Hacía ya algunos años que los usuarios que buscaban portátiles con mucha potencia bruta, especialmente en la parte gráfica, se quedaban decepcionados con cada nuevo lanzamiento de la línea MacBook Pro de Apple. Hablamos sobre todo de profesionales cuyo sustento y productividad dependen estrechamente del rendimiento de los equipos.

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La primera generación de los chips M1 presentaban cifras de rendimiento y eficiencia muy prometedoras, pero aun lejos de las necesidades de los usuarios más exigentes. Así que toda la esperanza estaba puesta los chips M1 Pro y M1 Max. Y parece que Apple ha cumplido con las expectativas.

Macbook Pro M1 Max-7

En Photolari hemos podido disfrutar unos cuantos días de un MacBook Pro de 16 pulgadas con chip M1 Max y 64 GB de RAM, y la experiencia no ha podido ser más positiva.

Eso sí, no nos engañemos: ninguno de nosotros somos ese tipo de usuario exigente que comentamos al principio. Por eso nos hemos buscado la ayuda de un profesional de 3D y los Motion Graphics para que nos ayude. Así que esto es una experiencia de uso a tres bandas.

Iker: vuelve la ranura para SD y el Magsafe

Seré breve, porque lo cierto es que no puedo aportar demasiado por aquí sobre un portátil que me queda demasiado grande en prestaciones para mi uso habitual.

Soy usuario de los MacBook Air desde hace ya muchas generaciones. Intento tener siempre el último modelo, aunque también es verdad que en esta gama tampoco suele suponer grandes saltos en potencia. Excepto, claro, con la llegada del procesador M1 el año pasado.

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Mi humilde Air M1 sobre el nuevo Pro M1 Max. Además del tamaño, hay miles de euros de diferencia.

Procesar unos cuantos RAW de muchos megapíxeles en Lightroom es la tarea habitual más pesada a la que suelo someterle, y lo resuelve en un tiempo suficientemente razonable como para que merezca la pena invertir mucho más por los MacBook Pro.

Aunque es verdad que la falta de potencia gráfica hace que el streaming se le atragante un poco, por ahora no parece motivo suficiente como para justificar el salto.

De todos modos, hay un par de detalles en esta nueva generación de los MacBook Pro que desde la base del catálogo dan mucha envidia y que suponen lo más parecido a una rectificación que hemos visto en la historia de Apple.

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Hablamos, claro, de la vuelta de la ranura para tarjetas SD. Para algunos un anacronismo, para muchos fotógrafos un detalle muy cómodo y que acaba ahorrando unas cuantas horas en el flujo de trabajo. No exageramos: quienes estamos acostumbrados a sacar la tarjeta e insertarla en el sector seguimos sobreviviendo cómo podemos a eso de tener que tirar de lector externo o cable USB.

Por ahí va, precisamente, el segundo detalle que destacaría: la vuelta del MagSafe, la conexión de carga de los portátiles de Apple que jamás debería haberse marchado. No sólo por su seguridad en caso de tropezón fortuito, sino porque además no ocupa uno de los codiciados puertos USB del aparato y que obliga a los usuarios actuales de los MacBook a no salir de casa sin un hui de conexiones.

¿Veremos estas dos prestaciones en un próximo MacBook Air? Ojalá.

Álvaro: sobrado para vídeo

Mi experiencia con este ordenador ha sido peculiar, puesto que por un lado yo sí requiero cierta potencia para desarrollar mi trabajo, pero nunca he sido usuario de los MacBook de Apple, por lo que muchas de las cosas que llenan páginas de tintas en medio especializados en Apple en mi caso pasan desapercibidas.

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Sobre el diseño puedo decir que en ningún caso me ha molestado el grosor ni los bordes, y que me ha sorprendido que el portátil sea muy poco más grande que mi Dell XPS 15 de 15 pulgadas de 2017.

La pantalla es realmente espectacular, aunque no le he sacado mucho partido puesto que trabajo siempre en flujos HDR. Tampoco he notado especialmente lo de los 120 Hz de refresco.

