«El proyecto Train Portraits pretende captar la cotidianidad a través de una serie de retratos en blanco y negro realizados durante trayectos en tren y en metro.

Con esta serie de fotografías, capturadas y editadas con diferentes teléfonos móviles, intento plasmar el ensoñamiento matutino de algunos pasajeros, la melancolía que transmiten ciertos rostros al atardecer, el agotamiento que reflejan determinadas facciones y gestos, la aflicción que ocultan algunas miradas, la tristeza, la alegría, el nerviosismo… La vida real.

El uso tan común de los smartphones en los transportes públicos me otorga la invisibilidad necesaria para captar una pequeña parte de la vida de mis compañeros de viaje.

Desconocedores de ser objeto de observación, las miradas, los gestos y las expresiones de los pasajeros se mantienen transparentes; reales. Tan reales que cada instantánea me permite apreciar parte de las vivencias de cada retratado. Por eso al observar estas fotografías, el espectador también puede leer una historia tras cada una de ellas e incluso sentirse identificado con las emociones y sentimientos que desprenden.

Todo comenzó por la falta de tiempo para realizar salidas fotográficas con mi réflex y por tener que utilizar el tren para trasladarme cada día desde mi casa hasta mi puesto de trabajo.

Empecé a fijarme en la gente que cada día se sentaba frente a mí y me di cuenta de que había ciertas personas que por sus rasgos faciales, sus expresiones o su estilo tan personal, llamaban increíblemente mi atención. Fue entonces cuando comencé a pensar que sería interesante poder retratarlas.

Tras unos días de dudas sobre si hacerlo o no, por temor a que se diesen cuenta de mis intenciones y comenzasen a insultarme a grito pelado, una mañana me armé de valor y me atreví a realizar la primera foto a hurtadillas. Y así fue como el nerviosismo y el miedo iniciales se convirtieron de golpe en un increíble cóctel de excitación y satisfacción fotográfica.

Mi idea inicial no era realizar una serie fotográfica con los retratos. En aquel primer momento para mí aquello era una mera distracción y una forma de desquitarme de mi necesidad de dedicar más tiempo al mundo de la fotografía. Pero poco a poco los retratos fueron acumulándose y acabaron por convertirse en una serie fotográfica que decidí desvincular de mi cuenta personal de Instagram para dedicarle un espacio propio.

Aunque, si he de ser sincera, el hecho de decidirme a aunar estas fotografías en una serie como tal surgió tras una llamada de mi buen amigo y fotógrafo, Danny Gibert, quien me propuso exponer buena parte de estos retratos en su estudio. Una exposición de la que surgió otra y que me llevó a pensar que aquello que había comenzado como una mera distracción se había convertido en un trabajo fotográfico con un largo recorrido por delante.

Intento hacer las fotos con la mayor naturalidad posible. Aunque a priori pueda parecer complicado que la gente no se de cuenta de que está siendo fotografiada, lo cierto es que hoy en día la mayoría de la gente va en el tren o en el metro con el móvil a la altura de los ojos. Así que, evitando el uso del flash y del sonido del obturador, es complicado que el que está en frente se de cuenta de que está siendo retratado.

Claro está, en estos casos es inviable dedicar mucho tiempo a encontrar el encuadre perfecto. Para acertar con el encuadre lo que hago es realizar varios intentos. Rara vez hago una única fotografía a las personas que retrato.

Suelo disparar varias veces durante diferentes momentos del trayecto buscando la mejor instantánea o la mejor luz en caso de ir en tren.

Lo cierto es que, más que los retratados, en estos casos mi mayor temor es que sea el vecino del asiento de al lado o el de detrás el que se de cuenta de lo que estoy haciendo.

De hecho me han pillado un par de veces. En una ocasión se me olvidó desactivar el flash de la cámara del teléfono. Menos mal que en ese justo momento se abrieron las puertas del tren y pude bajarme. Eso sí, sin antes interpretar una lamentable actuación en la que no faltaron, claro está, diversos ademanes y gestos de incredulidad con la intención de dar a entender que la aplicación de cámara del teléfono había saltado por error.

La segunda vez no fue la persona retratada la que me pilló con el dedo en el botón del obturador, sino una chica joven que viajaba a mi lado en el metro, quien directamente me preguntó en tono serio: ‘¿Qué estás haciendo?’. En ese momento lo único que se me ocurrió fue decirle que no estaba haciendo ‘nada malo’ y decidí poner toda la carne sobre el asador y explicarle el proyecto.

