizado de una toma real, otra cosa es el texto que la acompaña para hacernos creer en una situación o de la interpretación que queramos darle a cada fotografía (esto es muy típico de Fontcuberta, como en este caso).
    Quizás tendríamos que preguntarnos…, ¿el texto refleja la realidad o es inventado?.

    Me explico…, cuando un fotógrafo crea una situación ficticia para hacer creer que es real, se está retratando la realidad, que es siempre una ficción o una recreación, por supuesto para hacernos creer que es real, ¿pero que ha fotografiado? pues la realidad, un escenario montado o creado para la ocasión, una obra de teatro, pero que era real en ese momento.

    Y digo casi siempre a excepción de cuando haya sido manipulada posteriormente, es decir, se hayan introducido o eliminado partes de la escena que no estaban en la toma original (también muy típico de Fontcuberta).
    La fotografía capta la realidad, y punto.
    Justo lo contrario de lo que muchos nos han querido hacer creer o no han sabido ver más allá de sus narices.
    Saludos.

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