Sí me ha parecido una maravilla el brillo, el contraste la nitidez y la reproducción cromática, y sobre el famoso notch la verdad es que no sabría que decir, simplemente está ahí y se ve raro, pero poco más.

La gran sorpresa en el apartado de diseño me la llevé al escuchar sonido por primera vez, los altavoces son realmente espectaculares. Esto es algo que me llamó mucho la atención porque el sonido de mi Dell XPS 15 es nefasto, y me obliga a trabajar siempre con auriculares.

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Jamás he usado la famosa (o infame) Touch Bar ni sé lo que es un teclado del tipo mariposa, así que poco que decir sobre eso. Así mismo tener variedad de conexiones y ranura SD es habitual en mis equipos, así que no puedo considerarlo como algo destacable. Sí me he dado cuenta de que casi todos mis cables y mis periféricos tienen conexión USB tipo A.

Como ya he dicho antes yo de ordenadores sé lo justo, así que sobre rendimiento tan solo voy a dar unas pinceladas y lo demás lo voy a dejar en manos del experto invitado.

Solo decir que con el MacBook Pro M1 Max he tardado apenas 14 minutos en exportar con Premiere Pro (versión nativa para M1) un vídeo de 32 minutos en 4K, con sus correcciones de color, con alguna máscara y sus planos estabilizados en postproducción, sin efectos especiales ni ajustes complejos.

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Ese mismo vídeo en mi ordenador de sobremesa, un i9-9900KF, con 64 GB de RAM y una tarjeta Nvidia GeForce RTX 2080 Ti, ha tardado 34 minutos. ¿Sorprendido con el dato? No tanto, mi ordenador tiene ya más de dos años y el MacBook Pro que hemos probado cuesta 5.500 euros. De ese precio solo podemos esperar resultados a la altura.

Lo que sí me ha sorprendido muchísimo es que durante toda esta exportación y las otras pruebas que he hecho no he conseguido que se encendiera el ventilador en ningún momento, y prácticamente no ha habido gasto de batería.

Además es perfectamente posible trabajar con el ordenador sobre las piernas sin acabar con quemaduras de tercer grado. Eso sí me parece un dato diferencial respecto a otros portátiles de gama alta que he probado.

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El «famoso» notch en la pantalla

En todo caso es evidente que estamos ante un ordenador de altísimos vuelos, cuyas prestaciones y rendimiento están muy por encima de mis necesidades, y de las de la mayoría de youtubers, influencers y demás que han llenado las redes de unboxings y «análisis» de estos MacBook Pro.

Jose Jacas: la perspectiva de un profesional de 3D y motion graphics

Una de las mayores limitaciones de la vida laboral de un diseñador 3D es la obligación de vivir atado a un equipo potente para ejercer su trabajo. En nuestra industria tenemos que poder renderizar los trabajos lo más rápido posible para poder pasar al siguiente. El tiempo es, literalmente, dinero.

Esta necesidad significa que trabajar de forma móvil nos limita a una serie de equipos portátiles con procesadores y tarjetas gráficas con la potencia suficiente para mantener el ritmo. Estos equipos suelen ser grandes, pesados, calientes y, sobre todo, ruidosos. Sumamos a esto que si trabajamos desconectados de la corriente, la batería no suele durar más de un par de horas.

Macbook Pro M1 Max-2

La promesa de Apple con el MacBook Pro con M1 Pro y Max es la de solucionar todos estos problemas. Un equipo potente en un chasis ligero y portátil, que no se calienta, que no hace ruido y con batería para todo el día. Cualquiera que se dedique al 3D y que haya intentado comprar un portátil en los últimos 5 años pensará que es imposible.

Pero he estado probando el MacBook Pro durante aproximadamente un mes, usándolo para mi trabajo del día a día y mis proyectos personales y puedo decir que cumple con casi todo lo prometido.

