La explosión de las llamadas inteligencias artificiales generativas, algoritmos capaces de crear imágenes a partir de instrucciones de texto, está generando una oleada de pánico entre diversos sectores relacionados con la fotografía, que ven en estas tecnologías una seria amenaza a lo poco que queda del negocio. Por eso no es de extrañar que este recelo se acabe convertido en ocasiones en batallas legales.
Tal es el caso de la agencia estadounidense Getty Images, que acaba de interponer una demanda judicial contra Stability AI, la empresa que está detrás de Stable Diffusion, una de las IAs generativas más conocidas junto a Dall-E 2 y Midjourney.
Getty Images acusa a los responsables de Stable Diffusion de haber usado imágenes de su catálogo para entrenar al algoritmo de esta IA, y de haberlo hecho sin pagar los derechos de autor de dicho contenido. Algo que según la agencia constituye una «infracción descarada de la propiedad intelectual en una escala asombrosa». Concretamente se habla del uso no autorizado de 12 millones de imágenes.

De hecho esta es una de las aristas legales más peliagudas relacionadas con el auge de las IA generativas, que a menudo son entrenadas a base de contenido protegido por derechos de autor. Eso provoca que en muchas ocasiones tiendan a reproducir estos contenidos de manera demasiado literal, lo que supone un terreno abonado para el conflicto.
En este caso concreto Getty Images ha aportado ejemplos en los que la IA de Stable Diffusion incluso reproduce la famosa marca de agua de la agencia en algunas de las imágenes que genera, dejando poco lugar a dudas de cual ha sido su fuente de «inspiración».
Esta demanda es una más de las muchas que ya se han interpuesto entre creadores y los responsables de las IA generativas, y aunque los expertos reconocen que el caso de Getty Images hay una base más sólida, se trata aun de un terreno legal muy desconocido y de resultados impredecibles.