Ha pasado menos de una semana. Que haya que recordar de qué fotos hablamos posiblemente es el mejor resumen de los ritmos informativos y de lo poco que duran las tragedias en portada. Un sanitario de Cruz Roja intenta reanimar sobre el suelo del muelle a una niña que acaba de ser rescatada de un cayuco en las costas de Canarias.

Publicidad

Angel Medina fue uno de los dos fotógrados testigos de este momento y sus imágenes ocuparon al día siguiente primeras páginas y unos minutos del Telediario. Veterano fotoperiodista de EFE en lo que él mismo define como la “frontera sur” y poco amigo de convertirse en el protagonista, charlamos con él sobre dignidad, la necesidad y dureza de ciertas fotos y lo importante que es estar cerca.

La primera pregunta que seguro has respondido muchas veces estos días, ¿sabes algo de la niña de las foto?

En general se pierde la pista de las personas que llegan y a las que fotografías. Aunque intentaras seguir la historia, es muy complicado. De las últimas tres pateras que han llegado, por ejemplo, hay 10 niños ingresados.

Angel-Medina-02
Foto: Ángel Medina (EFE)

Es verdad que en los casos como éste intentas saber qué ha pasado y cómo están. Las vías de comunicación no son tan fluidas como uno quisiera. Ayer por la tarde [el miércoles pasado] tuve que estar otra vez en la zona. Pregunté a los responsables de Cruz Roja y me dijeron la niña que llegó en parada cardiaca y otro niño más estaban muy mal.

[Según ha informado recientemente la agencia EFE, la niña de dos años que aparece en la fotografía (Nabody, originaria de Mali) falleció tras pasar varios días en estado crítico]

¿Lo que vivisteis el otro día es algo excepcional o desgraciadamente ocurre muy a menudo, aunque no se vea ni aparezca tanto en los medios?

Es una historia de largo recorrido. De hecho, la propia actualidad del mismo tema se acabará comiendo esta foto.

Lo que se vio tal y como sucedió, un sanitario reanimando a un niño sobre el muelle, afortunadamente sí que es algo excepcional. Cuando salvamento rescata un cayuco avisa y cuando ellos llegan hay un mínimo montaje e infraestructura médica.

En este caso no hubo esa coordinación y cuando llegó a puerto en el muelle sólo había un compañero fotógrafo y yo. Yo tuve que recorrer 60 kilómetros. Si llego yo, cómo no va a llegar la Cruz Roja.

La ambulancia llegó justo cuando el barco estaba atracando. Fue todo muy rápido. El de Salvamento gritando con el bebé en brazos, el de Cruz Roja corriendo. Esto no se suele dar. Lo que sí es habitual es que llegan personas en muy mal estado.

¿Eres consciente de lo que estás viendo o en ese momento uno sólo piensa en hacer la foto?

Soy consciente de la gravedad. De que no había casi luz. Se te pasan muchas cosas por la cabeza. No sé cómo reaccionaria yo en otra situación y es un poco absurdo hablar de eso, decir que harías tal o cual cosa si te vieran en un momento como este. Simplemente sé cómo reaccioné entonces.

Angel-Medina-03
Foto: Ángel Medina (EFE)

Que sea algo grave no te pilla por sorpresa. Pero cuando ves a uno de salvamento gritando con un bebe que tiene los brazos y la cabeza colgando y que se lo lleva corriendo, saltando del barco…

Ahí te das cuenta de que la cosa es más jodida que la mayoría de las veces. Y te afecta, claro. Intentas tener un equilibrio hasta donde llegas y de dónde no quieres pasar.

Se veía a los dos enfermeros desbordados. Les preguntamos si necesitaban algo, nos dijeron que llamamos al 112 para avisar ambulancias y pedir ayuda. Y eso hicimos.

Siempre qué puedo se lo recuerdo a políticos y policías que te dan lecciones de moral cuando te dicen que tienen que salvaguardar la dignidad de las personas que aparecen en las fotos.

Sé lo que hago, y lo que ocurre. Son ellos los que dan bandazos y dejan que se junten 2000  personas en un muelle y luego no te dejen fotografiar “por su dignidad”.

La dignidad no se quita porque yo saque la foto, sino permitiendo que esto le pase a un niño. Podría haber estado pegado a ellos. No había nadie. Pero no lo hice. Tuve claro que no había necesidad. No necesitamos que se ponga un policía delante a molestar, ya sé a qué distancia tengo que estar.