A estas alturas ya habréis leído y visto videos de todo tipo sobre el Macbook Pro así que no voy a explicar mucho sobre los aspectos generales del equipo. El nuevo diseño luce mejor en persona que en fotos y la pantalla es espectacular. Si tuviese que sacarle una pega a ésta sería que el tiempo de respuesta de los píxeles es bajo, lo cual genera un cierto efecto de estela en objetos en movimiento. Es algo que hace tiempo desapareció en la mayoría de pantallas de alto nivel y que principalmente es molesto en juegos, pero no deja de ser una pega y algo que le resta un par de puntos a su valoración.

Pasemos a hablar del rendimiento.

Cinema 4D

Mi aplicación de diseño 3D favorita y la que mejor funciona en Mac es Cinema 4D. Tuvo versión nativa para Apple Silicon casi inmediatamente y está bien optimizada. En el nicho de usuarios de Cinema 4D hay dos motores de render muy populares, Octane y Redshift. Estos dos motores utilizan la GPU para generar imágenes y son mucho más rápidos que el motor integrado en el propio programa, que solamente utiliza la CPU.

El M1 Max devora completamente todo lo que le eches en Cinema 4D. Cargar escenas pesadas y mover la cámara en el viewport es igual de fluido (o más) que en un equipo de escritorio cargado hasta los topes de hardware. Desaparece completamente la sensación de que estás usando un portátil y por ello debes ser más delicado; y en ningún momento he escuchado el ventilador mientras trabajaba con las escenas (antes de hacer renders).

Una vez arrancados los visores de Octane y de Redshift, el nivel de interactividad se mantiene. La velocidad de la memoria unificada hace que la carga de modelos en el visor de render sea casi inmediata y puedes seguir navegando por la escena tranquilamente mientras el motor hace su trabajo en el visor secundario, casi en tiempo real. Octane es ligeramente inestable y el plugin corre bajo Rosetta (aunque creo que ya ha salido una versión nativa), pero Redshift es nativo y no me ha dado ningún problema de estabilidad.

Veamos cómo de rápido renderiza, empezando por Redshift.

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Estas escenas, que me prestó generosamente @zigor, nos muestran un adorable gato con un montón de pelo (algo que suele ser duro de renderizar) y una moneda feliz. He comparado el MacBook Pro con tres PCs de escritorio y un portátil (gracias a Laura Sirvent por ayudar con esto último).

Lo primero que vemos es que aquello que dijo Apple de que el M1 Max superaba o igualaba a una RTX 3080 de portátil no es necesariamente cierto a la hora de usar motores de render 3D. Una RTX 3060 de 95W sigue siendo ligeramente más rápida en estas tareas, y las tarjetas de escritorio juegan en otra liga completamente diferente. Hay otros perfiles profesionales en los que el M1 Max sí que es mejor que las RTX de portátil, pero no aquí.

Una ventaja del MacBook Pro es que la exagerada cantidad de memoria RAM disponible para el uso de la GPU (64 GB) permite aumentar los cubos (buckets) a 512 y con ello procesar más información a la vez. Es un ajuste que el propio Redshift te recomienda cuando tienes mucha RAM disponible. En el resto de equipos esta opción se dejó a 256 (aumentarlo reducía el rendimiento, a diferencia del MacBook, donde lo acelera).

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La otra ventaja es que durante esa hora y media de render el MacBook Pro es casi completamente silencioso. Acercar la oreja a las rejillas de ventilación te permite escuchar el flujo de aire, pero a una distancia normal de uso es casi imperceptible a menos que te esfuerces en buscar el sonido.

¿Otra cosa casi imperceptible? El calor. No es que no haya ningún aumento de temperatura, lo hay, pero nunca llega a ser incómodo. El MacBook Pro con M1 Max se calienta renderizando lo mismo que uno con Intel usando Safari. Te hace pensar por momentos que pasa algo raro y no se está usando toda la potencia del procesador.

Pasamos a Octane Render, el otro motor popular y que la propia Apple mostró en su keynote de presentación de los equipos.

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Octane nos muestra resultados muy diferentes a los que hemos visto en Redshift. En este caso todas las tarjetas RTX son mucho más rápidas en casi todas las escenas.