Lo gracioso es que ni si quiera se interesó por la serie fotográfica, simplemente me confesó que me había preguntado porque creía que estaba sacándole una foto a un ladrón habitual del metro de Barcelona.

Para hacer esta serie he utilizado únicamente smartphones: desde un Sony Xperia Z1 hasta un Huawei P9 y, más recientemente, un iPhone XS. Pero no sólo realizo los retratos con un móvil sino que, además, también los retoco únicamente con aplicaciones móviles. La idea de esta serie es que esté íntegra y únicamente realizada con smartphones.»

45 COMENTARIOS

  1. Por la forma en que hace las fotos, dudo mucho que tenga autorización de nadie.
    Nos quejamos mucho del mal uso que se hace de las fotografías clamando al cielo por los derechos del fotógrafo, pero cuando conviene se olvidan fácilmente los derechos del ciudadano.

  2. Buenas tardes Estefanía, lo primero gracias por colgar las fotos y lo segundo, aprovechando que el proyecto ha sido animado por un profesorado, si no recuerdo mal, para preguntarte por..Sin entrar en polemicas, es que a mí me gusta callejear y hacer fotos que lógicamente incluyen personas.

    Cuando hay que pedir permiso y qué tipo de permiso? El verbal sirve de algo si presento una foto en un concurso y me la eligen como primer premio?

    Es que visto con toda la inocencia pienso que sí se pide permiso, se mata la espontaneidad en buena parte de las instantáneas..si claro, se puede pedir después de la foto pero, hay que pedir permiso a todo dios a quien se fotografié y, muy importante, por escrito? Si la respuesta es si, insisto no es por polemizar, metemos a prisión a todos los «fotografos leyenda» que nos han brindado imágenes únicas?

    Por favor, aclararme que es exactamente el «streetphotografy» o como se llame.

    Gracias.

  3. Dejando de un lado la «polémica» sobre si pedir o no pedir permiso… que conste que a mi personalmente no me gusta subir imágenes de otras personas sin su consentimiento y si lo hago, en la mayoría no se les reconoce… Bueno a lo que iba…
    Quería decir que me parece una excelente idea; siempre vemos retratos de moda, robados callejeros, retratos que se centran en las profesiones de los sujetos, etc, etc. El centrarse en encuadrarlos en un medio de transporte; en este caso, tren o metro, les aporta un plus (según yo lo veo).
    Para mi es una excelente serie!!! Desde aquí felicito a la autora.

  4. Me la paso subiendo esas espontaneas de subtes, buses y trenes a la historia de Instagram solo por diversión aprovechando la buena sensibilidad del Pixel 2, eso si en color (no me la doy de maestro de la escala de grises), y la verdad jamas se me ocurrió exponerlas como serie haciendome el artista, y con todo respeto por Estefania sus fotos me dicen poco y nada, en la mayoría de los casos solo veo sujetos distraídos y angustiados, la mayoria de esas capturas no temeria en mandarlas directo a la papelera de reciclaje.

    Hay multitud de escenas mucho mas interesantes en un medio de transporte, solo hay que saber buscarlas.

    • Que fácil es criticar, cuando las fotos no son de un supermegaarchiconocido fotógrafo. Si estuviesen firmadas por algún fotógrafo de renombre, esos sujetos distraídos y angustiados, pasarían a ser unos rostros muy expresivos, captados en su justo momento, transmitiendo esa angustia de ir en un espacio cerrado y bla, bla, bla… todo ello muy bien aderezado por esa estupenda luz, muy bien aprovechada y escogida, además de la elección del blanco y negro para potenciar el dramatismo de la escena.
      Anda listillo, deléitanos con alguna de esas super fotos tuyas, para que podamos opinar.

  5. Para los que tengan dudas sobre si hacer fotografías a personas con o sin su permiso, les recomiendo como lectura la Constitución Española.

    Venga voy a ser bueno y voy a poner la parte interesante que nos atañe:
    TÍTULO PRIMERO De los Derechos y Deberes Fundamentales
    CAPÍTULO II DERECHOS Y LIBERTADES
    SECCIÓN 1: De los derechos fundamentales y de las libertades públicas

    El artículo 18 en su punto primero señala que: » Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.»,
    Si alguien quiere profundizar en el tema un poco más se puede tomar unas cañas y comentar con los amigos la Ley Orgánica 1/1982 de 5 de mayo de derecho al honor y a la propia imagen.

