Siempre lo repetimos: grabar vídeo es complicado, hay un montón de variables que hay que controlar y mil cosas que pueden salir mal. Por eso además de tener una buena cámara es interesante contar con algunos accesorios que nos faciliten el trabajo y nos ayuden a que todos los aspectos de la grabación sean correctos.
Así que les hemos pedido a nuestros amigos de Camaralia, una tienda on-line especializada en vídeo y fotografía, que nos ayuden a escoger los accesorios más interesantes para completar nuestros equipo de grabación.
Obviamente estamos hablando de accesorios al alcance de casi todo el mundo y dando por hecho que, al igual que nosotros, sois hombres y mujeres orquesta que lo tenéis que hacer todo vosotros mismos.
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Micrófono
Un vídeo con una imagen fantástica y un sonido nefasto no sirve para nada, la grabación de audio es uno de los aspectos más importantes y complejos de un rodaje. Las tres opciones más habituales para registrar el audio son: un micrófono de cañón encima de la cámara, micrófonos inalámbricos y grabadoras externas.
Nosotros cuando vamos en plan vlog usamos el Rode VideoMic NTG, que nos parece una opción estupenda. ¿Porqué este y no el VideoMic Pro+, que es que lleva mucha gente? Porque el NTG es algo menos aparatoso (pesa menos de 100 gramos) y casi no sobresale por detrás de la cámara, por lo que no molesta para usar el visor.
Es muy direccional, tiene filtros de paso bajo para mitigar el ruido ambiente, atenuador por si el sonido es muy bestia y se enciende y se apaga a la vez que la cámara, algo muy interesante porque nos permite ahorra batería y sirve para asegurar que no empezaremos a grabar sin encender el micrófono.
Pero sobre todo nos encanta la función de Safety Channel, que consiste en que uno de los dos canales del estéreo se graba siempre a -20 dB, por lo que por mucho que se desfase el sonido casi siempre te aseguras una pista de audio sin saturar.
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Una alternativa más económica al Rode NTG que nos proponen desde Camaralia es el Sennheiser MKE-400, por poco unos 150 euros. También muy direccional, sensibilidad ajustable para distancias largas y cortas, filtro para viento y hasta 300 horas de autonomía con solo una pila triple AAA.
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Si preferís usar micrófonos inalámbricos os proponemos a unos viejos conocidos de la casa: los Saramonic Blink 500, un sistema sencillo y muy muy compacto que además ahora se ha renovado, han mejorado el diseño y la propia funda de transporte ejerce de estuche de carga.
Las petacas tienen su propio micrófono incorporado y también una conexión minijack para conectar un micrófono de corbata que viene incluido. Se pueden comprar por menos de 200 euros con una petaca o por unos 250 con dos petacas, lo que permitiría por ejemplo realizar entrevistas.
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La tercera opción es grabar el audio con una grabadora externa y luego sincronizarlo con la imagen en postproducción. Para ello tenemos opciones tan interesantes y asequibles como la, que cuenta con su propio micrófono de doble cápsula y también con una conexión minijack a la que poder conectar un micrófono externo.
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Si nos vamos hasta los 170 euros tenemos la DR-40X también de Tascam, que cuenta además con dos entradas de audio con phantom para XLR y jack y puede ejercer como un mezclador de cuatro pistas.
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Y para los que busquéis algo aún más completo, la es casi como una mesa de mezclas portátil, diseñada para ponerla debajo de la cámara o para llevarla colgada si contamos con un asistente de audio. Cuenta con cuatro pistas independientes con sus controles de volumen físicos, dos entradas combinadas XLR/jack, entrada minijack estéreo y preamplificadores optimizados HDDA con 64 dB de ganancia.
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Filtro de densidad neutra variable
Tradicionalmente las cámaras de cine contaban con un obturador de disco giratorio en forma de semicírculo que pasaba por delante de la película justo cuando se producía el cambio de un fotograma al siguiente. Esto es lo que se conoce como un obturador de 180 grados, y expone cada fotograma durante la mitad del tiempo que tiene reservado.
Es decir, en el caso de los típicos 24 fotogramas por segundo del cine, cada fotograma cuenta con un espacio temporal máximo de 1/24 de segundo, por lo que si lo exponemos la mitad de tiempo tenemos una obturación 1/48 de segundo.
Esta velocidad de obturación genera un desenfoque de movimiento que, culturalmente, asociamos a la estética cinematográfica. Obviamente esto se puede romper, pero por regla general se recomienda obturar al doble de velocidad de la cadencia de fotogramas por segundo de nuestro vídeo: a 24 fps obturamos a 1/48 de segundo, a 25 fps a 1/50 de segundo y a 50 fps a 1/100 de segundo… y así sucesivamente.
Esto no es una ciencia exacta y también depende mucho del movimiento que haya en la escena y de otros criterio estéticos, pero usar velocidades de obturación muy elevadas genera un aspecto raro en la imagen, como de grabación casera y cutre.
Por eso es básico contar con un filtro ND variable que nos ayude a controlar los excesos de luz, lo que nos permitirá obturar de manera correcta y además tener libertad para jugar con el diafragma y la profundidad de campo.