Cabe decir que Octane para M1 Max acababa de salir en beta cuando hice estas pruebas y que el plugin para C4D se ejecutaba bajo Rosetta, aunque según OTOY esto no debería afectar al rendimiento porque las llamadas al API de Metal funcionan de forma nativa.

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Mi opinión personal es que Octane está muy optimizado para las tarjetas RTX y poco optimizado para M1, mientras que Redshift está mejor equilibrado en ambas plataformas. Aun así, estos números demuestran que el M1 Max sigue estando lejos de las GPUs de alto rendimiento en portátil, dando números más de gama media que de gama alta.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la GPU del M1 Max consume 40W aproximadamente renderizando, mientras que la RTX 3060 del MSI consume 95W y las tarjetas de escritorio se van a rangos de 200-300W. Si pensamos solamente en los resultados en Redshift, tener una GPU que consume menos de la mitad de energía y rinde casi lo mismo es bastante impresionante.

Veamos que ocurre en After Effects, otra aplicación muy común entre la gente que se dedica a los motion graphics.

Adobe After Effects

La primera prueba es el benchmark oficial para After Effects, llamado Pulse y que se puede descargar aquí. Es un proyecto que, sin el uso de plugins, utiliza casi todas las funciones y efectos de After Effects, por lo que sirve bien para comparar equipos en igualdad de condiciones. Dado que la versión nativa de After Effects para Apple Silicon estaba disponible en Beta, pude comprobar la diferencia de rendimiento entre Rosetta, la versión nativa y mi PC.

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A diferencia de las pruebas en Cinema 4D, donde la GPU es lo que más importa, After Effects sigue utilizando mucho más la CPU. No solo eso, si no que además no es eficiente con el uso de muchos núcleos, siempre ha sido más rápido en equipos con mucha potencia de núcleo único (single core).

El resultado es todo lo contrario a lo visto en Cinema 4D. Usando After Effects bajo Rosetta, el MacBook Pro es solo ligeramente más lento que el PC, pero la versión nativa para M1 lo supera fácilmente. Es cierto que el 9900K es un procesador que ya tiene un par de generaciones de antigüedad, pero incluso los modelos actuales de Intel no son mucho mejores en single core optando principalmente por añadir más núcleos. Recordemos también que esto es una CPU de escritorio de 95W de consumo, mientras que el M1 Max consume 30W en su CPU.

El proyecto Rain, descargado de uno de los tutoriales de VideoCopilot, nos da un resultado incluso más impresionante. Lo ejecuté dos veces más por si hubiese algún error, pero siguió dando resultados parecidos.

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Para acabar decidí probar un caso más realista pero desfavorecedor para el MacBook Pro. Elegí un proyecto real, algo que utilizase muchos plugins como Element 3D, Particular, Optical Flares y demás herramientas que cualquier persona que trabaja con AE está acostumbrado a usar en el día a día. Dado que ninguno de estos plugins tiene versión nativa de Apple Silicon aun, solo pude hacer la prueba en After Effects 2022 bajo Rosetta. Me gusta esta prueba porque representa la experiencia de uso de un artista que a día de hoy se pasa a un MacBook Pro con M1 y continúa con su trabajo normal.

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Aquí vemos como el uso de plugins empieza a saturar a Rosetta y el rendimiento cae. Cuantos más plugins usemos, más lento renderizará. La experiencia de uso de After Effects bajo Rosetta es mejor de lo que esperaba, y una vez que AE guarda frames en memoria caché los tiempos de render se reducen, aunque esta prueba la hice con la memoria completamente vacía. Si eres un usuario fuerte de After Effects con muchos plugins igual es mejor esperar a que todos ellos saquen versiones nativas para Apple Silicon.

Conclusiones

El principal problema con valorar esta primera serie de chips profesionales de Apple es que el software está en un proceso de transición. Hay ciertos sectores profesionales (vídeo y foto, principalmente) para los que las aplicaciones están ya preparadas y para quienes el salto a estos equipos no solo ha sido fácil, ha sido toda una revelación y un incremento enorme en productividad.