¿Qué responderías a los que dicen que no es necesario unas imágenes tan duras?

 Ojalá no tuviera que hacer fotos tan duras porque eso singinifaría que ya no ocurren estas cosas. Estas fotos no son nuevas. Hay muchas. Los medios las tienen, pero no se suelen publicar.

Angel-Medina-01
Foto: Ángel Medina (EFE)

Entiendo hasta cierto punto el argumento de la importancia de los muertos de aquí y de allí. Pero un muerto es un muerto y un problema es un problema. Pero es evidente que hay un problema con la ruta canaria, una de las más peligrosas y mortales

¿No quieren estas fotos? Pues que pongan un remedio, porque la situación empieza con la crisis de los cayucos de 2006. Estamos en 2021 y seguimos igual. Ojalá ya no hicieran falta fotos.

¿Temes que ocurra lo mismo que con la foto de Aylan Kurdi, aquel niño muerto en una playa del mediterráneo? Se habló mucho durante unas semanas y luego se olvidó.

Me da igual, la verdad. Tal y como se vive la información me daría con un canto en los dientes si durase una semana en la mente de la gente. Si no dura nada, ojalá sirva para algo. Aunque sólo sea para que nos dejen trabajar en condiciones.

Piensa que si hubiera habido policías, no la podríamos haber hecho. La haces de lejos. Ves que llegan, que les ponen unas mantas. Con esas imágenes das alas a los que critican a los emigrantes. A esos que dicen que si los barcos nodrizas, que si llegan con móviles de última generación…  Cuanto estás cerca no hay margen para esas mentiras.

Pensé que lo más potente que iba a hacer nunca fue una llegada este pasado enero. Venía una madre con dos niños. Uno de ellos, de 9 años, murió en el trayecto y lo tiraron por la borda. Imagínate la madre. Y su hermana mayor tener que vivir eso.

Es importante estar cerca para intentar comprenderlo. Y escucharlo. Sale en la tele, pero son unos pocos segundos, y normalmente con alguien locutando. No es lo mismo.

Mi compañero Borja Suárez graba también vídeo, así que le pedí el audio del momento de la llegada e hice un montaje con las imágenes de ese día. Las fotos van muy rápido, me dijo algún amigo. Es que todo pasa así de deprisa.

¿Cómo se vuelve a casa y se duerme después de ser testigo de algo así?

En el caso de esta llegada de enero cuando llegué a casa y al descargar las fotos me derrumbé y me puse a llorar. Y duermes mal, claro. Por el estrés. Por todo.

Pero hay que relativizar. ¿Qué más da cómo te afecte o cómo duermes? ¿Quién soy yo para convertir esto en un drama para mi cuando el drama es lo que les ocurre a ellos?

Han tenido que meter a sus hijos en una barca y cruzar el Atlántico. Me da pudor pensar que esto para mi suponga malestar.

¿Cómo está siendo la cobertura de este tema? ¿Os dejan trabajar sin problemas o esos encontronazos con la policía que comentas son habituales?

Con quien más trabajamos es con la gente de Cruz Roja. Hay que recordar siempre que más allá de la repercusión de una foto o que se hable de nuestro trabajo, lo importante es lo que hacen ellos, cómo ayudan a la emigrantes que llegan.

Nunca hay problemas con ellos. Hay una especie de acuerdo tácito con ellos. Ya saben, por ejemplo, que cuando los migrantes que llegan están cambiándose nosotros directamente nos damos la vuelta, para que quede claro que no vamos a hacer fotos.

Con la policia es una lotería. Algunos lo entienden. Otros con la excusa de las órdenes te molestan . La distancia es aletaroria. A veces te ponen el cordón y encima se ponen delante seis policías mirando hacia ti. ¡Que no me voy a saltar el cordón! ¿Para qué os ponéis ahí, para molestar?

49 COMENTARIOS

  1. …no, la foto no quita la dignidad a nadie. La dignidad la quita el tener que montarse en un cascarón para atravesar el océano, sin saber si llevará vivo o muerto, para una vez en destino vivir de la limosna ajena.

    Esos problemas hay que solucionarlos en origen. Creando desarrollo económico y social que de oportunidades a esa gente para vivir de una forma digna en su casa, sin tener que largarse.

