Lleva más de dos décadas fotografiando a la selección española de fútbol y casi ha perdido la cuenta de Eurocopas y Mundiales vividos. Incluyendo este último mundial femenino en el que Pablo García Sacristán ha sido un testigo de excepción de la victoria de España.
Mientras se recupera del intenso trabajo de estos días, hemos hablado con él sobre lo vivido estas semanas, el trato con las jugadoras, su estilo documental, o el equipo con el que trabaja. También sobre otras fotografías más allá del fútbol y, sí, por supuesto, también le hemos preguntado por el tema del momento.

Si tuvieras que quedarte con una imagen de estos intensos días, ¿cuál eliges?
A mi la foto que más me ha marcado y la que me produjo esa emoción de vivir un mundial desde dentro y ver que se estaba escribiendo una historia con final feliz fue el día que se ganó a Países Bajos en los cuartos de final y se pasaba a semifinales.



Hubo un momento que estaba haciendo fotos a las jugadoras con la afición y me di cuenta de que estaba Jenny Hemoso y Alexia Putellas en el banquillo abrazada llorando. Para no acercarme mucho ni llamar la atención, con el 70-200 milímetros les hice la foto. Se estaba cumpliendo un sueño.
¿Y tienes calculado cuántas fotos has hecho durante estos días, entre la previa, el partido, las celebraciones…?
En el partido de la final llevaba montadas dos cámaras, dos Canon EOS R3. Tiro todo en RAW e hice un total de 7500 fotos entre las dos cámaras desde la previa, el partido y la celebración allí. Recuerdo el número porque lo miré en su momento para saberlo yo también.



En el avión y en Madrid durante la rúa y la celebración hice un total de 2500 fotos. De las 7500 edité 600 fotos. Bueno yo no, una compañera que en estos eventos eventos trabaja como editora y que es una máquina. Y de la celebración unas 215 fotos.
Como fotógrafo de deportes, ¿es igual trabajar futbol masculino que femenino? Desde fuera ellas parecen mucho más accesibles.
Como fotógrafo de futbol para mi no hay grandes diferencias entre el masculino y femenino en cuanto al trato personal. Yo tengo buen trato con los jugadores y jugadoras. Les suelo explicar que no me gusta hace la típica foto, sino más bien documentar con un estilo de fotoperiodismo, pasando desapercibido, siempre con la cámara encima y hacer las fotos que creo que son las que reflejan mejor lo que se está viviendo.


Y en ningún momento me ponen problema. Me gusta mucho vivir esos momentos previos al partido, la concentración en el vestuario después de calentar, cuando se vive la tensión minutos antes de empezar el partido. Además con estas cámaras que son muy silenciosas, tomas un poco de distancia y puedes conseguir imágenes que son bastante emotivas.


Pero vaya, que tanto ellas como ellos son muy accesibles, aunque es verdad que trabajar desde dentro te da más facilidad para este tipo de fotografías. Desde que llevo en la profesión he tratado a los deportistas como personales normales y corrientes, como tú y como yo. Es lo que mejor funciona en este mundillo.
Leyendo tus tuits de estos días, se percibe la emoción del momento. ¿Cómo se mantiene la calmara en momentos así para seguir centrado en las fotos?
Aunque parezca lo contrario, en esos momentos no me emociono nada. Soy super frío. He visto a compañeros que se emocionan con un gol en la final aunque quede mucho partido. No me emociona nada cuando estoy trabajando.

Soy muy metódico y estoy igual cubriendo un partido de tercera división que una final de un Mundial. Es que si no puedes perder la concentración que requiere para que esté todo bien. Necesitas mostrar esa emoción en las fotografías, no hace falta que estés tú emocionado porque puedes perder la foto.
Algunas jugadoras me decían en la final, “venga niño, deja de hacer fotos y dame un abrazo”. No, no -les respondía- luego te doy un abrazo que ahora estoy currando. Ellas al principio no lo entendían pero luego ya me calaron.

Han pasado trece años desde el mundial de Sudáfrica que ganó España. También estuve allí. Y no he visto nunca el partido repetido en televisión, me quedo con la vivencia que tuve allí en directo, el frío que pasamos, las horas de trabajo…
Yo me emociono cuando llego al hotel, me ducho, abro le ordenador para guardar las fotos en el disco duro. Ahí es cuanto selecciono las tres o cuatro fotos que tengo en la cabeza como mejor resumen documental del partido para poner un tuit y las comparto. Fotos que cuando la gente las vea sienta lo que estamos viviendo.
Unas de las fotos más comentadas y compartidas estos días en las de Hemoso en la cama con la copa. ¿Cómo surge esta idea?
Llegamos al hotel y teníamos unas horas de descanso, muy pocas antes de salir para el aeropuerto. Le conté la idea a Jenni Hemoso. «Mira tengo una cosa en la cabeza que no te quería decir hasta ganar: hacerte con la copa durmiendo en la cama»
Se la vi una vez a un compañero, creo que era el fotógrafo del Chelsea que se la hizo a César Azpilikueta y me encantó. Quería haberla hecho por la mañana pero no teníamos tiempo.

