Black and White Photo Awards es un nuevo concurso fotográfico que nace con la intención de premiar el talento en esta disciplina. El pasado 19 de agosto -coincidiendo con el día mundial de la fotografía- la organización del evento anunció a los ganadores y ganadoras de esta primera edición de fotografía en blanco y negro. 

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El fotógrafo Johan Willems ha sido el ganador absoluto del concurso con la fotografía “Cheetah with cubs” (Gepardo con cachorros), una bonita instantánea que, como su nombre indica, muestra una estampa cotidiana de estos animales en su hábitat natural. 

Absolute winner – Johan Willems – Cheetah with cubs
Absolute winner – © Johan Willems

Dusty Cooper se ha llevado el Premio Especial a la Creatividad con “Levitate”, una imagen en movimiento con la que consigue captar la esencia de una danza. 

Special prize for creativity – Dusty Cooper – Levitate
Special prize for creativity – © Dusty Cooper

En cuanto a los premios del concurso el título de ganador absoluto recibe 1.000 euros en metálico, 200 euros son para el premio especial a la creatividad, 100 euros para el ganador de cada una de las 5 categorías (arquitectura, street, fauna y flora, retrato y paisaje) y el premio Haida que como patrocinador otorga el galardón consiste en un kit de filtros ND valorado en 300 euros. Destacan también 20 menciones de honor (5 de oro, 5 de plata y 5 de bronce) sin premio con el propósito de remarcar el talento de la mayor cantidad de imágenes posibles. 

El certamen -que asegura haber superado sus expectativas tanto en participación como en calidad- es internacional y está abierto a profesionales de la fotografía y amateurs. Las imágenes presentadas además de optar a los premios tendrán el reconocimiento y sello de los Black and White Photo Awards. 

Estás son las fotografías ganadoras de cada categoría y algunas de las menciones especiales:   

Arquitectura

Architecture winner – Hector Ballester Ballester – A light at the end of the tunnel
Architecture winner – © Hector Ballester Ballester

Street

Street winner – Saurabh Sirohiya – Patterns Of Eid
Street winner – © Saurabh Sirohiya

Fauna y flora

Fauna and flora winner – Enric Adrian Gener – Mobulas in the Mediterranean Sea
Fauna and flora winner – © Enric Adrian Gener

Retrato

Portrair winner – Kazutoshi Kawakami – Pattern
Portrair winner – © Kazutoshi Kawakami

Paisaje

Landscape winner – Vasilis Livanos – Sea of Sand
Landscape winner – © Vasilis Livanos

Premio especial Haida

HAIDA SPECIAL AWARD WINNER George Digalakis – Echoing Spaces
Haida Special Award Winner © George Digalakis

Menciones especiales

Street silver Mention – Michael Duckworth – Ramble and roam
Street silver Mention – © Michael Duckworth
Street Golden Mention – Jason Au – Obsession
Street Golden Mention – © Jason Au
Street bronze Mention – Hervé Boutrouille – The artist and his fans What better fans than smartphones_
Street bronze Mention – © Hervé Boutrouille
Portrait silver mention – Andres Montoya Arango – Una lucha infinita por aceptarse y ser aceptado
Portrait silver mention – © Andres Montoya Arango
Portrait Golden Mention – Corine Bakker – Ode
Portrait Golden Mention – © Corine Bakker
Portrait bronze mention – Antonio Damián Gallego – Estudiante de Bobo-Dioulasso
Portrait bronze mention – © Antonio Damián Gallego
Landscape Golden Mention – Ales Krivec – The Dolomites Seiser Alm
Landscape Golden Mention – © Ales Krivec
Fauna and flora golden mention – Ricardo Tormo Massignani – Posado de girafas
Fauna and flora golden mention – © Ricardo Tormo
Architecture silver mention – Juan Jesús González Romero – La cúpula
Architecture silver mention – © Juan Jesús González
Architecture Golden Mention – Antonio Figueras Barranco – Waves
Architecture Golden Mention -© Antonio Figueras Barranco

 

31 COMENTARIOS

  1. Cuando la fotografia está más acabada es cuando nacen como setas en otoño todo tipo de festivales, concursos, certámenes, convocatorias de toda laya para darle la extramaunción al cadáver, para hacer una oda al déjà vu en el que lo repetido cien trillones de veces pretende tener una vida zombie y sobreactuada.