    He estado varios años trabajando y viviendo a más de 3.000km de mi casa y se de lo que hablo, y eso que no fui en patera. Pero nadie de va de su casa por gusto, y no está fuera de ella por capricho.

  2. Sólo transmitimos, nada más. Por eso somos más necesarios que nunca. Por eso el gobierno ha fallado al impedirnos (por mor de ese mismo «derecho a la propia imagen») transmitir la verdad de lo que ocurría en las UCIs, por ejemplo. Nos empeñamos en que la muerte no exista, en no verla, en mirar para otro lado… y tenemos una sociedad infantilizada. Y luego está el problema del impacto, cuando una imagen no importa porque no es más que una entre millones que bombardean continuamente conciencias adormecidas.
    Mi solidaridad sincera con todos los que trabajáis en estas circunstancias… y a los demagogos -de uno u otro signo- que os den. Esto no es sostenible. Y hay que empezar a pedir responsabilidades, no sólo a nuestros gobiernos, sino también a los de África. Muchas mafias a ambos lados de las fronteras, siempre.

    Gracias, Photolari, por aportar un punto de luz sobre algo tan importante.

  3. Nada que se haya visto antes durante años. El hecho sigue siendo el mismo. Cambia el escenario y cambian los protagonistas, personas que significan nada para los gobernantes de sus países, no los necesitan, no significan ni votos, algo que a algunos les movería a mostrar cierto interés. Recuerdo de niño, cuando en los colegios se hacían colectas para el hambre en África. Han pasado sesenta años, y poco o nada ha cambiado en muchas zonas de allí. Hay zonas de África que no paran de guerrear. Aquí también guerreamos en su momento, se pasó hambre y tuvimos una dictadura, pero salimos adelante, así que podemos intuir donde está gran parte del problema. Otra parte está en los gobiernos que hacen negocios con estos paises, a veces disimulando con paises interpuestos, que lavan su conciencia con buenismo, trasladando como siempre los problemas a los curritos de a pie.

  4. Es indignante que ocurran estas cosas, esa pobre gente necesita ayuda, aunque la ayuda que creo que necesitan no es que vengan aquí millones de ellos.

    También me indigna cuando se le quiere dar protagonismo a algo mientras a otras cosas igual de importante no se les da. Por ejemplo esta semana un temerario mató a una madre y sus dos hijos, que recuerde un niño de 6 años y otro creo que menor. Es igual de indignante que eso ocurra.

    No me gusta que unas vidas valgan mas que otras. Estamos muy acostumbrados a ver las cosas de forma muy sesgada y visceral. Por ejemplo en el cine pero que en la realidad sería lo mismo: Dos niños secuestrados que van a matarlos, en el rescate si deben morir policías en el tiroteo los asumimos como normal mientras que quienes hemos puesto en el centro que son los niños son los únicos que nos importa. Quizá los policías dejen viuda e hijos huérfanos y se destroce su vida, pero lo asumimos.

    La inmigración del hambre, las guerras, los refugiados… algunos se quedan con una sola imagen de un niño y no ven que detrás el sufrimiento es en miles y miles de personas, miles de niños. (dejaré para otro momento la nueva moda de que la vida de la mujer vale más que la del hombre).

  5. El problema que pasa con Senegal, por ejemplo, es que la UE fuerza al país a abrir sus caladeros a las flotas europeas para acceder a otras ayudas, y estas flotas europeas esquilman los caladeros tradicionales de los pescadores senegaleses, a los que no les queda más elección que vivir en la miseria o vivir en nuestra miseria, que es menos. El primer mundo debe dejar atrás ya de una vez por todas la dinámica económica que surgió del imperialismo en el siglo XIX para favorecer un desarrollo más equilibrado a escala mundial. Hablando claro, debemos dejar de ser tan ricos para que otros puedan empezar a vivir con dignidad.
    Estas imágenes golpean nuestra conciencia, pero su efecto es mínimo. Cuánta gente, cuando vea un immigrante negro pensará, en lugar de ver una amenaza, que puede que sea una persona que ha arriesgado su vida y quien sabe si la de los suyos, por vivir con un mínimo de dignidad? Muy poca, y los resultados electorales lo demuestran. Como sociedad, nos seduce más el discurso del odio y el poder identificar a un culpable concreto de nuestros males que el asumir responsabilidades individuales o colectivos para el progreso social.