    Parece que el asunto está claro, pero un poco más adelante…

    El artículo 20 dice que:
    1. Se reconocen y protegen los derechos:
    «a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.»
    Y en el apartado 2 de dicho artículo remata la faena: » El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa. »

    Como se puede comprobar no es una cuestión sencilla, es muy delgada la línea que separa ambos derechos.

    La esencia de la fotografía callejera «el instante decisivo», en el momento que pides permiso la magia se va, creo que en la fotografía callejera hay que aplicar el sentido común.

    En cuanto al porfolio he de decir que me parece un buen trabajo, unas me gustan más y otras no tanto, pero eso ya son mis gustos y eso cada uno tiene los suyos, se nota que le ha dedicado tiempo y esfuerzo.

    Un saludo.

  6. Pues pese al artículo 18 y al 20, yo sigo sin tener claro si estas fotos son o no «legales»… si yo saliera en esa serie… ¿tendría derecho a reclamar y exigir algo, siquiera que fuesen retiradas de cualquier medio y además, podría «sacar tajada» poniéndo en un apuro mediante multa o querella al osado fotógrafo…? Y lo digo, no porque salga, que no, sino porque, como aficionado a la foto de calle, nunca me atrevo a hacerlas, y menos a publicar fotos como éstas. Pedir permiso.., tampoco te garantiza derecho a ponerlas en cualquier parte, creo… ¿Alguien que lo diga «¡¡claro, diáfano, prístino!!»?

  7. No es legal publicar la imagen de nadie sin su autorización (Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo):
    «Tendrán la consideración de intromisiones ilegítimas en el ámbito de protección delimitado por el artículo segundo de esta Ley:
    Cinco. La captación, reproducción o publicación por fotografía, filme, o cualquier otro procedimiento, de la imagen de una persona en lugares o momentos de su vida privada o fuera de ellos, salvo los casos previstos en el artículo octavo, dos.»
    Excepto en los siguientes casos que enumera el artículo octavo, dos:
    «Dos. En particular, el derecho a la propia imagen no impedirá:
    a) Su captación, reproducción o publicación por cualquier medio cuando se trate de personas que ejerzan un cargo público o una profesión de notoriedad o proyección pública y la imagen se capte durante un acto público o en lugares abiertos al público.
    b) La utilización de la caricatura de dichas personas, de acuerdo con el uso social.
    c) La información gráfica sobre un suceso o acaecimiento público cuando la imagen de una persona determinada aparezca como meramente accesoria.»

    Aquí la Ley completa por si le interesa a alguien https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1982-11196

  8. Este porfolio me hace ver el porqué de que la fotografía sigue siendo una disciplina tan atractiva. Imágenes cotidianas del día a día, de gente que se desplaza en diferentes medios y que no llaman especialmente la atención, en el instante que las congelas mediante un fotograma, se vuelven únicas, en las puedes observar con detenimiento la expresión, la postura, como tiene colocadas las manos, lo que sujeta con las mismas etc. Me ha gustado.

    Casualmente hoy se publica el artículo de la modelo y el paparazzi, que creo que tiene un punto de similitud en el tema de los derechos, sean de autor o de privacidad personal. Me parece que el hacer este tipo de fotos tan directas y publicarlas sin permiso, no es legal. Sabemos que si se pide permiso, la foto no sería la misma. Sería diferente hacer una panorámica en el que sale gente difícilmente identificable. Así que no queda otra que hacerse llamar paparazzi para poder hacer lo que te da la gana y tener derechos, vamos como los taxistas, que paran donde les da la mismísima gana y si paran el tráfico, pues te aguantas, ahora no pares tu porque que cae la del pulpo.

  9. Yo creo que si cualquiera se pasea un rato por cualquier grupo de Street (en Flickr por ejemplo), se daría perfecta cuenta de que si la gente se pusiera a denunciar, los juzgados no darían abasto. Es absurdo, hoy en día todo el mundo lleva una cámara encima y no es posible poner puertas al campo. Distinto es si las fotos son comprometidas o denigrantes para el sujeto fotografiado, que no parece aquí el caso.

  10. Felicitaciones Estefanía. Veo retratos muy buenos, interesantes, conmovedores. Sigue tomando fotos, sigue trabajando en fotografía y manda directo a la papelera de reciclaje tanto comentario odioso de los seudo abogados de este sitio dedicado a la fotografía.

