¿Buscando una compacta de formato completo y sin ganas de esperar a que Sony actualice su RX1R II o ver qué pasa con la Zeiss ZX1? Leica parece haber pensado en esos usuarios un poco impacientes y con bastante dinero en el bolsillo y acaba de lanzar su nueva Q2.

La cámara Leica Q2
Leica Q2

Sucesora de la Q original de 24 megapíxeles -que ya había versionado unas cuantas veces en ediciones limitadas– el nuevo modelo llega con un renovado sensor CMOS de formato completo y nada menos que 47 millones de puntos.

Es el principal cambio de una compacta de lujo que se mantiene fiel a su objetivo fijo estabilizado 28 mm f1.7, aunque ahora el aumento de la resolución hace que los recortes a 35 y 50 milímetros resulten bastante más aprovechables.

Con una filosofía y diseño similar al del modelo original, ahora no sólo se han simplificado todavía más algunos mandos y funciones -sorprende la parte trasera sin prácticamente botones- sino que también presume de un cuerpo sellado y resistente al agua y al polvo.

La cámara Leica Q2

La cámara Leica Q2

También es nuevo el visor OLED con casi 4 millones de puntos de resolución, así como la posibilidad de grabar vídeo en 4K (3840 x 2160 pixels a 30 y 24p) y un sistema de enfoque automático más rápido, según explican desde la compañía.

A la espera de que se confirme su precio para España, algunas tiendas europeas ya la tienen a la venta por 4800 euros.

19 COMENTARIOS

  1. Pues, sin poner en tela de juicio su calidad, no veo el sentido. Si Leica hubiera quitado el visor electrónico por ejemplo y hubiera puesto un telémetro de los de la serie M, quizá se justificara el precio y hubiera creado un modelo dentro de la línea Leica oficial – que es la M- fuera de las comparsas tuneadas hechas en Japón, que sin duda son estupendas pero que lo envuelve todo dentro del más puro markenting. Hubiera sido como los modelos Minolta CL o Leica CL de la época de la fotografía con película, estos modelos fabricados en consorcio eran pequeñas joyas más «asequibles» que comprarse una Leica M6. Hoy en día los «reyes» del microchip y de la electrónica en general son los japoneses y por mucha envoltura Leica de este modelo no justifica ese precio, quizá sólo por la óptica que sí es de Wetzlar y ahí radica el pastón del modelo, el resto, aparte de la vitola, es pura electrónica como la de cualquier cámara japonesa de alta calidad.

  2. La receta es así, cámara lo mas pequeña posible FF con un angular luminoso para mantenerse pequeña, una galaxia de megapixeles y un precio fuera de orbita.

    Yo creo que 47 megapixeles es un disparate para esta clase de cámara que debería tener un sensor de menos de 24 para poder aprovechar sus ajustadas dimensiones para foto nocturna sin comprometer los altos ISO.

    De cualquier forma con ese precio, sus características son anecdotistas.

    Respecto a tema del visor, pretender un visor óptico y telemetro en esta clase de cámaras a esta altura me resulta un divagante. Pese a lo devertida que me resulta mi M9, puedo hacerlo mejor con una Sony A7.

  3. Hacer la crítica de un artículo en función de la capacidad adquisitiva es ponerse uno como protagonista.
    La Leica Q2 reúne lo que algunos hubiéramos querido tener hace tiempo. Un gran sensor permite replantearse la manera de hacer fotos. Tengo varios Canon 5 DSR y con las lentes adecuadas producen imágenes que no envidian al formato medio. Uso algunas Canon de las series altas y siempre he sido fiel hasta que compré mi primera Milvus. Una Canon 5DSR+Milvus podría ser equivalente a una Leica Q2. Por supuesto no se puede generalizar en tipo de fotografías o footógrafos. Es evidente que no está destinada para hacer deporte. Un gran cuerpo + una lente estupenda a un precio acorde. Estoy/estuve pensando en hacerme con una Monochrome y eso mas una lente puede estar en torno a los 12M … y solo para blanco y negro.
    Tampoco es que sea el fotógrafo estándar, por muchos motivos no cambio lentes, así que para mi es el objeto ideal para callejear y encima sin pensar en ponerme las gafas para enfocar.

  4. Yo he tenido la oportunidad de probarla, y lamentablemente tengo que decir que es una puñetera pasada. Es sencillo cambiar de 28 a 35 o a 50, es verdad que te obliga a repensar un poco el cambio para no «salirte» del nuevo encuadre, pero la calidad en esos, llamésmosles recortes, es espectacular. La medición es impecable, la velocidad de enfoque y calidad del objetivo, fuera de toda duda. Ahora sinceramente pienso que son 5.000 euros bien invertidos, porque nunca la consideraría un gasto.

    Es una máquina sencilla de llevar y de operar, fiable y con una enorme sensación de calidad.
    Me ha convertido en un admirador de Leica, que no en propietario, porque no me da aún. Pero empiezo a ahorrar desde ya.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.