Así que al llegar al hotel, estábamos en la cena, se lo conté, dijo que le encantaba, y nos escapamos de la cena para ir a la habiatación. Se la hice a Jennifer Hemoso y a Laia Codina, que nos escuchó y dijo que ella también quería una foto así. Se metieron en la cama y la hice abrazando la copa, como durmiendo. Le dije que la pusiera ella en redes sociales primero si quería, para no pisársela.
Por eso te digo que suelo ser muy metódico, que tengo cosas pensadas que me gustaría llevar a cabo y que luego a veces salen y otras no. Todo depende de si entra el balón o no.
Pero si no hubiéramos ganado, yo habría hecho fotos. Me lo dije Luis Enrique en la Eurocopa cuando nos eliminaron: tú cuando perdamos también tenemos que hacer fotos, el deporte la gente sólo ve cuando se gana y hay que enseñar cuando se pierda y empata, porque de los fracasos se aprende.

Hay que documentar eso también para tener completo el círculo. Cuando se pierde las fotos también pueden provocar unas emociones y una sensibilidad diferente. La vida es también eso. De hecho, se pierde más veces que se gana.
El tema del momento. ¿Cuando volviste en el avión, se percibía la tensión por lo ocurrido con Rubiales durante la celebración?
Volvimos en el vuelo charter con todo el equipo, los técnicos, la familia, aficionados. Un avión grande, un vuelo larguísimo. Si te soy sincero, no noté nada. Estaba agotado, me puse alguna película, y la serie de Picky Blinders que estoy muy enganchado.

Olga Carmona me llama Thomas Shelby, porque ella también la está viendo y dijimos que no iba a terminar la seria hasta después de la Final, porque nos va a dar suerte. Son cosas de estas de superstición. Carmona también me dijo que si me cortaba el pelo antes del Mundial ganábamos y lo hice.

Total, que en el avión entre eso y que fui durmiendo no me enteré de nada. Fue al llegar a Madrid cuando vi todo lo que se había montado.
Pasamos de la actualidad, a la pregunta de cacharreo que no puede faltar en Photolari. ¿Con qué equipo cámara y ópticas trabajas habitualmente y en este Mundial?
Básicamente trabajo con las dos Canon R3 que te comentaba. A veces me llevo tres, pero había muchos vuelos, algunos muy pequeños en los que íbamos a llevar poco material en cabina y yo nunca facturo las cámaras. Así que tuvo que ir con el material justo. Llevaba el 24-70 y el 70-200 mm f2.8 R, el 200-400 mm f4 y el 50 mm f1.2.


Había muchos días de gimnasio, ahí trabajaba mucho con el 50 para sacar otro tipo de gesto, el 200-400 para entrenamientos y partidos, el 24-70 para el día a día, para el corrillo antes del partido, vestuario… Me gusta hacer el once inicial con el 70-200 desde el suelo, saco la pantalla de la cámara y lo hago a f2.8 y me da un desenfoque me gusta mucho. También lo uso para ruedas de prensa, llegada de jugadoras.
Viendo tus fotos de estos días, algunas jugadoras aparecen disparando ellas la cámara. ¿Os habéis cambiado de papeles?
La verdad es que Tere Abelleira y Salma Paralluelo se han aficionado a la fotografía durante el Mundial, así que les he dado unas nociones básicas de cámaras.

En cuanto terminaban de entrenar se venían conmigo y me pedían que les dejara hacer algunas fotos. Querían tirar con objetivos cortos, pero les ponía el 400 porque ahí es donde estaba la clave para tener buenas fotos del entrenamiento.

Claro, al principio les costaba seguir el balón. Pero al final terminaron haciendo cosas bonitas y retratos interesantes. También me hicieron alguno a mi, digamos que cambiamos los roles. Les encanta. Abelleira me dijo que hace muchas fotos a su familia y sobrinos, que las hace con el móvil pero que suele ser la encargada de hacer las fotos. Y la verdad es que las dos tienen muy buen criterio en la composición.
¿Tantos años fotografiando deportes y, sobre todo, fútbol no acaban encasillándote?
Llevo más de 20 años siguiendo a la Selección y en su momento decidí salir de Marca para poder trabajar también en otros temas, para no encasillarme. Hago también mucha foto documental social.


Llevo tiempo haciendo seguimiento del tema de las fosas de la Guerra Civil y también de los movimientos migratorios. Estuve en el barco Aita Mari de Open Arms en Libia, en el comienzo de la guerra en Ucrania, he cubierto también desahucios… Creo que contar estas historias me ayuda también para mis fotos de deporte y, al revés.
Molt interessant el reportatge i un gran fotògraf!
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