¿Puede un artista usar una fotografía ajena como base para generar una nueva obra sin pagar al autor o autora de la imagen original? Aunque es un tema indudablemente complejo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos parece que tiene la respuesta: no.
Así lo ha dictado en una reciente sentencia del caso que desde hace años enfrenta a The Andy Warhol Foundation con la fotógrafa Lynn Goldsmith, autora del retrato de Prince que el artista usó para crear una de sus obras icónicas.
La decisión viene a confirmar la sentencia previa que también daba la razón a la autora y certifica que Warhol no realizó cambios suficientemente sustanciales en la imagen como para que pueda considerarse un trabajo independiente del original y no basado en él
400 dólares
En realidad la autora sí cobró en su momento por el retrato. Concretamente 400 dólares, que es lo que pagó Vanity Fair en 1984 por ella para que Warhol creara una ilustración para un artículo sobre Prince.
La fotógrafa nunca llegó a enterarse de esa obra a partir de su imagen, ni de todas las que componen la denominada «Prince Series» y que suman un total de 15 variaciones de color basadas en su retrato en blanco y negro.
La serie se hizo famosa tras la muerte de Prince y la publicación de un número especial de Vanity Fair en el que aparecían estos dibujos de Warhol. Fue entonces cuando la autora los descubrió y denunció a The Andy Warhol Foundation por violación de derechos de autor.
Un triunfo para la profesión
Si ante el robo de una fotografía el proceso legal para reclamar el pago suele ser largo y tortuoso, un caso en el que entra en juego la creación artística y alguien como Warhol se complica mucho más. De ahí la importancia de esta decisión judicial, que sienta jurisprudencia para casos similares.
«He pasado los últimos siete años litigando con el coste y sufrimiento de ir lo más lejos posible en un proceso legal para defender mis derechos y el de todos los creadores», ha explicado Goldsmith a través de sus redes sociales, asegurando que la sentencia tendrá un profundo efecto en la profesión.

«Esta sentencia del Supremo en EEUU es importante y crucial para la protección de la propiedad intelectual, y genera un debate necesario e interesante sobre métodos creativos históricos», comentaba Silvia Omedes, responsable de Photographic Social Vision.
Asociaciones profesionales en Estados Unidos como la National Press Photographers Association también han destacado la importancia de esta sentencia a la hora de definir el concepto de transformación y uso legítimo de una imagen en un contexto artístico.
La noticia también ha sido ampliamente difundida y celebrada en medios que, paradójicamente, no pueden presumir de hemeroteca cuando se habla de uso legal de imágenes o de las condiciones laborales de sus propios fotógrafos.
Fantástica resolución judicial sobre unos hechos que se remontan 40 años atrás, justo ahora que la IA va a poner patas arriba el mundo del Derecho y va a finiquitar definitivamente la perclitada noción de «autoría».
Fantástica resolución judicial sobre unos hechos que se remontan 40 años atrás, justo ahora que la IA va a poner patas arriba el mundo del Derecho y va a finiquitar definitivamente la periclitada noción de «autoría».
No estoy de acuerdo con esta sentencia.
No hubo un robo pues la revista vanity fair le compró la foto o el retrato a la fotógrafa a cambio de 400 €.
Y lo que hizo Warhol es simplemente una OBRA DERIVADA. Y de estas se hacen a patadas (sobre todo pintores) sin contraprestacion económica. En las obras derivadas no se lesiona el derecho de autor porque el original no sufre pérdida ni transformación.
Es como si un músico se forra haciendo una versión acústica de una canción Punk, por ejemplo de los Sex Pistols.
La canción original de los Sex Pistols permanece intacta. No se transforma ni sufre una pérdida.
Desconozco si había un contrato especial y extraordinario, entre el fotógrafo y la revista Vanity Fair, de no ser así, por ley los derechos de una fotografía pertenecen SIEMPRE a su autor (como dije, salvo que el fotógrafo, firme un contrato especial cediendo los derechos). Y el importe pagado de 400 euros, corresponde a los derechos de publicación que como norma incluye 1 publicación y dentro de los siguientes 3 meses, tanto si se quiere publicar mas veces, como si se excede los 3 meses, aunque no se haya publicado durante este periodo, la revista debe pagar de nuevo.
Ahora le toca a The Andy Warhol Foundation demandar a la fotógrafa Lynn Goldsmith por parecerse en la foto a Andy Warhol 😆