¿Tiene sentido disparar en RAW con el móvil? Probamos Lightroom Mobile y su nuevo sistema HDR

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Llevamos mucho tiempo pidiendo que los móviles tengan controles manuales y formato RAW. Y ahora que muchos lo ofrecen, ya podemos confesarlos: en la mayoría de los casos seguimos disparando en automático y sin hacer demasiado caso a la opción de guardar las imágenes en formato RAW.

Es verdad -por si sirve como excusa- que las aplicaciones nativas de fotografía no suelen estar muy optimizadas para los usuarios avanzados y que, en algunos casos, la opción del RAW ni se ofrece aunque el sistema operativo lo permita. En estos casos, la única opción es recurrir a otras aplicaciones.

Y es aquí donde aparece Lightroom Mobile. ¿Pero Lightroom no sirve para editar imágenes? Pues sí, pero en el móvil también cuenta con un modo de fotografía realmente interesante y que ofrece todo lo que el usuario más exigente suele necesitar. Y, además, organizado con bastante buen criterio.

En realidad nada de esto es nuevo, pero la última actualización de esta aplicación nos ha permitido redescubrirla. La principal novedad es el modo HDR RAW que captura y fusiona 3 imágenes para ofrecer un mejor rango dinámico.

Así que con la excusa de comprobar su eficacia real, como os explicamos en el vídeo, casi el mayor descubrimiento ha sido comprobar que Lightroom Mobile -gratuita, excepto para la sincronización de imágenes que requiere suscripción a Adobe- es una de las mejores opciones ahora mismo para quienes se toman la fotografía móvil en serio.

HDR RAW

Aunque al trabajar con un iPhone ya disponemos de la opción de HDR desde hace tiempo, en este caso hablamos de captura en formato RAW y por triplicado. Es decir, al pulsar el disparador la cámara realiza un bracketing de 3 disparos, y después une todo en una sola imagen.

De hecho, si no hay mucha luz nos aparecerá una alerta para que no movamos demasiado el móvil y, al ir a revisar el resultado, habrá que esperar unos segundos para que se complete la fusión de las tres tomas.

La buena noticia es que la unión es perfecta, al menos en las situaciones que hemos probado. Incluso con movimiento leve en la escena (personas caminando) no se aprecia ningún problema en la imagen resultante.

Un par de ejemplos para comparar. A la izquierda la captura RAW normal, a la derecha en modo HDR RAW. En ambos casos con todos los ajustes de revelado a cero.

La mala noticia, es que el tamaño del archivo pasa de los 10 MB normales de un DNG normal del iPhone 7, a más de 40 en este modo HDR RAW, con un archivo que, eso sí, eleva la profundidad de color a 16 bits. Y si trabajar en RAW ya castiga la batería del teléfono, activar este modo hace que el procesador trabaje mucho más y la batería caiga a mayor velocidad.

¿Y los resultados? A simple vista y con imágenes en las que hay contraste pero sin llegar a situaciones límite, la verdad es que la mejora es relativa. Si ajustamos los parámetros de revelado a cero, las diferencias son realmente sutiles.

Revelando

¿Y si procesamos el RAW en el móvil o en el ordenador para intentar aprovechar al máximo las luces y las sombras de la imagen? Teniendo en cuenta que el tamaño pequeño de los sensores de los móviles limita su rango dinámico, es aquí donde se supone que está la gran ventaja de este método.

Por cierto, para pasar las imágenes al ordenador podemos sincronizarlas de forma automática si disponemos de una suscripción de pago de Adobe o bien exportar el original al carrete del teléfono y luego transferir la imagen DNG como cualquier otro archivo.

Arriba el archivo DNG a cero y revelado recuperando al máximo luces y sombras. Debajo, la misma operación pero con un HDR RAW.

Exprimiendo al máximo las luces y las sombras y entrando en el pantanoso terreno del HDR y su estética, las diferencias empiezan a notarse un poco más. De todos modos, en este ejemplo -como se puede apreciar en el vídeo- lo más significativo no es lo que ganamos en rango dinámico, sino la notable reducción del ruido en la imagen tomada en HDR.

Para apreciar las diferencias reales en rango dinámico tenemos que irnos a una escena muy extrema, con una gran diferencia de luz entre las sombras y las luces. Es en este tipo de casos donde al recuperar las luces aparece información que con una toma normal -incluso en formato RAW- habíamos perdido.

Arriba el archivo DNG a cero y revelado recuperando al máximo luces y sombras. Debajo, la misma operación pero con un HDR RAW. Nótese la gran diferencia en las luces recuperadas en la última imagen.

¿Merece la pena trabajar siempre con este modo dado el peso de los archivos y el consumo de batería? A la vista de los resultados parece que se trata de una opción que mejor reservaremos para escenas con luces y sombras muy marcadas.

Para el resto, las opciones de procesamiento que da el RAW normal serán más que suficientes para obtener unos resultados excelentes y elevar un peldaño más el potencial fotográfico del móvil.

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