No sólo es la cámara más rara del mercado, sino también una de las que más hemos hablado últimamente. No tenemos claro si eso es bueno o malo pero de entrada no estaría mal recordar que la propuesta de esta Yashica Y35 de la que tantos chistes hemos hecho recaudó más de 1 millón de dólares antes de existir siquiera. A ver qué compañía o modelo puede decir lo mismo.
Pero tras las promesas, los titulares y alguna que otra crítica demoledora a las primeras unidades de quienes la compraron por adelantado, ha llegado el momento de aportar nuestro granito de arena a esta película. Nunca mejor dicho porque, por si a estas alturas alguien no lo sabía, la Yashica Y35 es la primera cámara digital del mercado que utiliza carretes. La primera y posiblemente la última.
En el vídeo podéis verla en acción mientras intentamos ser los más hípsters del barrio con una cámara que prometía ser muy cool pero que nada más tenerla entre las manos provoca un gesto de decepción.
Y es que tras ese diseño tan retro y aparentemente conseguido hay poco más que un trozo de plástico rematado sin demasiado cariño. No es que no haya opciones de control avanzado -sólo podemos compensar la exposición- ni pantalla, que puede tener su gracia para algunos, es que, por ejemplo, los anillos del objetivo son sólo para decorar.
Entre eso y la sensación de que los acabados son los de una cámara de juguete -cada que se abre el compartimento posterior para las pilas y los carretes parece que la cámara se va a desmontar- la primera impresión es bastante mala.
Eso sí, a los que les gusten las cámaras austeras van a disfrutar mucho. Aquí más que con información trabajamos con intuición, porque sólo un par de luces nos informan si todo va bien o si no hay tarjeta, si el obturador no se ha cargado o si, por algún extraño motivo, el disparo no se ha realizado.
¿Cargar el obturador? Pues sí. Otro de los juegos de una cámara en la que el obturador es electrónico y no hay nada que cargar o arrastrar pero que mantiene la típica palanca de arrastre. Es obligatorio accionarla entre disparo y disparo para poder hacer una foto. ¿Divertido? A ratos.
Pero lo realmente interesante -o curioso- de esta cámara son los citados carretes Digifilm que permiten cambiar los ajustes de la imagen para tener tomas en blanco y negro, a 1600 ISO o en formato cuadrado, por citar 3 de los 6 carretes que incluye el kit.
Sí, exactamente lo mismo que podríamos hacer con el menú de una cámara normal, pero con el supuesto encanto de tener que cambiar de carrete para modificar los ajustes. Algo que, es verdad, obliga a trabajar de forma diferente y que puede tener su punto creativo si estamos dispuestos a jugar.
De la media docena de carretes disponibles, los más pasables son el de 200 ISO (ASA, por aquello de lo vintage), el blanco y negro, que disimula un poco las carencias del sensor, y el de 6×6 que a base de bien de saturación y viñeteado consigue unos resultados aparentes.
Porque, por si alguien lo dudaba, la calidad de imagen como tal de la cámara deja bastante que desear. ¿Y para fotografía de calle? Pues complicado, porque no podemos elegir la velocidad de obturación y las posibilidades de que nos salga una foto movida son realmente altas.
¿Merece la pena o es toda una tomadura de pelo que a alguien se le ha ido de las manos? La verdad es que las dos teorías son perfectamente válidas y quedarse con una o con otra dependerá de las expectativas que cada uno tenga en esta cámara.
Si esperamos algo medianamente serio que a la altura de algunas de las grandes cámaras de Yashica, la decepción será enorme. Esto es simplemente una cámara de juguete, una especie de Lomo digital con el plus -para bien o para mal- de la ida de los carretes.
La idea es buena y original. Y está claro que hay -o había- mucha gente interesada en ella. Aunque posiblemente todos, nosotros también, esperaban una mejor ejecución del proyecto, lo cierto es que nos lo hemos pasado muy bien jugando con esta cámara. A fin de cuentas de eso se trataba, ¿no?
ES LA CÁMARA PERFECTA A QUIEN LE GUSTE INVENTAR Y ARRIESGAR EN ENCONTRAR ALGO NUEVO. saludos
¿En serio?
La verdad que las tres fotos que muestran el chisme de cerca son bastante desmitificadoras.
Os recomiendo este vídeo que ya vi en su día sobre esta «cámara», por llamarla de alguna manera… https://www.youtube.com/watch?v=NvgDtEOzdVU
En tus manos sí que lo es, una tomadura de pelo.
vaya truño… la única utilidad que le veo es un regalo para un crio….si valiese 10 o 15 euros
Truño o no, los colores que saca me gustan.
cualquier móvil de gama media-baja te va a dar más calidad y con millones de filtros más resultones en aplicaciones como snapseed o vsco. la calidad del cacharro es nefasta. En resumidas cuentas, es un timo.
Ufff que alivio. Todavía podré seguir usando, y no tener que tirarlas al cubo de la basura mis dos miserables Yashica Link 14 E, una de ellas regalo de mi padre, en 1975.
Esto ya está inventado. En este video podeis ver a Rafa Pérez y Tino Soriano presentando la Nozomi, la primera cámara híbrida (minuto 07:20)
Sin querer ser ofensivo, visto desde el minuto 7:20 parece todo un publireportaje. Aunque esté «inventado» la verdad es que creo que con sólo 20 unidades en el mundo, no es un buen invento en lo que respecta a la democratización de la fotografía en base al mismo. Eso sí lo ha hecho quien esté detrás de esta «Yashica», pero con un truño de invento…
Voy a leer más cosillas sobre la Nozomi, me ha intrigado mucho la verdad. ¡Gracias por el apunte!
Acabo de ver el vídeo entero… ¡¡me desternillo!! Jajajajajajajaja
Felicidades!
Acabas de ver el video entero y por lo tanto entras a participar en el sorteo de una Nozomi auténtica en combinación con el cupón de los ciegos. Te deseamos mucha suerte.
Recuerda que la Nozomi es una cámara mítica con la que pasas a formar parte de la élite de los fotógrafos. No está hecha para cualquiera y lo de la democratización que dices, como que no es la idea.
Si quieres probarla pásate por Casanova 🙂
«A cada minuto nace un idiota”, bueno espero que el testeo a al menos sirva para avivar a incautos, darle prensa a estas cosas, igual me parece un error, hay que sencillamente ignorarlas y dejar la memoria que la memoria de Yashica descanse en paz.
Al menos la palanca de arrastre tiene una función, o al menos hay que utilizarla.
A Iker no solo le pirria la fotografia sino tambien las camaras,.es un tio genial
Lo que más me gusta de la Yashica son las pilas del bonpreu 😉
En lencería femenina se puso a la venta algo similar: la bragafajaboinasostén.
Tampoco sirvió mas que para decepcionar.