  11. Felicidades por el proyecto, algunas fotos, sobre todo las de mas «ensoñación» y con luces mas evocadoras me parecen fantásticas…

    Por otro lado toda esa gente que se rasga las vestiduras por el tema derechos de imagen, creo que sinceramente no podían hacer un aporte mas vacío. Seguro que luego tienen en su casa libros de Robert Frank, Winogrand o sin ir más lejos Cartier Bresson, pero ahí no importa…

    Como dije en una pequeña ponencia sobre foto de calle… ¿Es legal hacer «streetphoto»? NO, no es legal, si te preocupa deja la cámara en casa 🙂 Tenemos que confiar en que la buena fé y nuestra ética, no veo a ninguna persona ridiculizada ni sacada en momentos difíciles.

    Nuevamente felicidades y a seguir retratando compis de viaje

  12. Mira que yo discrepo muchas veces de las opiniones de Prismático, pero estoy bastante de acuerdo con él, en que las fotos arriba publicadas me dicen poco: como ya comenté el otro día, con el otro portfolio publicado, son fotografías agradables de ver, bien expuestas, etc… pero que no me cuentan una historia, más allá del ensimismamiento, angustia, etc…Son personas que están sentadas en el transporte público, no hay un contexto que pueda explicar dicho ensimismamiento o angustia (qué sé yo, un hospital, una oficina de empleo…). La única foto que me da qué pensar, es la de la mujer agarrada a los barrotes (asideros) del metro, por la/s metáforas que cada uno pueda construir en su cabeza. Las demás son agradables, pero en mi humilde opinión, les falta algo.

  13. Buenas fotos de un formato y tema que es un clásico y donde la autora sale poco de el, es quizá lo que más se lo puede achacar, pese estar realizado con herramientas nuevas aporta poco como novedad. Pero los clásicos siempre gustan si están bien realizados y yo creo que este lo está.

    Sobre todo el debate de derechos de imagen y demás, menudo tostón, yo si me viera retratado de forma acertada como se ve en las fotos, felicitaría al fotógrafo y le pediría la foto al fotógrafo, verse retratado si esta bien, es un motivo de satisfacción y no denunciable.

  14. En mi opinión la responsable de este «proyecto» está ejerciendo una actividad de alto riesgo que le puede salir cara.

    El personal esta muy puteado. Un dia va a encontrar inspirativo a alguien que va sentado en el metro con expresión de mala leche porque no ha follado la noche anterior con su parienta y ahora tiene que aguantar 10 horas seguidas al h.d p. de su jefe en la oficina, el currito se va a dar cuenta de que le están sacando una foto contra su voluntad, no va a antender las altas miras artísticas del «proyecto» y le va a soltar una hostia que le arranque la cabeza a esta pobre chica, lo que sería una lástima, pero como digo el personal cada vez tiene menos aguante, sobre todo en un transporte público donde la gente va hacinada como el ganado.

  15. Yo creo «ojo al dato» que no existe tal peligro, la gente no suele pagar su frustración con el vecino del metro por una foto, ni suelen ir por ahí dando «hostias que arrancan cabezas», eso es una fábula que proviene más de un miedo personal que de una realidad. Muchas veces las personas intentan extender sus miedos para provocar el inmovilismo que tienen al resto de mortales. Menos películas y más realidad y la realidad es que ese tipo de personaje que pintas es más propio de una fantasía que de la realidad, en la calle la gente es muy tolerante con la fotografía, yo nunca he visto nada parecido y mira que veo a gente haciendo fotos por todos lados, a veces se nota y otras no, pero a la mayoría le importa un bledo. Pero bueno, si quieres nos puedes mostrar ejemplos, vivimos una sociedad donde se hacen miles de fotos en la calle y en todas partes, me puedes dar unos ejemplos de lo que dices?