  2. El B&N lleva siendo una especialidad propia desde 1839 en que nace la propia fotografía, la identidad primaria de la fotografía es en B&N, no hace falta que ninguna performance concursera lo reivindique con el único propósito de significarse entre los millones de concursos existentes. Incluso después de que el color fuera auspiciado a mitad del siglo pasado como herramienta artística parangonable al B&N, éste ha sido el paradigma de expresión estética en fotografía por su capacidad de abstracción. Los que vienen a descubrirnos a estas alturas el bocadillo de calamares merecen un buen coscorrón.

  3. Imágenes demasiado retocadas, demasiado «límpidas», mas bien parecen infografía que fotografía. El B/N «real» de la Tri-x es difícil de imitar, y ojo, algunos lo consiguen y les queda resultón. Pero lo suyo para el B/N es la película… y que carajo, para color también. Echo de menos ver esos colores que daba la película y que en digital no es que esté mal, pero es otra cosa.

      • Te digo la edición de la ganadora absoluta, subir luces altas, subir sombras y degradado en el fondo. Eso ya lo hacía mi abuelo en laboratorio.
        Las de arquitectura o retrato seguramente sí, está a la orden del día ese tipo de edición y seguramente ni reconozcas el edificio del RAW al jpg.

      • En el analógico existian límites estrictos marcados por una técnica y unos procesos arcaicos y rudimentarios que obligaban al fotógrafo a mantener el compromiso de subordinación a lo real, lo que salía del cuarto oscuro difería respetuosamente de lo que había capturado el objetivo. Por el contrario en el digital ya no existen límites, la tecnología ha permitido que el digitalógrafo se independice completamente de la realidad pues no tiene ningún tipo de restricción ética o estética que le impida crear mundos alternativos ex nihilo. En efecto: todo vale, si se puede, se debe. Las manipulaciones infantiles realizadas en analógico son un juego de niños comparadas con las arbitrariedades deliroides que se perpetran en digital. La presunta «evolución» que el digital supone pasa por convertir el simulacro con su poder de fascinación en más real que la propia realidad, supone que las imágenes usurpen el lugar que ocupa el mundo al cual vienen a sustituir y a desacralizar, lo cual es claramente una involución y una transmutación degradante de lo real.

      • En película se retocaba y se recortaba dependiendo de la finalidad de la foto, pero no se alteraba la imagen hasta desvirtuarla y hacerla parecer un cuadro hiperrealista hortera.

        También existió una tendencia llamada neo-modernismo que lo trabajaron muchos fotógrafos artísticos, y con un gran exponente como el fotógrafo estadounidense Jerry Uelsmann que manipulaba de manera magistral sus fotos, usaba hasta 8 ampliadoras con negativos diferentes para una sola foto, y una cantidad de material impresionante (un derroche) para conseguir efectos que ahora se hacen con el tampón de clonar del PS en 5 minutos. Pero entraba dentro de esa línea artística de la fotografía, no se pretendía vender como fotografía documental, y no se vendía como algo verídico… vamos, que Jerry Uelsmann jamás presentó fotos al World Press Photo.

        Con la fotografía basada en pixeles ya no hay límites técnicos, hasta el tonto del pueblo sabe usar el tampón de clonar, subir las sombras, sobre saturar los colores, aumentar el contraste, etc., etc., No te quepa duda que «antiguamente» se podía manipular una foto. Ya en la era pre-digital se criticó a la revista National Geographic por presentar fotos horizontales en formato vertical, pero vamos, nada comparable con el escandalo de McCurry y su fotografía documental «perfecta».

        En fin, nos ha tocado el comienzo de una nueva tecnología, y estamos pagando la novatada con esa estetica actual tan cateta, espero que con los años (o décadas) la fotografía digital despierte y tome su propio camino, y realmente evolucione ofreciéndonos imágenes interesantes, no estas horteradas y refritos photoshoperos que inundan el paisaje «infográfico» actual.

  4. Que manía con declararse depositantes de la esencia auténtica y verdadera de las cosas.

    La Naturaleza evoluciona, un gato y un león son diferentes, pero ambos son felinos. Hay muchas ¿miles? de especies de pájaros diferentes, y todos descendientes directos de los dinosaurios, unos evolucionan en un sentido, otros se extinguen pero todos son pájaros, o dinosaurios.

    Dejar a la fotografía/cine evolucionar. Quien quiera que use la técnica del colodión y quien quiera la IA, pero dejen de repartir carnet de autenticidad.

