Cuando probamos la Canon EOS R100 hubo una pregunta que quedo pendiente y que ya tocaba resolver: ¿mejor apostar por la también reciente Canon R50 aunque haya que pagar un poco más?
Las dudas están más que justificadas porque en realidad las dos cámaras se parecen mucho. Comparten diseño, sensor, filosofía de uso en cuanto ser pequeñas, sencillas y baratas… Pero hay pequeños detalles que pueden marcar diferencias para muchos usuarios y de eso es de lo que hablamos en esta prueba.
Ambas conforman la nueva versión sin espejo de un segmento que Canon siempre ha dominado: el de los modelos de entrada. Cámaras pequeñas, fáciles de usar y que, pese a ya no ser tan baratas como las SLR, siguen siendo la puerta de entrada a su catálogo. Al menos la R100, porque esta R50 está un peldaño por encima.
Canon EOS R50 y R100, parecidas pero no idénticas
A primera vista parecen la misma cámara, pero si nos fijamos un poco mejor veremos algunas diferencias. El tamaño y peso son idénticos, también la distribución de mandos, y principales ajustes.
Las dos cuentan con conexión para micrófono, pero curiosamente la R100 tiene además para disparador remoto, pero la R50 no. A cambio, la R50 se puede cargar a través del puerto USB, algo que no es posible en la R100.
El visor electrónico es también igual y, la verdad, un poco decepcionante en cuanto a tamaño y resolución, aunque sí nos da la sensación de que el refresco es mejor en la R50. De todos modos, en la parte trasera está una de las grandes diferencias.
La R50 tiene un monitor articulado y táctil, frente a la pantalla fija y no táctil de la R100, uno de los detalles que más criticamos al probarla. Como ya dijimos, teniendo en cuenta que hablamos de cámaras pensadas para usuarios que vienen del móvil y que quieran ser también herramientas de vídeo y vlog, se trata de una prestación muy importante.
Calidad similar, mejor enfoque
Las dos cámaras utilizan un CMOS de 24 megapíxeles y tamaño APS-C, de rendimiento y solvencia más que conocida. No es ni pretende ser el mejor del mercado, pero ofrece buenos resultados en cuanto a detalle, color…
La Canon EOS R50 marca distancias co el procesador Digic X y un ajuste de sensibilidad máxima un paso por encima de su hermana pequeña: 32.000 ISO o 51.200 ISO forzado. Pese a las diferencias teóricas, la verdad es que cuesta encontrar diferencias entre ambas en cuanto a calidad de imagen y rendimiento del sensor.
Si hablamos del enfoque la cosa cambia, porque el sistema Dual Pixel CMOS de la R50 demuestra ser algo más ágil en la detección y seguimiento de sujetos en la escena, lo que se agradece si toca enfrentarse a una situación con algo de acción. En este sentido, la pantalla táctil también ayuda a la hora de facilitar la selección rápida del punto de enfoque porque, claro, no tenemos joystick en ninguna de las dos.
La velocidad de disparo en ráfaga también permite a la R50 marcar distancias: 12 fps frente a los 3,5 de la R100, y hasta 15 fps con obturador electrónico, mientras que la R100 sólo llega a 6,5 disparos por segundo. Sorprenden esos 12 disparos por segundo en una cámara sencilla, aunque hay que tener en cuenta que está limitada a sólo 7 fotos consecutivas en RAW o 42 JPEG.
Si hablamos del vídeo, las diferencias también son contundentes. La Canon R50 permite grabar 4k sin recorte, tampoco tenemos limitación e 29 minutos por clip, hasta 10 bits usando el formato HDR de Canon, Full HD a 120 fps y enfoque Dual Pixel en todas las resoluciones. En definitiva, unas prestaciones de vídeo muy decentes para una cámara de este nivel y precio.
¿Merece la pena la Canon R50?
La respuesta rápida es un claro sí. La lenta también, a no ser que sólo nos interese la calidad de imagen, el tamaño y pagar lo menos posible. En ese sentido, la R100 es una buena opción, pero si realmente queremos pantalla articulada y táctil, un enfoque y ráfaga más capaces y un vídeo decente, mejor y a por la R50.
La buena noticia, además, es que la diferencia de precio es de apenas 150 euros entre uno y otro modelo. Razón de más para apostar por la Canon EOS R50.
Ojalá, por cierto, la oferta de ópticas APS-C para el sistema R de Canon crezca pronto. No parece que la marca tenga intención de abrir su montura por ahora a otros fabricantes, así que le tocará apretar el acelerador en solitario para conseguir que sus EOS R con este sensor puedan competir con otros sistemas mas veteranos y con una gama de objetivos mucho más amplia.
Es el dia de la marmota pero en vez de comparar dos reflex tipo Canon EOS 600 y Canon EOS 700, lo hacemos con dos mirrorless también gama baja.
La pela es la pela Sr.Canon!
Jajaja..ya me estoy imaginando a Álvaro bostezando de aburrimiento. (Y una legión de aficionados como yo también) 😉