Los artistas 3D y de motion graphics estamos en un lugar mucho más gris, desde el cual se ve un futuro muy interesante pero un presente complicado. Si pensamos en el MacBook Pro como un posible reemplazo de un equipo de escritorio, diría que no llega a ese nivel, al menos para artistas 3D.

Macbook Pro M1 Max-1

Si trabajas principalmente con After Effects y tienes algo de paciencia, es posible que puedas cambiar tu PC o Mac grande por un MacBook Pro, pero es mejor esperar a que salga la versión final para M1 y los plugins adaptados.

En cuanto a la comparación con otros equipos portátiles, especialmente PCs, hay que valorar todo el paquete y no solamente el rendimiento. No hay ningún portátil en el mercado que tenga el rendimiento del MacBook Pro M1 Max con el mismo nivel de ruido o temperatura, ni con la misma calidad de altavoces, pantalla o chasis. Al mismo tiempo, hay muchos portátiles PC con un precio parecido o inferior al del MacBook Pro que van a renderizar tus proyectos en menos tiempo. Es una cuestión de prioridades.

Si tu idea es usar el portátil como una estación de trabajo cuando viajas o estás acostumbrado a tirar los renders finales en estaciones grandes o granjas de render, entonces puede que sea el equipo correcto para ti. La experiencia de uso es muchísimo mejor que la de cualquier otro portátil que he podido usar y aunque los renders finales sean más lentos, disfruto tanto trabajando en él que casi me da igual tener que enviar los proyectos al PC “grande” para hacer el render final, porque puedo trabajar donde quiera.

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He estado trabajando con el MacBook Pro acostado en un sofá, con el portátil apoyado en las piernas y renderizando con Redshift durante 4-5 horas sin temer por la batería, sin escuchar los ventiladores y sin notar un calor abrasador en los muslos. Esto no se puede hacer con ningún otro equipo del mercado, desde luego ninguno que tenga un rendimiento similar. Esto es un valor añadido importante para quien valore la flexibilidad.

Dicho esto, Apple tiene deberes. Si realmente quiere competir contra Nvidia, hacen falta aceleradores de raytracing por hardware en la próxima generación de chips. Especialmente cuando lleguen los Mac Pro, iMac y similares. Es una de las razones por las que un PC con cualquier tarjeta Nvidia RTX tiene tanta ventaja en Octane y Redshift. Si Apple quiere apostar por el mercado creativo profesional, no debe olvidarse de nosotros.

El tiempo que pude pasar con el Macbook Pro me ha demostrado que Apple ha vuelto con fuerza y que para muchos de nosotros la vuelta a MacOS como plataforma principal va a ser posible. Los M1 Max y Pro son un buen paso adelante, pero algo me dice que la siguiente generación (¿M2?) será mejor opción para los que nos dedicamos al 3D.

17 COMENTARIOS

  1. Son una maravilla de rendimiento…los 20 primeros minutos. Es necesario que solucionen los problemas de rendimiento con discos externos, que llegan a crear lags en el sistema sin ningún tipo de motivo incluso cuando no los usas.
    La cosa promete, pero le queda una actualización mayor de software que solvente muchos problemas que lastran la experiencia en un uso profesional. Eso, y que los desarrolladores pongan de una vez al día sus aplicaciones.

  2. ¡Aaaahyyyy! esa publicidad encubierta de la manzana mordida. Entiendo a Photolari, que si le cae una máquina, no le va dar un feo a la marca. Me aclaro, entrando en contexto, si eres del ecosistema (religión) de la marca, pues eso, mis máximos respecto, que yo no seré el que le diga lo que hará con sus gustos y sus dineros … faltaría más. Pero si entramos en comparativas técnicas como es el apartado hardware (aquí me da un iptu de las risas), que ahí radica el error de este artículo, pues eso, es «muuuu grabe» como se dice por ahí. Como otra comparativa técnica es el apartado software, lejos de hablar de las aplicaciones, nunca, pero nunca, se puede hacer comparativas de los programas ya que parten de S.O. muy distintos; me aclaro, las configuraciones del S.O. Windows vienen de fábrica como muy estándar, tanto para aplicaciones oficina como entornos de edición, pero se puede configurar para especializarlos al sistema de entornos de alta prestaciones … Mac ¿? en definitiva, si para pagar no es, precisamente, tu inconveniencia, pues eso, más flowers con el ecosistema de la manzana mordida.

