Igual que las especies en peligro de extinción de las que tantas veces ha hablado, la revista National Geographic también lucha por sobrevivir en un ecosistema cada vez más hostil. De esta manera explicaba hace unos días The Washington Post el reciente despido de todos los periodistas en plantilla que quedaban en la histórica revista National Geographic.
En manos de Disney desde 2017, la salida del equipo editorial se suma a la serie de recortes que se vienen sucediendo en los últimos años. Algo que, según han explicado algunos de los trabajadores, incluye también los contratos fotográficos de la veterana revista que en su momento presumía de ser una de las pocas con capacidad para enviar reporteros a cubrir temas en profundidad.
Aunque la noticia ha hecho que muchos especulen sobre el fin del medio o los presumibles efectos en la calidad de sus contenidos, desde National Geographic aseguran que trabajar sólo con colaboradores les permitirá tener más flexibilidad para cubrir temas más variados.
Un argumento difícil de creer en el mundo editorial, donde es de sobra sabido que los freelance suelen ser una mera alternativa económica y sin ataduras laborales a los periodistas de plantilla
Desde The Washington Post también señalan el declive en la calidad de los contenidos audiovisuales de esta marca a través de su propio canal de televisión. Aunque siguen produciendo documentales espectaculares -explican- en los últimos años también han colado contenidos de dudosa entidad científica.
En cualquier caso, National Geographic sigue siendo una de las revistas más leídas del mundo, con casi 1,8 millones de suscriptores en Estados Unidos. En el caso de la edición española -que se nutre de contenidos de la edición internacional y también propios- la licencia está en manos de RBA.
Todo lo que toca Disney…