Foto: Jorge Delgado-Ureña

No es fácil hacer fotos en Marruecos. Punto. Por mucho que podamos endulzarlo con estupendas experiencias personales -que seguro que las tendréis si vais- o con la maravillosa gente del país, lo cierto es que en líneas genérales por allí las cámara no son bien recibidas.

Pero como fotógrafos aventureros y callejeros sabemos que un viaje del que volvemos sin capturar la vida de la gente, sus costumbres y sus colores, es un viaje perdido. Así que hemos reunidos algunos breves y sencillos consejos para quienes, estrenado el nuevo año y ya con el calendario de planes para 2018 desplegado, estén pensando una escapada fotográfica a este país.

Foto: Jorge Delgado-Ureña

Conoce la cultura

Sí, es el gran tópico, pero de verdad de verdad que funciona; en Marruecos, hay un gran contraste entre la enorme amabilidad y hospitalidad de la gente con lo poco que les gusta como pueblo que les hagan fotos.

Cuando vas por las medinas o los mercados, o cualquier sitio en realidad, tranquilamente con tu cámara buscando ese “momento decisivo” te darás cuenta de que te ven venir desde muy lejos y se van a cubrir la cara o simplemente te van a decir que “fotos, no”. Pero la cuestión es que esa actitud, viene marcada por una percepción de la privacidad muy marcada e incrustada culturalmente desde hace más de mil años.

Cuando estés caminando por una medina te fijarás que en absolutamente ninguna calle hay un balcón, cualquier tipo de terraza va a estar siempre en los interiores, de hecho, ni siquiera encontrarás una puerta de entrada en frente de otra.

Foto: Jorge Delgado-Ureña

Sabiendo eso hay que entender que no es una cuestión de mala actitud o de rechazo al extranjero. Simplemente es la cultura del lugar y como tal hay que intentar respetarla.

Acercarte a ellos, explicar lo que haces, enseñarles que tu fotografía es un medio de expresión y de documentación de tu viaje les mostrará respeto y tendrás pocos problemas en entrar a donde quieras y hacer las fotos que necesites (casi siempre).

Foto: Jorge Delgado-Ureña

Dicho esto, sin duda hay muchas situaciones en las que pedir permiso no es lo ideal, porque te prometo que querrás capturar muchas escenas cotidianas y querrás hacer fotos más cándidas. Para eso, sigue leyendo.

El equipo

Una vez que nos hemos aclimatado a la cultura y el frenesí del lugar podemos seguir con el aspecto más técnico del tema. ¿Qué equipo es el mejor para la fotografía de viajes?

Bueno, la mejor cámara, es la que tengas, sin duda. Pero si puedes elegir antes de ir te recomiendo algo pequeño. Olvidemos el “look” fotógrafo profesional y aceptemos que hoy en día, la tecnología ha avanzado tanto que vamos a conseguir una gran calidad casi con cualquier cosa.

Foto: Jorge Delgado-Ureña

Como fotógrafos aventureros, nos gusta estar en el meollo de las situaciones y estar cerca de la acción. Y es que como decía Robert Capa; Si tus fotos no son lo bastante buenas, es que no estás lo bastante cerca. Para eso necesitamos algo discreto y poco imponente.

Así que una réflex pequeña o una mirrorless que te guste son las mejores opciones. Eso sí, te recomiendo que lleves un cuerpo y una sola óptica, a poder ser fija y tirando a angular.

Foto: Jorge Delgado-Ureña

¿Por qué? Porque la mejor manera de disparar es a la antigua, pasando de enfoques automáticos o de zooms, lo que nos lleva al siguiente punto.

La técnica

Si hay algo tremendamente sobrevalorado en fotografía es el llamado bokeh o fondo desenfocado. Por alguna razón que no acabo de comprender, se ha hecho común pensar que si tienes un objetivo con diafragma f1.4, f2 o f2.8 tienes que usarlo siempre a esa obertura, así tus fotos tendrán un aspecto más profesional y por lo tanto “mejores”.

Foto: Jorge Delgado-Ureña

Nada más lejos de la realidad. Cuando haces eso, te estás olvidando de aspectos mucho más importantes como la composición o la iluminación, y es que los objetivos tan luminosos están diseñados para ser usados en situaciones de poca luz y el desenfoque es una consecuencia de esta intención.

No digo que un retrato con un fondo bien escogido y un buen desenfoque no estén bien, pero cuando se trata de fotografía documental o callejera, una buena composición por capas y el famoso momento decisivo es lo que mola, es lo que transmite, lo que impacta.

Da igual la cámara que tengas, que la mejor manera de no perder el foco es cerrando diafragma y configurando tu cámara en enfoque manual.

Si, manual, es la mejor manera de no preocuparte por el autofocus, se acabó eso de perder fotos por no estar enfocadas. Y es que el uso de hiperfocales es lo que va a hacer que tu composición y tu velocidad de disparo vayan al siguiente nivel. Y créeme que ser lo más rápido que puedas va a marcar la diferencia en Marruecos.

Foto: Jorge Delgado-Ureña

Claro que te vas a llevar algún “fotos no” pero en muchas otras ocasiones, vas a ser tan rápido que ni siquiera van a darse de cuenta de que has hecho una foto.

¿Y que es eso de las hiperfocales te preguntarás? Pues muy sencillo, es la técnica que usaban grandes maestros como Cartier-Bresson, Robert Capa o el más actual Alex Webb entre muchos otros.

Básicamente tienes que poner tu cámara en modo manual, un diafragma entre f8 y f16 con una focal entre 28-35 milímetros en formato completo y pre-enfocar a una distancia de 1.5 metros si estás muy cerca de la escena o unos 3 metros

si tienes un estilo más abierto. Así, en un rango de entre 7 y 10 metros dependiendo de la focal y el tipo de sensor, lo tendrás todo enfocado y te podrás centrar en componer y disparar sin que tu cámara no clave el foco o que haya esa maldita diferencia de tiempo entre que aprietas el disparador y se hace la foto.

Con estos tres sencillos consejos, ganas de aventura y unas buenas dosis de paciencia, cosa de la que hablaremos en otro momento, conseguirás unas fotos fantásticas en Marruecos. Y en cualquier otro lugar.

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2 COMENTARIOS

  1. el invierno pasado viaje por todo marruecos, lo mejor es respetar, no tener problema en perder la foto o borrarla y disculparse, también es bueno saber que todo tiene un precio, aún con permiso siempre intentan hacer negocio, es fascinante, y en esa tesitura se os pueden mostrar enfadados porque no quieras entrar en su juego, pero todo es parte del juego, no se enfada de verdad nadie porque digas que no, es mas te vas a ver metido en conversaciones de precios o de pago por servicios no solicitados o por tener que ir a un restaurante u otro o comprar el servicio de una compañia u otra sin saber como, y hay que saber «hacer la tuya» con respeto.

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