    Por cierto, el Tri-X… que recuerdos.

  5. Sobre todo la última sobre parece irreal, como hecha por alguien o algo perteneciente a una civilización distópica ubicada en un planeta no perteneciente a la vía lactea. Cuanto más espectacularmente inverosímil mayor es su éxito, tal parece ser la consigna de la postfotografía, aunque extrañamente sólo ha merecido una triste mención que ni siquiera da derecho a esos 100 eurillos de consolación que se han llevado los ganadores de las categorías. Increible!

    Tanto esfuerzo para nada, seguro que se ha gastado más en la factura de iberdrola sentado durante horas delante de la pantalla magreando sin medida los restos exangües del RAW original. Acaso el jurado haya detectado que esa marcianada repite un patrón clonado hasta la extenuación en la tierra y de ahí su limitado reconocimiento.

    https://www.photolari.com/porfolio-babel-de-angel-sanchez/

  6. Dios mío, pensaba escribir algo sobre el artículo. Pero leyendo a tan instruidos lectores comentaristas mejor me abstengo. Solo una acotación en Blanco y Negro siempre se retocó. Tengo casi 55 años de fotógrafo. Y me asustan los actuales «profesionales de la fotografía» que aparecen como comentaristas.

    • Antes se retocaba, ahora se edita la imagen, se postprocesa, se repostprocesa hasta el infinito para violentar la realidad que representa y así «liberarse» de ella, para dar rienda suelta a esos mundos privados y subjetivos que el «autor» cocina en su cabecita y pugnan por salir al mundo objetivo para dar fe de su soberanía sobre él, para diferenciarse radicalmente del vecino que hace exactamente lo mismo.

      Pues eso era lo que el marketing digital lleva décadas prometiendo: expandir la creatividad de los individuos hasta el infinito y más allá (literal) lo que supone una doble falacia, primero porque la creatividad no es una categoría universal que se dé en todos los sujetos, de hecho los hay absolutamente negados, y segundo porque de un ser finito y limitado como el hombre no puede surgir una creatividad infinita e irrestricta, atributo que corresponde en exclusiva a Dios. Y he ahí uno de los mayores desideratum y una de las mayores engañifas de lo digital: la de convertir al digitalógrafo en un ser con potencialidades divinas capaz de crear mundos a la carta gracias a la tecnología.

      Pero esa capacidad de ficcionalizar la realidad a través de la plurisgnificación irrestricta que la herramienta de «retoque» por excelencia les prometía no sólo no ha conseguido su objetivo sino que por el contrario sólo ha homogeneizado la realidad y ha estandarizado las imágenes que están llamadas a representarla, lo que ahora sí se ha universalizado finalmente es la mediocridad y la banalización más indiscutibles.

      Todas las fotos significan lo mismo y nacen bajo un mismo denominador común: la realidad está agotada, nos aburre y necesitamos añadirle colorantes, conservantes y edulcorantes sin tasa para que nos resulte apetecible sin advertir que la sobresaturación de lo mismo acaba induciendo el vómito.

  7. Cuando tenía unos 16 años (de esto hace más de 40), en mi pandilla leíamos cosas como «La peste» de Camus, «El arte de amar» de Erich Fromm, mucha poesía y teatro… etc. Escuchábamos a Dylan, los Rolling y los Beatles, y nos gustaba hacer puzzles, o aprender a tocar la guitarra, cosa que alguno conseguimos. Yo he visto «El jovencito Frankenstein», «Jesucristo Superstar» o «Amarcord», «La vida de Bryan» o «La naranja mecánica», de estreno. Bueno… es la época que me tocó vivir y el círculo en el que crecí. Tal vez no sea mejor ni peor.

    Ahora, en mi trabajo como docente y en la sociedad, veo lo (poquísimo/nada) que leen, el cine (por llamarlo de alguna manera) que ven, o la música (99% una p*** m*****) que escuchan… y luego los oyes hablar y te das cuenta del bajadón de nivel que existe actualmente.

    Igual suena a frase de abuelo cebolleta, pero desde mi humilde punto de vista estamos viviendo una decadencia de aprendizaje y conocimientos enorme. Y eso influye en todo, pues el acervo cultural y social que vayas adquiriendo pasa a formar parte de tí y de tu trabajo.

    La fotografía no escapa a esto… de hecho, creo que no ha habido tantos (autoproclamados) fotógrafos nunca.

    En fin… qué pena.

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