No hay un gran titular, pero sí una lista de mejoras interesantes en el apartado de fotografía y vídeo. Así se podría resumir a grandes rasgos las novedades que trae consigo la nueva generación de los iPhone 13 en lo que respecta a la imagen.

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Igual que en la generación anterior, la gama se vértebra en cuatro modelos: iPhone 13 y 13 Mini, con un sistema de dos cámaras, y los nuevos iPhone 13 Pro y Pro Max, con tres cámaras y esta vez sin diferencias entre ellas más allá del tamaño de la pantalla de 6,1 y 6,7 pulgadas.

iPhone 13 Pro y Pro Max

Así, a diferencia de lo que ocurre con el iPhone 12 Pro Max que se reserva una cámara principal con un sensor mejor y un teleobjetivo con más focal, en este caso el 13 Pro y el 13 Pro Max compartes especificaciones fotográficas.

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Fiel a los 12 megapíxeles, el sensor principal apuesta ahora por un tamaño de fotodiodo mayor de 1,9 micros (1,7 en el iPhone 12 Pro Max y 1,4 en el Pro) y mejora también la luminosidad del objetivo de 26 milímetros, que pasa de f1.6 a f1.5.

Además, el sensor está estabilizado, algo que sólo ofrecía el modelo Pro Max en los iPhone 12 y la distancia mínima de enfoque se reduce a 2 centímetros, lo que supone una gran noticia para los amantes de la fotografía macro.

El gran angular mantiene la focal equivalente a 13 milímetros, pero mejora notablemente su apertura desde f2.2 en la generación anterior a f1.8 en este caso.

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Otra de las grandes novedades afecta al teleobjetivo, que ahora apuesta por una focal mayor, de 77 milímetros, y apertura f2.8. Algo que le puede restar polivalencia frente a los 52 y 65 mm de la generación anterior pero que será interesante para la fotografía de retrato.

Ya en el terreno de la edición, otras de las novedades más destacadas son los denominados «Estilos fotográficos» que permiten predefinir hasta cuatro ajustes personalizables de la imagen para aplicarlos de forma sencilla a las fotografías.

Modo Cine y ProRes

En el apartado del vídeo tampoco hay concesiones a la resolución -nada de 8k como ya ofrecen tantos smartphones- y la principal novedad de los iPhone 13 Pro es la incorporación de un modo bautizado como Cinematic Mode.

Un modo que traslada a la imagen en movimiento el típico efecto bokeh del modo retrato en foto. Así es posible grabar vídeo en 4K simulado una profundidad de campo escasa y unos desenfoques muy acusados.

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Además será posible cambiar el punto de foco durante la toma, haciendo transiciones muy suaves, o después de la toma en potproducción. Se ha mejorado también el enfoque por seguimiento, que ahora promete ser capaz de detectar cuando entra un nuevo protagonista en escena y cambiar el foco automáticamente.

Los iPhone 13 Pro vuelven a tener soporte de grabación HDR en Dolby Vision, aunque el verdadero bombazo de esta generación es en la capacidad de los modelos Pro y Pro Max de grabar vídeo en ProRes, un formato más solido y eficiente usado habitualmente en entornos profesionales. Está función, eso sí, se implementará más adelante mediante una actualización.

iPhone 13 y 13 Mini

Los más pequeños y asequibles de la nueva familia también llegan con novedades en el apartado de fotografía. Empezando por la cámara principal, que mantiene el 26 mm f1.6 de   la generación anterior pero ahora cuenta con un sensor algo mayor (fotodiodos de 1,7 micrones) y además estabilizado.

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El gran angular, por su parte, no parece registrar cambios (13 mm f2.4), mientras que en el apartado de vídeo estos dos modelos también ofrecen el nuevo Modo Cine, igual que los modelos Pro.

Los cuatro terminales estrenan el procesador A15 que promete mejoras en todo lo relacionado con la fotografía computacional, mientras que los modelos Pro presumen además de nueva pantalla ProMotion de 120 Hz.

El iPhone 13 Pro costará a partir de 1160 euros, mientras que por el modelo Max habrá que pagar a partir de 1260 euros. En el caso del iPhone 13, su precio será de 910 euros par ala versión con menor capacidad y el iPhone 13 Mini se podrá adquirir a partir de 810 euros.

19 COMENTARIOS

  1. …fotográficamente hablando, me he enamorado.
    ¿Pero si me hago con un «Pro» para uso entonces la máquina de fotos, solo para los tele a partir de 100mm?
    Ya sé, ya sé, cuando hay que retocar la imagen un sensor grande no tiene comparación, pero par el 95% restante, es indiferente.
    Qué dilema…

  2. Pues sobre el papel, el conjunto de cámaras del iPhone 13 Pro es bastante parecido al de mi móvil, un Samsung S20 FE 5G, que para mi gusto ofrece un rendimiento fotográfico espléndido. Y en otras muchas cosas también es parecido: pantalla amoled a 120 hz., IP68, doble altavoz, carga inalámbrica…

  3. Opinar que es gratis, sin tener una cámara y o sin saber lo que se hace es muy fácil opinar, des el iPhone 4 que los he tenido todos y me paré en el 11pro… ahora tengo una cámara de hace 10 años y el móvil se quedará mucho tiempo sin hacer fotos, a mi entender, no está a la altura. Eso sí, es pequeño y cabe en el bolsillo, eso es imbatible.

  4. Pepeluis
    Yo comprendo que la portabilidad de los móviles… es… la madre del cordero que explica su aceptación. También entiendo que el dinero que se dedica a investigación del hardware (por ahí nos esperan lentes líquidas) y software es imbatible para la industria fotográfica convencional. Pero yo me pregunto: ¿de verdad esas ventajas pueden llevar a que los fotógrafos que han disfrutado siempre de las cámaras con forma de cámara (la ergonomía de los móviles es… lo que es) las vean ahora como algo insufrible de llevar encima?

  5. Tengo bastantes cámaras, casi todas de segunda mano, de todo tipo y tamaño de sensor y disfruto de cada una de ellas por su especificidad, porque lo que quiero hacer ese día me lo hace mejor una u otra. Por ejemplo, tengo una Lumix LX7 con una óptica Leica gorda de f 1,4 que la uso de «cámara comodín», es decir, cuando no sé qué voy a hacer me la echo al bolsillo y siempre vuelvo a casa con algo interesante que o bien queda ahí la cosa o veo que debo volver otro día al mismo lugar con otra cámara que se ajusta mucho mejor al tema a retratar. Es que… por muy buena que sea una cámara de móvil… si el planteamiento es usar sólo el móvil… puede resultar muy ¿aburrido? ¿limitado?… no sé. Yo no podría «de soportarlo».

  6. Eric Gibaud es un youtuber de la fotografía, majísimo, que un día reflexionó sobre este tema y dió en la clave, creo. Él dijo que lo imbatible de los móviles, además de su compañía permanente (disponibilidad asegurada), era que te lo daban todo: la toma, el almacenamiento, la edición (incluso en vídeo), el compartirla en privado o en redes,… todo! Y entonces apuntó una solución que ojalá introdujeran los fabricantes de cámaras y que es tan simple como implementar todas esas funciones en éstas. No se trataría de meter un móvil en una cámara sino sólo las funciones fotográficas de éstos.

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