Todo el mundo sabe que los controles de seguridad del aeropuerto siempre tienen cierto componente aleatorio. El mismo cinturón que a veces no hace falta quitarse, otras veces pita. El tablet que algún día se queda en la mochila sin que pase nada, de repente hace saltar las alarmas al pasar por el escáner.

¿Pero qué pasa con las cámaras? Quienes hayan viajado en los últimos meses posiblemente se hayan topado con una nueva norma, al menos en algunos aeropuertos españoles: la cámara y cualquier aparato electrónico de cierto volumen tiene que ir fuera y en una bandeja aparte, exactamente igual que los ordenadores portátiles.

¿Siempre? Efectivamente, depende del aeropuerto, la cola, el día, el personal de seguridad, la prisa con la que se vaya… Al menos en los aeropuertos a este lado del Atlántico, porque la agencia TSA encargada de la seguridad de los transportes en Estados Unidos ha hecho oficial su nueva normativa en la que se contempla de forma explícita la revisión por separado de las cámaras de foto.

Así que quienes viajen estas vacaciones por Estados Unidos tendrán que acostumbrarse a esta nueva medida de seguridad. La buena noticia es que no hay referencias a la prohibición de viajar a bordo con cualquier aparato electrónico mayor que un smartphone. Una norma que incluía portátiles y cámara, que se llegó a aplicar en algunos países árabes en vuelos hacia Estados Unidos y que se rumoreaba podría extenderse a más zonas.

Aunque en realidad en Europa ya existe una norma similar respecto a los aparatos de tamaño medio, parece que es ahora cuando sacar también la cámara del equipaje de mano para su revisión por separado se está convirtiendo algo habitual en muchos aeropuertos.

14 COMENTARIOS

  1. Yo ya he pasado por eso y tampoco es para tanto, aunque si llevas mucho equipo es algo engorroso ya que normalmente tenes hecho un tetris para que quepa todo. Lo mejor es en el último viaje que llevaba una bola de cristal en la maleta para hacer algunas fotos y se empezaron a mirar los del control como si intentara colar una bomba en el avión.

  2. Mi experiencia el pasado mes de mayo fue de tener que entrar-salir dos veces a EEUU y no tuve que sacar ninguna cámara ni ordenadores ni tablet de la mochila.
    Sin embargo en los aeropuertos de Madrid y Cancún si que me hicieron sacar todos los aparatos electrónicos del macuto.

  3. El otro día, que viajaba yo para Murciaquéhermosaeres, en el aeropuerto del Prat, después de ver cómo los de la tele buscaban el cabreo de esas buenas gentes sin cerebro para con el personal de vigilancia, que están en huelga, decía yo que me paró un señor con bigote y de la Guardia Civil de tráfico, para revisarme la mochila. Cuál fue su sorpresa cuando al abrir la cremallera, apareció el Tamron 150-600mm con el cristal lleno de motas de polvo, y se pensó, al ver mi barba de siete semanas y media, que yo era uno del Daesh con bazooka incluido. Menos mal que llevaba una sin espejo de Fujifilm más cara que el pan, y cambió su idea sobre mi identidad: «pase -me dijo-, usted no es un terrorista, sino un tontolhaba por pagar jamón de york como si fuera jabugo».

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