  16. Muy de acuerdo “El pánico es una paranoia”. Increíble como la muestra de un trabajo fotográfico se transformó en una discusión sobre la legalidad de hacer fotos. Lo que se debe hacer se impuso para algunos sobre lo que se quiere hacer, mostrar, crear. Tanto odio que se lee acá. Hasta advertencias de supuesta violencia le recomendaron a la autora. Si le pasara algo malo a la autora de las fotos por mi parte solo tendría apoyo, pero siento que algunos alarmistas les produjera satisfacción lo que vaticinan. Tomar imágenes en un espacio público, de personas, sin morbo, sin maldad, sin faltar el respeto, sin un fin lucrativo, por una necesidad creativa, artística, expresiva, te guste o no, las encuentres buenas o malas imagines, no genera el odio en la gente así como se lee acá. No creo en las penas del infierno, ni la cárcel ni las supuestas agresiones que advierten acá. A lo más creo que si alguien se da cuenta le están tomando una foto, cuestionará el ‘por qué?’ lo hacen y ahí está la habilidad del trabajo del fotógrafo para explicar ‘que se hace’ y ‘porque se hace’. Y si existe una denuncia lo más grave es que obliguen al autor a no publicar una imagen, no creo pasará el resto de sus vida en un calabozo. Por ningún lado veo mala intención en el trabajo de la autora. La mala intención la leo acá en comentarios que se alejan de lo estrictamente fotográfico. Distinto es decir me gusta o no una foto a decir lo que se puede o no hacer o de alguna forma sugerir lo que es correcto o no. Yo no apunto a qué no se puede expresar lo que se quiera decir. Pero pedirle explicaciones a la autora por lo que hace, si tiene los permisos o advertirle lo que le puede pasar no tiene nada que ver con las fotos.
    En mi país hubo una dictadura militar terrible durante muchos años y los medios de comunicación fueron prohibidos en su totalidad. Salir a Caminar por la calle o lugares públicos a ciertas horas estaba prohibido, hacerlo con una cámara era jugar con la vida. Gracias a muchos fotógrafos callejeros, ‘clandestinos’ para el régimen, que lograron enviar sus rollos desde América a Europa, se pudo denunciar y conocer a nivel global lo estaba pasando acá. Es obvio el ejemplo, por las circunstancias, el contexto histórico, no es el caso de lo hace la autora en esta muestra, pero si coincide en que la fotografía callejera, en lugares públicos, privados, el documental, el reportaje siempre se ha hecho, no importando tanto el contexto , la legalidad, lo ‘correcto’ o no, más que la necesidad de expresión del autor, le guste o no al observador. Con el consentimiento del que aparece en la foto o sin el. Y esa imagen ‘robada’ (robada) del fotografiado o fotografiada es el fiel retrato de la visión del autor en un lugar y una fecha determinada. No hay foto sin fecha ni lugar. Las hay anónimas, pero siempre se sabe la data y el contexto histórico. La foto documental o un reportaje callejero existe desde el origen de la fotografía, con retratos espontáneos y posados, con permiso o no de los fotografiados. Dentro de la legalidad o al margen de ella. Centrarse en temas legales no creo sea asunto de la fotografía callejera, documental, reportaje, etc. Ya se dijo antes acá. Cuántas fotos famosas, cuantos trabajos en la historia de la foto se han hecho y se siguen haciendo de forma espontánea? No quiero ni imaginar la venguenza ajena que sentiría leer (si fuera el caso) como algunos usuarios cuestionarían (guardando las proporciones obviamente) a tantos ilustres fotógrafos históricos, por tomar fotos sin consulta previa: supongo usted, señor Doisneau, tiene consentimiento de todos sus retratados, don Sergio Larrain, me imagino que las fotos de la mafia italiana están todas autorizadas para ser publicadas o la de los niños descalzos de Valparaíso, tienen el consentimiento de sus padres para ser usadas por Agencia Magnum, o señor Frank, no tiene miedo de sufrir agresión por osar obturar su cámara sin avisar previamente lo hará?
    No se trata de comparar relevancia entre el trabajo entre de la autora en cuestión y maestros históricos, si no juzgar lo fotográfico y no cortar las alas de una fotógrafa que crea, comparte y se atreve a hacer fotos complejas.

  17. Que el pánico no es una paranoia, no es algo ficticio, sino que como instinto de conservación es algo bien real que actúa en todos y cada uno de los individuos nos lo muestra el relato de los hechos.

    La prueba irrefutable de que estas fotos son ilegales nos lo evidencia la mala conciencia que se pone de manifiesto en el making-of de este porfolio, de hecho la autora confiesa que actúa a «hurtadillas» tomando todo tipo de cautelas para «invisibilizar» su actividad: «apagando el flash, el click del obturador» etc… No cabe duda de que es consciente que está cometiendo un ilícito que le puede traer más de un quebradero de cabeza en forma de: «insulos a grito pelado» a cualesquiera otras agresiones, verbales o no.

