Hace no mucho tiempo, poder transformar de forma sencilla y por poco dinero una cámara de película en una digital era el sueño de muchos fotógrafos. Aunque los tiempos y modas han cambiado y ahora a muchos les interesan más los carretes que los megapíxeles, el interesante proyecto I’m back vuelve a la carga con una nueva versión de sus respaldos digitales.
Una que, además, enlaza con el concepto original de esta idea, que lleva décadas sobrevolando el sector, ha protagonizado leyendas urbanas e incluso alguna inocentada: un adaptador con forma de carrete que convierte en digital cualquier cámara de 35 milímetros.
Atrás quedan las primeras versiones de este invento que se remonta a 2016 y que ahora se simplifica con un accesorio que se coloca en la parte trasera de la cámara, en la zona de carga de la película. También hace falta una empuñadura en la base, que se ocupará de la batería y contará también con una pequeña pantalla de 1,5 pulgadas.
Más allá de la posibilidad de adaptarse a muchos modelos antiguos, la clave está en el sensor, un CMOS Micro Cuatro Tercios de 20 megapíxeles y fabricado por Sony. Así que, efectivamente, tocará multiplicar por dos las focales de las ópticas montadas en esta cámaras convertidas a digital.

El proyecto ya está disponible en Kickstarter donde ha recaudado hasta ahora casi 300.000 euros. El precio de lanzamiento ha sorprendido a muchos, puesto que comienza a partir de 570 euros, aunque se asegura que el precio de venta definitivo rondará los 900 dólares cuando se acaba esta primera campaña de lanzamiento.
Lo primero que he pensado ha sido: «Ufss, micro 4/3, qué mal… pero en cuanto saquen uno en FF me lo compro; Larga vida a mi EOS 5»
Pero después, reflexionando un poco, llego a otra conclusión: «a ver, Javier, va a ser la misma imagen digital que generaré con mi R, con mis mismos objetivos EF L o mi colección de Zeiss me montura C/Y montados en la EOS 5. Tendré un RAW igual. La única y gran diferencia será que no podré ver las fotos hasta que no las descargue en el ordenador. después las editaré lo mismo que las de la R. Mal negocio»
Es como la gente (me incluyo, yo también he recaído) que hace fotos con negativos para después escanearlos y acabar editándolos de nuevo en el ordenador. Aun peor negocio.
Quizás siento que los negativos estarán ahí disponibles toda la vida (salvo incendio u otra desgracia de similar consecuencia) y que siempre podré quitarle el polvo a la ampliadora y volver a sentir la magia de ver cómo la emulsión va apareciendo ante mis ojos. Y solo en blanco y negro, claro.
Cada uno hará lo que le haga feliz, por supuesto y estará bien, pero creo que tras el impulso emocional inicial… paso.
Es verdad, qué limitación como fotógrafo siente uno cuando dispara con M43. A mi me pasa lo mismo, cuando no disparo con la Fuji GFX 100s II, no hago buenas fotos.
No es cierto lo que dices. Cada formato tiene ventajas e inconvenientes dependiendo del tipo de fotografía que realices: en mi caso hago retrato y tengo todo el equipo basado en FF. Si yo hiciese macro o aves, estaría encantado de utilizar M4/3.
La cámara no hace las fotos buenas o malas…
Un sensor de 24×36, full frame, vamos, al precio de 200 euros, me apunto.
En mi caso, uso TODAS las lentes de mis analógicas Nikon (FM2 y F100) en mi digital FF Nikon D600, incluso puedo usarlas en las que no son FF (D200 y D300). Teniendo esa posibilidad, no le encuentro beneficio. La única «ventaja» (?) que veo es el tema del fetichismo de las cámaras. Los carretes de negativos están cada vez más caros y menos disponibles, y amo a mis analógicas. Esto me permitiría utilizarlas con un gasto inicial y luego nada, pero… ¿y me quedo sin revelar? Entonces vuelvo al primer punto, para eso, utilizo mi D600.
De momento es más un juguete, pero me encantaría probarlo!
La idea podría ser buena y tener un mercado, en el que me incluyo, de gente algo friki que quiera tirar fotos con una cámara mecánica, con sus ópticas, y tenerlas en formato digital. Sin embargo, si miráis la página web https://imback.eu/home/, el sistema requiere, e incluye, un adaptador para colocar delante del objetivo puesto que el sensor es M4/3 para reducir la imagen a este tamaño (de otro modo, por ejemplo en una réflex, lo que se observa por el visor no sería lo que se graba). De esto surgen muchas cuestiones: ¿un artilugio añadido que hay que desmontar y montar cada vez que cambias objetivo?, ¿Qué distorsión y aberraciones añada?, ¿Qué calidad óptica tiene? ¿cómo va a montarse ? (hay innumerables diámetros de objetivo), etc. Si realmente tiene mercado tendrían que haber ido a un sensor FF aunque el coste sea más alto, y aprovechar plenamente las bondades de la óptica y el manejo de una analógica. Yo me lo plantearía. Sin embargo con este concepto están vendiendo un juguetito de 200€ que no va a ninguna parte.
Imagináis si cuando se empezó a vender las cámaras digitales, hubieran apostado por vender respaldos de sensores, al estilo de éste, en full frame, para colocar en las cámaras mecánicas que todos teníamos. Aunque hubieran empezado por imágenes de uno o dos megas, eso hubiese sido revolucionario y el salto a digital hubiese sido aun más rápido. Y a partir de ahí, que esos respaldos hubieran ido mejorando en resolución, demás de por supuesto, crear cámaras como las que tenemos.
Hoy en día tendría sentido si alguien no acabó de comprar una digital y quiere aprovechar su analógica.