Filtros hay centenares, desde Camaralia nos recomiendan los de Hoya con densidad variable de 1,5 a 9 pasos, desde 70 euros en adelante en función del diámetro.
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Monitor de campo
Da igual lo buena que sea la pantalla de tu cámara, un monitor externo es siempre una gran ayuda para grabar. No sólo porque suelen ser más grandes, sino porque además cuentan con herramientas específicas para ayudarte a exponer mejor, a componer la imagen y a enfocar.
Atomos es una de las marcas más conocidas en este segmento. El Shinobi, por ejemplo, es un monitor de 5 pulgadas, con resolución 4K y panel HDR armado con un montón de herramientas, y además permite cargar nuestros propios LUTs. Cuesta unos 360 euros.
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Si queremos hacer una inversión más seria, el Atomos Ninja V por 720 euros es además un grabador. Se ha hecho muy popular en los últimos tiempos porque permite grabar en ProRes RAW desde un montón de cámaras a través de HDMI, lo que supone aumentar exponencialmente las posibilidades de nuestro equipo.
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Y como no, también tenemos alternativas más asequibles. Por menos de 200 euros el Feelworld F6 Plus cuenta con un panel táctil IPS Full HD de 5,5 pulgadas y todo lo necesario para grabar: monitor de forma de onda, zebras, falso color, guías de aspecto, peaking focus, LUTs y mucho más.
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Trípode
Incluso los que normalmente preferimos grabar cámara en mano necesitamos en algún momento un trípode. Una vez más las opciones aquí son infinitas y de precios muy diversos, pero sobre todo es importante contar con un cabezal fluido pensado para vídeo, que nos permita hacer movimientos panorámicos suaves.
En Camaralia nos sugieren por ejemplo el Benro A2573F con cabezal S4PRO por algo más de 300 euros. Es de aluminio, puede sostener equipo de hasta cuatro kilos y tiene una altura máxima de 177 centímetros. El cabezal cuenta además con dos roscas en las que se pueden acoplar accesorios.
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Si queremos un extra de estabilidad el Benro A573TB con rótula S6PRO es una opción algo más profesional, con pata de doble vara y capacidad para equipos de hasta 6 kilos.
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También de Benro y por unos 200 euros, el KH25P sería la opción más básica. Aun así permite ajustar la tensión del movimiento del cabezal, cuenta con un altura total de 156 centímetros y viene con funda de transporte.
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Iluminación
Otro campo que no se acaba nunca y en el que hay opciones para todos los gustos y bolsillos. Sea como sea es importante contar siempre con algo de iluminación en nuestro equipo. Estas son algunas ideas que nos sugieren desde Camaralia.
Por unos 120 euros el pequeño Phottix M200R RGB es perfecto para llevarlo siempre en el bolsillo. Lo mismo sirve para montarlo encima de la cámara como para ponerlo en cualquier parte para iluminar una zona oscura o dar un matiz de color a la escena.
Además cuenta con varios efectos especiales programados que sirven para simular la luz de una hoguera, de fuegos artificiales, de sirenas de policía o del flash de una cámara.
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Si buscamos algo más grande por solo unos 190 euros nos podemos comprar el kit Fotima FTF-85, dos focos con bombillas fluorescentes de bajo consumo de 85 W acompañados de sendas ventanas de 50×70 cm, dos trípodes y una maleta de transporte.
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Y para los que quieran gastar un poco más los chicos de Camaralia nos proponen el kit de iluminación LED DLP-1000 de Dörr, compuesto de dos paneles LED de 40W con temperatura de color ajustable entre 3200 y 5500 K. Los focos pueden funcionar conectados a la red eléctrica o con baterías incluidas, tienen un CRI de más de 90 y vienen acompañados de mando a distancia, difusores, geles de color, pies de foco de 215 centímetros y bolsa de transporte.
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Cartas de color
Otro accesorio que nos puede facilitar mucho la vida: una carta de color. Ideal para hacer balances de blancos en situaciones de luz compleja, exponer correctamente o igualar el color si rodamos con varias cámaras. En este terreno una de las marcas más populares es X-Rite, y el modelo ColorChecker Video está especialmente diseñado para los videógrafos.
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También existe un versión portátil muy práctica, el ColorChecker Passport Video.
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Tarjetas de memoria
Para fotografía es más sencillo, pero la elección de una tarjeta de memoria para grabar vídeo depende mucho del flujo de datos de nuestra cámara. Para cámaras con grabación en H264 hasta 100 Mbps, por ejemplo la Sony A6600, en Camaralia nos recomiendan esta Sandisk Extreme Pro de 128 GB con velocidad de escritura de 90 MB/s.
Comprar Sandisk Extrem Por de 128 GB en Camaralia
Para cámaras con grabación en ProRes y flujos más elevados, como las Blackmagic Pocket, tenemos opciones como esta Angelbird AV Pro también de 128 GB con velocidad sostenida de escritura de 140 MB/s.
Muy bueno el video, aunque un gimbal en esta lista ha faltado, espero mas videos como este, la fotografía esta muy bien pero el video necesita mas visibilidad que esta on fire, solo hay que ver la retransmisión del barça-bilbao de liga, las imagenes de estas camaras han arrasado, para que luego digan que el video solo con camaras de video.