Que los móviles han llegado al mundo de la fotografía para quedarse es un hecho. Ya hace mucho tiempo que los móviles son una herramienta más en nuestro arsenal de artilugios que nos permiten capturar pequeñas historias en pixeles de mil colores.
Yo mismo no me terminé de alejar del todo del mundo de la foto gracias a un vetusto pero molón Meizu MX5, que fue el primer móvil con el que, de verdad, me planteé hacer fotos “en serio”.

Los móviles no solo se han convertido en unos fantásticos aliados del del “catch and shoot”, sino que, con pantallas y sensores más grandes, se empiezan a convertir, no en un sustituto, pero sí en una herramienta muy útil incluso para los que la fotografía es nuestra profesión.
Las cámaras, la razón principal para elegir móvil
Y es que las marcas de móviles, cada vez más, ven a su apartado fotográfico como un gancho perfecto de ventas. En un mercado maduro en cuanto a sistemas y procesadores, donde prácticamente cualquier móvil puede mover el sistema con soltura, la (o mejor dicho, las) cámaras se han convertido en muy protagonistas en las presentaciones de estos productos.

Por una parte, es bueno, porque cada vez prestan más atención a sensores y lentes, pero también empezamos a caer en la fantástica guerra de los Mpx. ¡26! ¡50! ¡100! ¡200! Como con las cámaras tradicionales, recordad que lo importante es encontrar calidad, no un archivo muy grande.
¿Auroras boreales a pulso con un móvil?
La parte buena de esta guerra es que empezamos a ver sensores “grandes” dentro de aparatos que van soldados a nuestra mano gran parte de nuestro día. Si a esto le sumamos el ingente esfuerzo de las marcas en desarrollar un IA orientada a mejorar el bruto (el archivo que obtenemos) terminamos por tener en nuestras manos una cámara muy usable
Incluso en algunos casos le saca los colores a nuestras fantásticas inversiones de miles de euros en cuerpos tochos y lentes hiperluminosas. De otra forma… ¿Os imagináis sacar esta foto, a pulso, con cualquier cámara tradicional del mercado?

Y vale que si hacemos zoom o si vamos a imprimir un lienzo de 3 metros veremos que el archivo es bastante endeble. Pero, ¿quién hace zoom o imprime en gran formato hoy en día? De hecho, ya vimos en Photolari que incluso impresas, con una luz decente, estos sensores empiezan también a brillar.
La cámara perfecta sobre todo para viajes
Desde hace mucho mi móvil se ha convertido en una cámara más que uso sobre todo en mis viajes. En la actualidad utilizo un Oppo Find X3 Pro que cumple a la perfección, como acabáis de ver, hasta para sacar fotos de auroras boreales.
Además lo disfruto mucho en condiciones menos dramáticas porque me deja un RAW suficientemente jugoso como para apretarle un poco en el mismo Lightroom Mobile que puedes instalar con tu suscripción de Adobe en el móvil.

La verdad es que si hace unos años me dicen que estos resultados se podían conseguir con un teléfono, hubiera mirado, incrédulo, a quien me los enseñase.
Creo que el futuro está en apostar por sensores grandes en todas las lentes de la cámara, como ya hace Oppo en su angular y cámara principal. Disponer de buenos archivos brutos es esencial para conseguir los resultados que imaginas sin desgarrar demasiado la imagen.
Obviamente, aun no llegamos al nivel de una cámara profesional, pero sí que es verdad que los clientes empiezan a demandar resultados cada vez más rápido y un formato cada vez más pequeños, con lo que me parece indispensable contar con un móvil que sea capaz de servirnos RAWS (o jpgs) que cumplan esas expectativas.

Empiezo a tener la impresión de que la calidad del bokeh, el rango tonal o el detalle fino cada vez es menos valorado por el cliente final y que incluso, a veces, te piden ese “look and feel” de móvil para que su audiencia lo perciba como algo más cercano.
#LunesDeMóvil
Por mi parte, soy un gran fan de la fotografía móvil porque veo que mucha gente se está interesando por nuestro pequeño mundillo gracias a ese mágico cacharrito que saca unas fotos que te dejan con la boca abierta.
De hecho, cada lunes, bajo el HT #LunesDeMóvil publico en Twitter fotos realizadas con un dispositivo móvil para hacer ver a la gente que cada vez el equipo es menos imprescindible para conseguir fotografías interesantes.

El móvil se ha convertido en parte fundamental de nuestro día a día. La idea de tener una cámara estupenda siempre a mano es un sueño para todos los que nos gusta este este mundo.
Las marcas ya se han puesto las pilas y nos han dado muy buenas herramientas para desarrollar nuestra creatividad. Ahora solo falta lo más importante: Que nosotros mismos crezcamos como fotógrafos.
Es curioso porque los móviles empiezan a tener las calidades de las compactas de hace unos años, pero al triple del precio. ¿A dónde habrían llegado las compactas si se hubiera mantenido la tendencia?
Yo estoy encantado con la calidad fotográfica de móviles como los Pixel u otras marcas, pero creo que la reivindicación del teléfono como cámara era hace 5 años, hoy ya no puede haber sorpresa en ello salvo que llevemos 5 años con un móvil de 200€.