      • Buenos días Iker. Según tú, poco es lo contrario de mucho, ¿no?, bueno te aclaro, he trabajado para la marca (manzana mordida) como técnico hardware, también llevaba mantenimiento en importante empresa editorial (periódico), en fin, como verás el ecosistema si sé de sus políticas. En cuanto a Photolari, si tiene productos de la manzana, pues espero que los disfrutes, regalados o comprados, pero reconócelo, si no de su política, tampoco lo has dicho. Saludos.

        • En ese caso sabrás que Apple publicidad poca. Pero, sobre todo, si conocieras Photolari sabrías que cualquier contenido pagado se identifica. No sé lo que ocurre en otros medios, pero en esta casa siempre hemos defendido y practicado esta política.

          Respecto al equipo que usamos, el MacBook M1, desgraciadamente, ya ha vuelto a Apple como ocurre con todos los productos que probamos. La mayoría, por cierto, bastante más caros que este portátil. Como explico, yo trabajo con los Air que me voy comprando y Álvaro con un Dell portátil y un sobremesa PC montado a medida.

          Saludos

    • No vas desencaminado. Aun no hemos visto los equipos profesionales de escritorio con chips de Apple, por lo que es imposible comparar aun, pero para gente que usa portátiles en entornos completamente móviles o híbridos (atado a un monitor externo), el M1 Max ofrece ventajas sobre otros equipos, principalmente el ruido y la velocidad en el trabajo con video. El punto flaco es claramente la GPU, y es por eso que para ciertos trabajos no es el equipo adecuado.

      • El inconveniente de la GPU es relativamente sencillo de soslayar. Se puede conectar una GPU externa (o eGPU como la denominan) por medio del puerto Thunderbolt (supongo en este caso versión 4). En esa configuración se sumaria la potencia de proceso del portátil y la potencia de renderizado
        de la tarjeta grafica externa, cierto que con una perdida de potencia de entre un 10 a un 18% con respecto a un PC según pruebas efectuadas por entusiastas.

        Cuando disponga en fechas próximas (febrero si la cadena de suministro no falla) del hardware necesario lo comprobare.

        Comparto enlace al respecto https://egpu.io/

        Saludos.

          • Efectivamente, no funcionan con los procesadores M1 porque no existen drivers para esa arquitectura y Apple no esta por esa vía, al parecer. Una pena porque la potencia de calculo de ese M1 es brutal.

            Funcionan con los Mac con procesador Intel. Tampoco me queda muy claro si cargando Windows con BootCamp o directamente en Mac Os.

            Mi «ecosistema» no es Apple, voy con un portátil Acer y una tarjeta gráfica heredada de un PC de sobremesa…

            Saludos.

  3. Es la primera vez que veo un análisis y comparativa que nos pueda valer a la gente del vídeo y el 3D. Así que muchas gracias. Son los programas que empleo habitualmente y las conclusiones están muy razonadas.Me ha parecido bastante neutral y no entiendo las quejas de otros comentarios. En cuanto al equipo, de momento para mi muy caro en comparación a otros portátiles similares en prestaciones. Así que me esperaré a los sobremesa y al M2.

  4. Esto que se menciona en el artículo es erróneo:
    «Es cierto que el 9900K es un procesador que ya tiene un par de generaciones de antigüedad, pero incluso los modelos actuales de Intel no son mucho mejores en single core optando principalmente por añadir más núcleos»
    Entre la actual generación de Intel(Alder Lake, 12900) y ese 9900K la diferencia en single core es de al menos un 40%, en algunos casos incluso más.

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