    • No sé lo que tú consideras un país rico, pero la deuda soberana de España se acerca a los dos billones y estamos en quiebra técnica desde hace mucho; no hay dinero para pagar prestaciones sociales, pensiones y sueldo de funcionarios y dependemos de Europa para que en las calles no se produzca un madmax. No tenemos para los autóctonos así que no nos podemos permitir la virtud de la caridad con los ajenos. Que vayan a pedir a otro lado, aquí ya estamos con el agua al cuello.

      • No estoy hablando de caridad ni estoy hablando de España, sinó de que la UE y los estados ricos dejen de abusar de los pobres.

        Por otro lado, me gustaría que la idea de ser austeros negando la ayuda a los desfavorecidos surgiera también a la hora de reclamar los miles de millones de todos que se tragó la banca y de los que no ha devuelto ni un euro (caso único en Europa), el rescate de las radiales de Madrid, al Castor, las comisiones que se va a quedar la banca de los fondos europeos, el abuso tarifario de las eléctricas, los impuestos evadidos con SiCAVs y demás. Pero claro, eso molestaría al señorito, y al fina en España prima la personalidad de Paco el Bajo que magistralmente dibujó Delibes. Somos más de machacar al pobre que de exigirle al rico que arrime el hombre. Porque no te engañes, esa «caridad» de la que hablas es el chocolate del loro al lado de todas las cosas que he enumerado y muchas otras que me dejo (submarinos que no flotan, por ejemplo).

        Y lo digo desde la comunidad con un mayor porcentaje de extranjeros del país

        • Ah, bien, ya no se trata de España sino de la abusadora UE. Pues entonces que las ONG, en vez de meter a todos estos en una patera, que les fleten un avión en clase business directo a Bruselas para que allí reclamen a los abusadores sus derechos inalienables y se les compense debidamente por los agravios seculares que hayan podido sufrir. Los españoles somos inocentes y no reconocemos haber cometido semejantes pecados de lesa humanidad como el de poder faenar acuerdos bilaterales mediante en los caladeros de Senegal.

  6. El fotógrafo no es inocente: forma parte del circo mediático destinado a remover conciencias a través del sentimentalismo y la moralina barata para ocultar la verdadera raíz del problema y a los que mueven los hilos en la sombra. Ya tenemos servido un nuevo niño Aylan tirado en la playa 2.0.

  7. Creo haber encontrado la solución al problema de la inmigración ilegal, sólo hay que replicar el protocolo que seguimos en el benemérito servicio de Correos y Telégrafos desde hace décadas. Cuando llega un paquete a las oficinas y se saca a reparto, si el destinatario no está en disposición de hacerse cargo del envío, éste retorna al almacén y transcurrido el plazo reglamentario el paquete se devuelve al remitente. Si en origen tampoco se hacen responsables del envío es su problema. Como se ve es un método rápido, simple y eficaz.

    • Qué pereza dais cuando os ponéis intensitos. Por lo demás ya deberías saber que a la Hidra no se la mata con ningún antivirus, conocido o por conocer: si le amputas una cabeza regenera dos. Deberéis inventar alguna otra pócima mágica para acabar con el «Mal». Te recomiendo la literatura infantil de J. K. Rowling, seguro que a Bergman le habría encantado Harry Potter.

      • Pepe Rana, yo no voy a dejar que alien venga a comerme la oreja: lanzallamas a la plantación de huevos. Precisamente porque luego cuesta mucho darle a las cabezas de la hidra y te tienes que poner en lo de «Llegaremos hasta el final, lucharemos en Francia, lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo, lucharemos en las playas, lucharemos en las pistas de aterrizaje, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, ¡nunca nos rendiremos!» y en los años siguientes sudar sangre y lágrimas en Krasny Bor mientras la fábrica de tractores Ostubre Rojo produce t-34 para esterenarlos en e frente que está a doscientos metros y los coloniales andan por el Pacífico en su contra Tora Tora Tora diseñada por Tojo en su dojo imperial de sol naciente. Lo mejor seguir eldiktak de la primavera del 45 y bailar pájaritos por aquí boca abajo en Milán y seguir al líder como en el bunker berlinés.

        Esta invasión paracaidista a lo Creta para crear conversación– alien comiéndote la oreja– me pilla leyendo entre otras cosas Apaciguar a Hitler de Tim Bouverie, joven autor británico de mucho interés.

        No te confundas, esto no pretende ser una conversación, así que Molinero a tus molinos, a tus latines y a Parla.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.