«La naturaleza se abre paso». «El hombre es el peor virus para la Tierra». «Los animales recuperan su espacio»… Seguro que todos hemos leído durante estos días frases similares acompañando imágenes de animales en lugares donde no son habituales.
Desde jabalís bajando por la Diagonal de Barcelona -no son raros en los barrios altos, por cierto-, pavos reales paseando por Madrid, delfines surcando los canales de Venecia con unas aguas más transparentes que nunca o bandas de monos peleándose en Tailandia.
Venice hasn't seen clear canal water in a very long time. Dolphins showing up too. Nature just hit the reset button on us pic.twitter.com/RzqOq8ftCj
— Luca Santis ???????? (@LucaSantis7) March 17, 2020
Todo precioso excepto por un pequeño detalle: no siempre se trata de imágenes reales. O, mejor dicho, no se corresponden al lugar o al momento en el que se supone que están ocurriendo y que hace que triunfen en las redes sociales acompañado de la frase épica de turno.
Así lo recuerdan desde National Geographic, que algo saben de fotografía de animales salvajes. ¿Están las aguas de Venecia más claras por la ausencia de barcos? En efecto. ¿Hay cisnes y delfines en los canales? Pues no
Los primeros son habituales en un canal de una isla cercana, donde fueron tomadas las imágenes difundidas y compartidas miles de veces en redes sociales. Respecto a los delfines, muy bonito pero están grabados en Cerdeña, no en Venecia.
While humans carry out social distancing, a group of 14 elephants broke into a village in Yunan province, looking for corn and other food. They ended up drinking 30kg of corn wine and got so drunk that they fell asleep in a nearby tea garden. ???? pic.twitter.com/ykTCCLLCJu
— Corono she better don’t (@Spilling_The_T) March 18, 2020
Efectivamente parece que los jabalís de Barcelona y los pavos reales en Madrid andan más envalentonados que nunca en sus incursiones urbanas. También los ciervos de la ciudad japonesa de Nara que, ante la falta de turistas que les lleven comida como ocurre siempre, salen del parque donde están habitualmente y deambulan por las calles en busca de algo que picar.
Algo más de literatura parece haber -apuntan desde National Geographic- en esa historia de los elefantes atiborrándose a vino de maíz en un pueblo chino sin habitantes y luego durmiendo la siesta en un campo de té.
Here's an unexpected side effect of the pandemic – the water's flowing through the canals of Venice is clear for the first time in forever. The fish are visible, the swans returned. pic.twitter.com/2egMGhJs7f
— Kaveri ???????? (@ikaveri) March 16, 2020
Efectivamente había elefantes en un pueblo de la provincia de Yunnan. Pero ni es raro, ni se emborracharon para celebrar la ausencia de humanos ni nada parecido. De nuevo, que fuera falso no impidió que se hiciera viral.
Así que, como siempre, un poco de escepticismo antes de compartir supuestas fotografías de animales reconquistando la ciudad es un ejercicio muy sano.
Y la cantidad de tarados anti planeta que conseguirán que se valla todo a la m….. Se la suda lo que quede para nuestros hijos, aunque esté ya delante de nuestros ojos.
Conviene recordar que las manipulaciones fotográficas por cualquier medio disponible
_analógico y manual, primero, digital e informático hoy en día_ son casi tan antiguas como la propia fotografía.
Valga como ejemplo la desaparición de la imagen de Trotsky de todas las fotos en las que aparecía, durante el periodo stalinista.