    Por lo demás, el paralelismo entre esta autora y los referentes históricos del street photography son espurios, falaces y anacrónicos. En aquellas épocas pretéritas el ciudadano de a pie no era consciente como ahora de sus derechos, incluidos el del derecho al honor y a la propia imagen. Nadie tiene derecho a ir por ahí robando la intimidad de los transeuntes; la excusa creativa no es una patente de corso que lo justifica todo. De hecho, estas fotografías, como paladinamente confiesa la autora, son imposibles si se hubieran realizado con una cámara de fotos convencional como las utilizadas por esos referentes que iban de frente, a cara descubierta (no como la autora que nos ocupa). Esa herramienta de «invisibilizar» que es el móvil invalida todo el trabajo y convierte en espurio su propósito.

  18. La verdad Patricio, con la mejor onda, empeza a usar poder de síntesis, o al menos algun punto y aparte, no dan ganas ni de leerte.

    Mencionarlo a Larrain que disparate, cuando hablamos de instantaneas con el celular, que de no ser un iphone quizas ni siquiera las hubiesen publicado.

    aifon veinticinco y tres cuartos deleitame primero con un apodo reconocible y vemos, si me dan ganas o no de enviarte alguna, para decir burradas desde el anonimato sobran valientes.

  19. Hola Prismatico, que tiene que ver mi forma de escribir con el análisis de las fotos de la autora? (no esta de mas contarte a ti que no es necesario leas lo que no te motiva) Comenzaste atacando a la autora de las fotos y ahora continuas con los usuarios de este foro. Estas peleando con todos. Tranquilo, nada es para tanto y tanto no lo es todo. Hablemos de fotografía. No seas tan sensible al juicio de los demás. Que no te quite el sueño todo este asunto de alguien que se atreve a mostrar su trabajo. Que no te motive el odio. Son fotos, punto de vista, gustos, opiniones, no ganas mucho atacando y odiando. No recibirás ningún reconocimiento por ello. Has criticado mucho estas fotos mandándolas a la papelera, porque también te refieres a que te la pasas tomando este tipo de fotos y que no te crees artista, etc. Si tomas fotos, para que lo haces? cual es fin de hacer fotos para ti? donde las podemos ver? donde podemos discutir sobre tu trabajo? Te animas ? Suerte con eso.

  20. Las dos fotos que mas me gustan son la de la mujer con ambas manos en primer plano agarradas a dos barras y la de la ventana con una silueta oscura en una esquina.
    Por lo demás este tipo de trabajos está muy visto; estas fotos se llevan haciendo desde los comienzos del metro, con la dificultad de que por aquel entonces se usaban cámaras de carrete, no móviles. En este trabajo tampoco veo nada nuevo, nada innovador. Son simples retratos sin nada mas.
    Sobre la captación de retratos sin el permiso del protagonista, pues creo que mientras no se enfaden o no se den cuenta se pueden capturar las fotos que uno quiera, el problema viene a la hora de publicarlas. Ahí me parece que los retratados podrían denunciar la publicación.

    Un saludo.

  21. Patricio comprensión de texto al leer, repito, usa punto, y punto y aparte, y resume tus ideas en pocas lineas, el resto de la bobada new age del odio, y la reflexion por que no te las reservas para tus charlas psicológicas grupales, lo que yo haga o no con mis fotos es un tema que no te concierna. Intenta no analizarme, veo que te sale bastante mal.

  22. Hola Estefanía. Enhorabuena por la valentía de mostrar tu excelente trabajo en esta época donde todo parece ofender aún a pesar de no hacerlo ni tener intención de ello. Me ha encantado tu serie de retratos en el tren, tanto lo que quieres transmitir como las fotos en sí. Un saludo

  23. Enhorabuena, Estefanía, por un trabajo tan interesante. Quisiera destacar la capacidad de plasmar las diferentes emociones de cada persona. Realmente, además de la habilidad técnica, composición, luz y demás, creo que hace falta una notable empatía o resonancia afectiva con los protagonistas. Eso suele marcar mucho la diferencia entre fotógrafos y no es algo muy aprendible…

    Entiendo perfectamente tu agobio. Tuve que hacer un trabajo similar una vez (sí, era un trabajo para una empresa, pero no tenían presupuesto porque era para un documento interno, aunque después vi alguna foto por ahí). Me costó más de una bronca por pervertido (usé una compacta porque tenían que tener definición) y lo pasé mal…

    En resumen, ¡Enhorabuena!

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