Nada más anunciarse oficialmente llamó a la tienda de Leica para reservar una unidad. Ya había una disponible, así que la Leica Q3 que pasó a recoger hace ya una semana es, seguramente, la primera -o de las primeras- que se vendió en el país. Así nos lo explica Yanko Pla, fotógrafo especializado en música y foto de calle.

Como suele ocurrir cada vez que se presenta una nueva Leica, algunos se preguntan si tiene sentido una cámara de este precio o quién se la compra. Así que hemos decidido trasladar la pregunta a alguien que lleva años usando la Q2 y que ahora acaba de dar el salto a la Q3.

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Nadie mejor que un usuario de la marca para que nos cuente sus primeras impresiones -nosotros todavía no hemos tenido ocasión de probarla- tras unos pocos días de convivencia y, sobre todo, las razones por las que apuesta por este tipo de cámaras compactas.

Un «purista»

«Como muchos amantes de la fotografía siempre me he sentido atraído por la marca Leica debido no sólo a la calidad del diseño que ofrecen, sino también porque se trata de una marca legendaria», explica.

A pesar de ello, el precio del sistema M resultaba para él una barrera. «No podía encontrar la excusa perfecta para justificar quedarme con un solo riñón, con las molestias que ello puede acarrear», bromea.

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Foto: Yanko Pla

Pero las Leica Q cambiaron su percepción. «Al salir el modelo Q2, tras ver todos los vídeos y leer todos los análisis, estaba totalmente convencido de que mi felicidad dependía directamente de conseguirla». Y así fue.

«Durante dos años mi Leica Q2 ha sido una compañera inseparable. Es una cámara que apetece llevar siempre encima aunque no tengas previsto hacer fotos. Su diseño es elegante, la experiencia de usuario es algo que no he sentido con ninguna otra marca», nos cuenta.

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Foto: Yanko Pla

La elección de una cámara a veces se basa en argumentos difíciles de cuantificar. Lo hemos defendido muchas veces y Pla lo confirma hablando de los resutados de la Leica Q2.

«Las imágenes que produce directamente en jpg tienen algo especial que resulta difícil de explicar, pero que me ha convertido en un purista que cada vez dedica menos tiempo a editar fotos y más a hacerlas».

Y llegó la Leica Q3

La llegada de la Leica Q3 plantea muchas dudas, empezando por si merece o no la pena dar el salto desde la generación anterior. Pla lo tuvo claro: su Q2 ya está a la venta y desde hace unos días pasea con la n nueva Q3.

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Foto: Yanko Pla

«No es una revolución, es más bien una continuación de un sistema que ya funcionaba, mejorado. La experiencia de usuario sigue siendo maravillosa, el diseño se mantiene salvo por pantalla abatible, algo muy práctico para fotografía callejera», señala.

Además del aumento de resolución del nuevo sensor de 60 megapíxeles respecto a los 47 del modelo anterior, pone el acento en un detalle: la posibilidad de descargar lo que los llamados Leica Looks desde la App dedicada para dar un toque especial a las imágenes en JPG.

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Foto: Yanko Pla

Más novedades que él considera importantes en el día a día: se han añadido puertos para cargar la batería sin necesidad de sacarla y transferir las imágenes al teléfono u ordenador, algo que no se podía en el modelo anterior.  «También se ha mejorado el sistema de enfoque ofreciendo más opciones, y el sistema de seguimiento, así como la detección de caras, ojos y hasta animales», enumera.

«Una decisión emocional»

¿Pero merece la pena frente a otras opciones del mercado más económicas? La pregunta del millón y seguramente la más complicada de responder. «Ciertamente, las cámaras Leica no son para todo el mundo. Algunos incluso podrán argumentar que marcas como Sony, Nikon o Canon fabrican cámaras tecnológicamente superiores y puede que tengan razón, pero ninguna de esas es una Leica», señala remarcando el nombre de la marca. 

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Foto: Yanko Pla

«Comprar una Leica Q3 es una decisión emocional y por tanto difícil de valorar empleando únicamente la razón y los datos técnicos del producto», reconoce. «Has de ir a una tienda, pedirles que te muestren una y cogerla entre tus manos… de repente, lo vas a entender todo».

2 COMENTARIOS

  1. Doy fé! Entré en la tienda leica y cogí una Q2, en ese momento me enamoré, acabé con una Q2 en mi poder y más tarde tambien con la Q2 monochrome, mi cámara favorita con mucha diferencia. Ahora intento vender mi Q2 edición especial Daniel Craig x Greg Williams para comprar la Q3. Estoy de acuerdo, es una cámara que te encanta llevar siempre encima. Leica es leica, te guste o no, es diferente a cualquier otra y cuando disparas con una es raro que no te enamore

  2. Viendo las fotos que ilustran el artículo, entiendo lo de la «decisión emocional». No veo (puedo estar equivocado) que sean fotos que no puedan sacarse sin una Leica Q3. Seguramente reflejan más el estilo del fotógrafo que las propiedades de la cámara. Dicho lo cual, me parece perfecto. Si te gusta una cámara, crees que tu felicidad depende de ella (de la cámara) y la puedes pagar, pues adelante. ¡Disfrutadla!

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